Ponce, cogido de gravedad
El torero tiene una herida en la axila derecha de 25 cent¨ªmetros y fractura de la clav¨ªcula izquierda
El segundo toro de la tarde enganch¨® a Enrique Ponce al entrar a matar. Lo cogi¨® de muy mala manera. Ponce, una vez cuadrado el toro, intent¨® la estocada en la suerte de recibir. Por dos veces el toro le neg¨® la mano, visto lo cual al diestro opt¨® por entrar a volapi¨¦ sin rectificar la posici¨®n. En el encuentro, el toro hizo por ¨¦l y lo derrib¨®. Una vez en el suelo se ceb¨® con el torero, le tir¨® varios derrotes y fue certero cuando le meti¨® el pit¨®n por la axila derecha.
Visiblemente mermado, retiraron a Ponce a la barrera y le despojaron de la chaquetilla: una gran mancha de sangre en la camisa blanca descubri¨® que iba gravemente herido. Esper¨® que el toro doblara y, por su propio pie, march¨® a la enfermer¨ªa entre una gran ovaci¨®n.
En ese toro, segundo de la tarde, Ponce hab¨ªa dictado una lecci¨®n magistral de toreo y de conocimientos t¨¦cnicos. El toro, una pizca remol¨®n, qued¨® secuestrado en la muleta de Ponce a la segunda serie. Aplic¨® el torero suavidad y temple por los dos pitones. Los cambios de mano le dieron riqueza a la faena y golpes de versatilidad. La demostraci¨®n se cerr¨® con unos doblones muy puros y con el toro entregado. Luego lleg¨® la dram¨¢tica cogida, que a¨²n pudo tener m¨¢s graves consecuencias.
DEL R?O / PONCE, JULI, DUQUE
Toros de Victoriano del R¨ªo. Bien presentados. Al quinto se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre.
Enrique Ponce. Entera saliendo cogido (dos orejas).
El Juli. Entera y dos descabellos (saludos); pinchazo y estocada ¡ªaviso¡ª (oreja); Pinchazo hondo y dos descabellos (oreja).
Jes¨²s Duque ¡ªalternativa¡ª. media (vuelta); entera (dos orejas).
Plaza de Valencia, 18 de marzo. 10? de Fallas. Casi lleno. Ponce, asistido de cornada en la axila derecha y posible fractura de la clav¨ªcula izquierda.
Por el percance de Ponce, El Juli tuvo que matar tres toros: los dos suyos y el segundo del lote del torero valenciano. Y otra demostraci¨®n en el madrile?o, en los tres toros. Toro parado y sin entrega fue el tercero, con el que El Juli jug¨® por igual las bazas del valor y la t¨¦cnica. Fue apabullante con ese toro. Se meti¨® en su terreno, le consinti¨® y trat¨® de alargar un viaje que el de Victoriano del Rio ten¨ªa muy corto. El final de faena fue una traca: aguant¨® los derrotes de un toro que le busc¨® las cosquillas en el remate de los muletazos, ya fueran por abajo o por alto.
El cuarto toro derrib¨® en la primera vara y, cuidado en la segunda, qued¨® listo para la muleta. El Juli brind¨® la faena a la terna de banderilleros de Ponce y, ligerito al principio, a la segunda serie toro y torero pactaron un acuerdo de colaboraci¨®n mutua. Larga embestida del toro y largos los muletazos de El Juli. Todo, adem¨¢s, muy ligado.
Se corri¨® el turno y El Juli mat¨® el segundo de su lote en sexto lugar. Fue el toro m¨¢s deslucido de la corrida, con poca fuerza y entrega, adem¨¢s negado por el lado izquierdo. La faena de El Juli fue una provocaci¨®n continua, hasta que impuso su voluntad.
Tom¨® la alternativa Jes¨²s Duque, que salv¨® con dignidad su primera faena a toro que lleg¨® con poca movilidad a la muleta. La gente, muy cari?osa con el nuevo matador, le jale¨® los medios pases que el toro admit¨ªa.
Duque mat¨® en quinto lugar el toro que deb¨ªa haber cerrado plaza. Gran toro en la muleta, aunque mansito en el caballo. La faena fue ganando puntos a medida que ganaba en confianza el novel espada. Valeroso y decidido, mantuvo digno el pulso del toro y luci¨® m¨¢s y mejor en el toreo al natural. Hubo quienes pidieron el indulto del toro, pero la sensatez imper¨® y Duque acert¨® al primer envite.
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