La angustia de unas casas sin paredes
Los afectados por Los Chinchorros, un proyecto urban¨ªstico frente al mar que comenz¨® en 1991 y permanece inacabado, creen a¨²n en su viabilidad
Se dejaron llevar por una promesa. Una casa en primera l¨ªnea de playa en C¨¢diz. La ¨²ltima gran oportunidad. La nueva promoci¨®n de viviendas necesitaba ocupar un terreno plagado de casitas bajas, muy deterioradas. Algunos cambiaron su suelo. Otros entregaron dinero confiando en que en poco tiempo tendr¨ªan sus nuevas habitaciones con vistas al mar. Pero ahora les duele ver cada d¨ªa la realidad de aquella promesa incumplida: un enorme esqueleto de hormig¨®n y ladrillos sin culminar. La promoci¨®n de Los Chinchorros, la ¨²ltima operaci¨®n inmobiliaria junto al Paseo Mar¨ªtimo de la capital gaditana, no avanza, enmara?ada en un conflicto de crisis, concurso de acreedores y desesperaci¨®n. En el camino se han quedado la angustia de los que se sienten enga?ados ante unas casas sin paredes.
Marcelo Villacorta, el presidente de la asociaci¨®n de afectados, pone fecha al arranque de esta pesadilla: 1991. Sus padres ten¨ªan entonces una de esas casitas de ¨²nica planta junto al cementerio de C¨¢diz. Dignidad en un barrio muy humilde poco acostumbrado a la visita de hombres de traje y corbata. Aparecieron aquel a?o. Llevaban maletines cargados de papeles. Eran los representantes de las constructoras que hab¨ªan dise?ado para esas parcelas una promoci¨®n de 171 viviendas en edificios de varias plantas. Para entonces el camposanto ya anunciaba su clausura y se proyectaba convertirlo en un parque. Todos se frotaron las manos. Los de los maletines so?aban con llenarlos de billetes y los habitantes de esas humildes casas imaginaban una nueva vida llena de comodidades.
La constructora permut¨® el suelo por futuras viviendas a sus propietarios
Las constructoras convencieron a los propietarios para que se marcharan y, as¨ª, comenzar a levantaran los nuevos edificios. No les ofrecieron dinero, sino la permuta de sus terrenos por una nueva vivienda. ¡°La operaci¨®n era perfecta para las empresas. No pon¨ªan un duro sobre la mesa y ten¨ªan el suelo. El dinero para empezar a construir lo consiguieron de otros interesados en comprar el resto de viviendas que iban a salir de la promoci¨®n¡±, explica indignado Villacorta. Esos vecinos comenzaron a aportar cantidades diversas para garantizarse un sitio en tan privilegiada zona.
Todo comenz¨® bien. Las obras arrancaron. Los vecinos que permutaron sus terrenos recib¨ªan incluso ayudas para alquileres. Hasta que empezaron los temores. ¡°Nos asust¨¢bamos cuando ve¨ªamos que las obras se deten¨ªan, o que pasaban muchos d¨ªas sin ning¨²n obrero. Pregunt¨¢bamos y nos dec¨ªan que no pasaba nada, que en seguida recuperar¨ªan el tiempo perdido¡±, recuerda el afectados. Aunque, al final, sus miedos se hicieron realidad.
La obra se par¨® definitivamente y la empresa, tras a?os de espera, se declar¨® en concurso de acreedores. El plan inicial era terminar el proyecto en 1999. Contemplar el esqueleto de hormig¨®n le duele a los afectados. A muchos les han desahuciado varias veces porque la empresa dej¨® de pagarles el alquiler prometido. Son los casos m¨¢s graves entre el centenar de afectados, ahora unidos en una asociaci¨®n. Algunos denunciaron de forma particular, aunque la fiscal¨ªa no ha apoyado su causa todav¨ªa.
El juicio para cerrar la liquidaci¨®n de la promotora ser¨¢ en abril en C¨¢diz
Ahora, todos est¨¢n pendientes del pr¨®ximo 28 de abril, cuando se celebrar¨¢ la vista para cerrar la liquidaci¨®n de la promotora en el juzgado de lo mercantil. ¡°Ser¨¢ el fin de nuestras aspiraciones porque si se acuerda que pague todo lo que debe, el proyecto de las casas empezar¨¢ de cero¡±, lamenta Villacorta. La empresa ofreci¨® hace meses su propio plan de viabilidad para que el proyecto de construcci¨®n no se parara definitivamente. ¡°Un disparate¡±, en palabras de los afectados. Se les plante¨® una quita de un tercio de lo que ya hab¨ªan pagado y abonar por sus pisos el doble de lo acordado. Se ven como David contra Goliat. ¡°A nosotros nos cuesta pagar nuestros abogados. Ellos han incluido una partida de un mill¨®n de euros para letrados en el concurso de acreedores¡±, denuncia Marcelo Villacorta.
La plataforma de afectados ha presentado su propio plan de viabilidad, muy diferente al planteado por la constructora y esa soluci¨®n judicial que puede suponer la liquidaci¨®n del concurso de acreedores. Su idea es dejar de lado a la constructora y llegar a un acuerdo con la juez y CaixaBank, la entidad financiera que iba a financiar toda la operaci¨®n urban¨ªstica y que es tambi¨¦n una de las perjudicadas en todo este proceso, para que la obra se pueda terminar. ¡°La promoci¨®n es viable. Con apoyo p¨²blico y privado, podemos sacarla adelante¡±, defienden los vecinos, que se resisten a abandonar su sue?o.
Se han reunido ya con el Ayuntamiento, la Junta, CaixaBank, la juez de lo mercantil y el Defensor del Pueblo Andaluz. Lo malo es que han pasado tantos a?os que los interlocutores en todas las instituciones y entidades, han cambiado varias veces. Y cada cambio es volver a empezar. Ellos siguen siendo los mismos. Aquellos a los que en 1991 se les hizo una promesa todav¨ªa por cumplir.
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