¡°Quiero ver a la ni?a antes de morir¡±
Una mujer con c¨¢ncer terminal acusa a su expareja de apartarla de su hija El padre incumple desde octubre el r¨¦gimen de visitas que acord¨® la juez
En Espa?a hay miles de padres y madres, abuelos y abuelas que no pueden ver a sus hijos y nietos cuando se rompe la pareja porque el progenitor al que se le concede la custodia aparta a los peque?os de la otra familia. La justicia no da una respuesta adecuada en estos casos y las denuncias que se presentan acaban casi siempre en papel mojado.
N¨²ria Pijoan es una mujer de Barcelona de 48 a?os que se encuentra en una situaci¨®n parecida, pero mucho m¨¢s dram¨¢tica. El pasado d¨ªa 11 le comunicaron que ten¨ªa un c¨¢ncer terminal, despu¨¦s de casi nueve a?os de luchar contra la enfermedad. Antes de morirse est¨¢ batallando legalmente para que le dejen ver a una ni?a que en abril cumplir¨¢ cuatro a?os, cuyo padre biol¨®gico es su expareja y que fue concebida en un vientre de alquiler en Estados Unidos.
La pareja inici¨® su relaci¨®n afectiva en 2005 y en abril de 2010 naci¨® la peque?a. Justo al cabo de dos a?os la relaci¨®n se rompi¨® sin que la mujer hubiese sido reconocida como madre adoptiva por el tiempo que se tarda en formalizar este tr¨¢mite en los casos en los que se ha recurrido a un vientre de alquiler ¡ªuna pr¨¢ctica ilegal en Espa?a¡ª, pues antes debe concederse la nacionalidad espa?ola al beb¨¦ nacido en el extranjero.
Al principio la mujer pod¨ªa seguir viendo a la peque?a, pero en julio de 2012 ¨¦l se lo impidi¨®. Fue entonces cuando N¨²ria acudi¨® a los tribunales para reclamar seguir teniendo contacto con la ni?a, aunque no fuese su madre biol¨®gica ni adoptiva. El Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 15 de Barcelona le dio la raz¨®n parcialmente y reconoci¨® en marzo de 2013 el derecho a ver a la peque?a una hora cada 14 d¨ªas.
La peque?a naci¨®
Sin embargo, eso no ha sido posible por la actitud del padre, quien estuvo unos meses sin determinar el punto de encuentro en el que deb¨ªa producirse la visita. Despu¨¦s de varias advertencias del juzgado, finalmente se fij¨® un calendario que se iniciaba el pasado 19 de octubre para que las visitas se realizasen en el punto de encuentro de Girona, pero la actitud ha sido la misma. Desde entonces, el padre no se ha presentado a ninguna de las 12 visitas concertadas y no ha llevado a la ni?a al lugar acordado, al que telefonea el mismo d¨ªa para anunciar que no acudir¨¢.
El pasado mes de diciembre la mujer dio un paso m¨¢s y lo denunci¨® por la v¨ªa penal por un delito de desobediencia. ¡°La justicia va muy lenta y de nada sirve que me den la raz¨®n si no puedo ver a la ni?a¡±, explica N¨²ria Pijoan, quien matiza que no le resulta incomprensible la actitud del padre. ¡°No por m¨ª, sino por la ni?a¡±, a?ade.
El auto judicial fechado el 27 de marzo de 2013 que reconoci¨® el derecho a las visitas explica que a la mujer ¡°no se la puede considerar madre de la menor¡±, aunque precisa que en el proceso qued¨® demostrado que apoy¨® al padre en la experiencia del vientre de alquiler, viaj¨® con ¨¦l al menos en dos ocasiones a Estados Unidos y estuvo presente en el parto.
Despu¨¦s del nacimiento, tanto N¨²ria Pijoan como su familia ¡°tuvieron contacto con la menor suficiente¡ para considerarla una persona allegada a la menor hasta tal punto que no merece ser apartada de la ni?a de esa forma¡±. Por todo ello, la juez reconoce a la mujer el derecho a seguir viendo a la ni?a tras la ruptura de la relaci¨®n sentimental.
La juez reconoci¨®
La juez relata que pese a que la mujer estaba separada de otro matrimonio del que nacieron dos hijos que ahora tienen 12 y 17 a?os, tuvo con el padre una relaci¨®n de pareja innegable, hasta el punto de que en el proceso qued¨® acreditado que intent¨® ser inseminada artificialmente para quedar embarazada y que incluso no realiz¨® un tratamiento contra el c¨¢ncer de mama que sufr¨ªa desde 2005 para no quedar inf¨¦rtil.
Entonces le fue extirpado un peque?o tumor en el pecho que se le reprodujo en abril de 2007 y que deriv¨® en una mastectom¨ªa. En diciembre de 2012 se le detect¨® met¨¢stasis y fue sometida a varias sesiones de radioterapia y quimioterapia que no detuvieron el c¨¢ncer.
Uno de los ¨²ltimos partes m¨¦dicos del Hospital General de Catalunya, fechado el pasado 18 de febrero, constata ¡°la progresi¨®n de la enfermedad¡± y que el tratamiento no ha hecho efecto, por lo que se pasa directamente a los medicamentos paliativos.
La inseminaci¨®n artificial que deriv¨® en el nacimiento de la ni?a cost¨® unos 125.000 euros que abon¨® el padre, de 43 a?os, profesor de econom¨ªa y empresario en diversos sectores. El padre argument¨® durante el proceso judicial que la mujer ¡°no ha tenido nada que ver en el proceso de nacimiento¡± de la ni?a y que ¡°no es madre de la ni?a ni allegada a esta, por lo que no le corresponden visitas¡±.
N¨²ria acompa?¨® a
El hombre tambi¨¦n argument¨® que solo eran novios y que la maternidad de la ni?a era ¡°un proyecto ¨²nico suyo¡±, pero la juez insiste en que se trataba de una relaci¨®n de pareja estable conocida por las familias de ambos y los dos hijos ella.
El hombre neg¨® ayer a EL PA?S las acusaciones de N¨²ria Pijoan, a la que a su vez acus¨® de tergiversar los hechos, y se neg¨® en redondo a realizar m¨¢s valoraciones sobre los hechos. Tambi¨¦n anunci¨® la difusi¨®n de un comunicado que al cierre de esta edici¨®n no se produjo.
Antes de que la juez decidiera sobre el r¨¦gimen de visitas encarg¨® un informe psicol¨®gico del hombre y la mujer para valorar el v¨ªnculo existente entre N¨²ria Pijoan y la peque?a. El padre explic¨® que consideraba ¡°invasivas¡± las visitas de su expareja y que tem¨ªa que la mujer se posicionase como figura materna.
Por eso decidi¨® no seguir permitiendo que viera a la ni?a y la denunci¨® ante los Mossos d¡¯Esquadra por intromisi¨®n. Los psic¨®logos definen al hombre como un padre que educa a la ni?a ¡°desde el afecto y las normas, con unas ajustadas habilidades parentales¡±. Tambi¨¦n relatan que est¨¢ convencido de realizar un proyecto familiar monoparental y que desea crear una familia numerosa siguiendo el mismo procedimiento.
En relaci¨®n a N¨²ria Pijoan, los psic¨®logos aseguran que ¡°el v¨ªnculo afectivo entre ella y la ni?a existe¡± y que presenta ¡°unas capacidades maternales ajustadas a las necesidades y a la peculiar situaci¨®n familiar¡±.
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