La mujer desfigurada con ¨¢cido: ¡°Sab¨ªa que iba a pasar algo, pero no algo as¨ª¡±

Tranquila y con un tono claro y directo. As¨ª ha testificado esta ma?ana Mar¨ªa ?ngeles Ruiz Gonz¨¢lez, la mujer de 31 a?os que fue atacada con ¨¢cido en el distrito de Ciudad Lineal el 20 de junio de 2012. La v¨ªctima lo ha dejado claro: "Sab¨ªa que algo iba a pasar, pero jamas me imaginaba que iba a ser algo as¨ª". Ruiz Gonz¨¢lez ha relatado las tres agresiones que sufri¨® en el periodo de un mes y que le cambiaron tanto su vida como la de su familia. Ahora ha recibido la incapacidad laboral absoluta y solo cobra 760 euros al mes.

La primera agresi¨®n que sufri¨® ocurri¨® el 29 de mayo cuando sal¨ªa de su trabajo, en el barrio de Montecarmelo. Un hombre, al que describi¨® como alto, delgado, cubierto con una gorra y un bigote posiblemente postizo, la agarr¨® por detr¨¢s del cuello y la tir¨® al suelo. Cay¨® y se qued¨® con la parte derecha de la cara apoyada en el suelo. Intent¨® liberarse golpeando a su agresor con el brazo izquierdo, pero no lo logr¨®. El atacante no paraba de querer estrangularla. Gracias a la llegada de un viandante, el hombre la solt¨® y la cogi¨® el bolso. Antes de salir corriendo por su parte izquierda le dijo "esto lo hago por mi hermana", sin que la mujer sepa en estas fechas a qu¨¦ se refer¨ªa.?

Instantes despu¨¦s sali¨® corriendo su marido, el turco ?zg¨¹r Dogar, tras el atacante, ya que sali¨® de un bar cercano. D¨ªas despu¨¦s su esposo ten¨ªa uno de los tel¨¦fonos m¨®viles que llevaba la mujer en el bolso y sab¨ªa la numeraci¨®n de una cuenta abierta por la v¨ªctima a nombre de su hijo en Ibercaja, pese a que nadie (tan solo ella) ten¨ªa conocimiento de ella. La mujer tambi¨¦n descubri¨® una foto de su hijo que solo ella ten¨ªa, escondida en una cartera de su marido. La imagen ten¨ªa las esquinas cortadas y una rayadura de tenerla metida en su monedero. "Estoy segura de que tras el ataque estaba mi exmarido", ha concluido la mujer.

El segundo problema que tuvo con Dogar se registr¨® el 19 de junio cuando la mujer sali¨® con un amigo con el que quer¨ªa hablar y contarle que ten¨ªa previsto divorciarse de Dogar. El hombre, que supuestamente hab¨ªa descargado un programa para localizar por donde se mov¨ªa, les sigui¨® en un coche que le hab¨ªan prestado. En un determinado momento, les adelant¨® por la derecha y les cruz¨® el coche sin dejarles pasar. Seg¨²n su versi¨®n, la intent¨® sacar por la fuerza por un brazo y una pierna, sin llegar a conseguirlo gracias al cintur¨®n de seguridad. Al final accedi¨® a hablar con ¨¦l, pero delante de la comisar¨ªa de Hortaleza, por si ocurr¨ªa alg¨²n percance.

El ataque con el ¨¢cido se produjo la ma?ana del 20 de junio, cuando la mujer caminaba por la calle del R¨ªo Ulla. Ten¨ªa previsto dar una vuelta y hacer unas compras hasta que saliera su hijo del colegio, a las 12.50, para evitar estar en el domicilio junto con Dogar. "Cog¨ª una calle que no era habitual. Era consciente de que me segu¨ªa, por lo que no paraba de mirar a un lado y a otro y a atr¨¢s", ha recordado la mujer. En un momento dado la sali¨® al encuentro un hombre que iba por la calle de Emilio Ferrari. "De hecho, tuve que pararme para no chocarnos. Se trataba de una persona delgada, alta, morena, con una gorra y que llevaba una prenda oscura. En su mano portaba una lata verde grande", ha descrito.

