El misterio del Grial llega a la Sagrada Familia
Una novela vincula el legendario c¨¢liz a Gaud¨ª y a su templo
?Durmi¨® Subirachs todos estos a?os sobre el santo Grial sin saberlo? En todo caso, dir¨¢n sus detractores, no le inspir¨® mucho.
Una novela con maneras de best seller reci¨¦n aparecida, La piedra de fuego (Grijalbo), del estadounidense Glenn Cooper, bien conocido por La biblioteca de los muertos, juega con la idea de una relaci¨®n entre la Sagrada Familia y el legendario c¨¢liz. En una ficci¨®n que debe mucho a la inacabable moda C¨®digo Da Vinci, Cooper pone a un brit¨¢nico especialista en el Grial que adem¨¢s es descendiente de Thomas Malory (el autor de la reelaboraci¨®n medieval de las leyendas art¨²ricas Le morte d'Arthur) tras la pista de la copa m¨¢s famosa del mundo (con permiso de la FIFA y de la Ensaladera).
El protagonista recala en Montserrat y sigue su pesquisa hasta Barcelona, el parque G¨¹ell y la Sagrada Familia. En el camino da con Excalibur, nada menos, y descubre, y perdonen el irresistible spoiler, que ?Gaud¨ª encontr¨® el Grial! (y no era el turismo japon¨¦s).
La novela es un entretenid¨ªsmo y disparatado pastiche que mezcla thriller arqueol¨®gico (Cooper es licenciado en Arqueolog¨ªa por Harvard), novela hist¨®rica (hay cap¨ªtulos que transcurren en la Jerusal¨¦n romana, en la Inglaterra de la Edad Oscura y medieval, y en la Catalu?a del XIX), ciencia ficci¨®n y pura fantas¨ªa, y que tiene la gracia a?adida de desarrollarse en buena medida en la Barcelona de ahora mismo (los protagonistas compran libros en La Central del Raval, almuerzan en el bar Pinotxo de la Boqueria, cenan en el hotel Espa?a, y se documentan en la Casa Museu Gaud¨ª y en la UPC).
Glenn Cooper considera a Gaud¨ª tan misterioso casi como Shakespeare
El destino quiso que Cooper presentara su novela la semana pasada en una comida en Barcelona coincidiendo con las noticias de la muerte del escultor Josep Maria Subirachs, a quien dijo no conocer, y la venta de la Casa Vicens (que tambi¨¦n aparece mencionada en el libro). Por no hablar del competidor leon¨¦s que la ha salido al supuesto Grial valenciano. ¡°No todos los caminos llevan al Grial en Epa?a, pero hay varios¡±, observ¨® el novelista.
Dijo el autor que es partidario de acabar la Sagrada Familia, aunque solo sea ¡°para sacar las gr¨²as¡±, consider¨® que Gaud¨ª era un avanzado y que en realidad ¡°su ¨¦poca a¨²n no ha llegado¡±. Explic¨® que su inter¨¦s por Gaud¨ª proviene de sus visitas de negocios a Barcelona (es presidente de una empresa de biotecnolog¨ªa de EE UU). Como sus protagonistas, Cooper se aloj¨® en la abad¨ªa de Montserrat (custodia, seg¨²n las leyendas, del Grial) . Y como ellos trat¨® de hacer averiguaciones sobre el c¨¢liz. Tambi¨¦n a ¨¦l los monjes le ri?eron por dar p¨¢bulo al mito y ¡°hacer turismo de Grial¡±. Para Cooper, sin embargo, la conexi¨®n Montserrat-Gaud¨ª es muy importante para explicar la personalidad del arquitecto, al que juzga ¡°casi tan misterioso como Shakespeare¡±. Era ¡°m¨¢s monje que muchos monjes, dudo que llegara a estar con una mujer¡±, sostuvo mientras hablaba de su exigua vida sexual (la del genio) en el segundo plato. En la novela aparece de refil¨®n el frustrado idilio de Gaud¨ª con Pepeta Moreu y como le impuls¨® hacia la Sagrada Familia. Sorprendentemente, en La piedra de fuego no aparecen los nazis ni la visita de Himmler a Montserrat. A Cooper le parece muy sobado.
El autor record¨® que del Grial se ha escrito continuadamente desde hace 600 a?os y consider¨® que su aportaci¨®n, Gaud¨ª aparte, es un argumento que vincula al c¨¢liz con la ciencia, concretamente con la f¨ªsica moderna y la teor¨ªa de supercuerdas (!). ¡°Ten¨ªa que hacer algo fresco y original¡±, dijo. Para Cooper, lo que hace tan interesante el Grial es que es un objeto clave de los or¨ªgenes del cristianismo. A?adi¨® que nada hay m¨¢s fascinante que ¡°buscar algo perdido¡±. Y concluy¨®: ¡°Todo el mundo ama el misterio¡±.
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