"Con un movimiento con la mano derecha, me tir¨® el l¨ªquido y antes de que pudiera cerrar los ojos por las quemaduras, vi como sal¨ªa corriendo solo", ha recordado la v¨ªctima. Al momento se ha levantado y se ha girado hacia los dos acusados. Ha se?alado con el dedo al supuesto autor material, Bryan Stevan Cristando, de 22 a?os, mientras ha dicho: "S¨ª, ¨¦l". "Me ha cambiado la vida por completo no solamente a m¨ª, sino tambi¨¦n a los m¨ªos", ha a?adido durante su declaraci¨®n.

El fiscal pide 24 a?os de prisi¨®n para Ozgur D., a quien se acusa de maltratar a su esposa porque quer¨ªa separarse de ¨¦l y contratar a otro hombre, Bryan Stevan C.A., para quien la fiscal¨ªa solicita 17 a?os de c¨¢rcel, por arrojar l¨ªquido corrosivo a la mujer, que sufri¨® una gran quemadura en la cara que le ha dejado graves lesiones.

Durante el juicio, los dos procesados han defendido su inocencia y han negado su participaci¨®n en los hechos. La mujer, Mar¨ªa Angeles R.G., ha se?alado que su exmarido, Ozgur D., la somet¨ªa a "un acoso continuo y persistente" todos los d¨ªas y su ¨²nica "obsesi¨®n" era estar donde estuviera ella, despu¨¦s de que ella le comunic¨® que quer¨ªa divorciarse.

La fiscal¨ªa pide 24 a?os

?zg¨¹r Dogar, de nacionalidad turca y 31 a?os de edad se ha sentado esta ma?ana en el banquillo de la Secci¨®n 26 de la Audiencia Provincial de Madrid que se encarga de los casos de violencia de g¨¦nero. Afronta una petici¨®n de condena de 24 a?os al estar acusado de encargar a un compinche en junio de 2010 que arrojara ¨¢cido a su esposa Mar¨ªa ?ngeles R. G., de quien se estaba separando. El agresor material, Bryan Stevan C. A., de 22 a?os, ha comparecido junto al principal acusado ante el tribunal. Para ¨¦l se piden 17 a?os de c¨¢rcel.

El fiscal acusa a Dogar de los delitos de lesiones con gran deformidad, coacciones graves, violencia ps¨ªquica habitual y robo con violencia junto con una falta de lesiones. Seg¨²n el relato de hechos del ministerio p¨²blico, Dogar contrat¨® los servicios de Bryan Stevan. A cambio de una cantidad de dinero que no ha quedado establecida, este hombre tendr¨ªa que abordar a su mujer en la calle. Para hacerlo, ten¨ªa que ocultar su rostro para que no le viera y no le reconociera. La mujer ya fue abordada en una primera ocasi¨®n por Bryan Stevan el 29 de mayo de 2012, cuando sal¨ªa de su trabajo. Aquel d¨ªa la agarr¨® por el cuello, intent¨® asfixiarla y le propin¨® un golpe en la cabeza. Le arrebat¨® el bolso en el que llevaba dos tel¨¦fonos m¨®viles, documentaci¨®n bancaria y un monedero.

El ataque m¨¢s grave se produjo casi un mes despu¨¦s, el 20 de junio, cuando Mar¨ªa de los ?ngeles caminaba por la calle de R¨ªo Ulla (Ciudad Lineal). Seg¨²n el fiscal, se acerc¨® el c¨®mplice de su marido con el rostro oculto bajo una gorra. De manera sorpresiva y sin darle oportunidad a defenderse, le arroj¨® directamente al rostro de la mujer y a muy corta distancia, un l¨ªquido corrosivo que llevaba en un recipiente.

Como consecuencia de la agresi¨®n, la mujer sufri¨® una tremenda quemadura de tercer grado en la cara, por la que estuvo ingresada durante meses en el hospital La Paz. Sufre graves lesiones est¨¦ticas y psicol¨®gicas.