Francesc Santacana, un defensor de la industria

Los sentimientos de amistad impiden siempre analizar debidamente el alcance de una trayectoria personal. Cuando quien acaba de desaparecer es una persona como Francesc Santacana, con quien tuve el privilegio de compartir inquietudes y tareas, es dif¨ªcil limitarse a una informaci¨®n rigurosa de su intensa y diversa actividad.

Porque en el caso de Francesc, me es imposible separar su dedicaci¨®n al trabajo y su rigor profesional con la amistad que nos uni¨® desde el momento en que en 1987 le propuse la direcci¨®n de la Fundaci¨®n Bosch Gimpera de la Universidad de Barcelona. Conoc¨ªa ya a Santacana por su brillante gesti¨®n como decano del Col¡¤legi d¡¯Economistes pero no hab¨ªa tenido ocasi¨®n de tratarlo directamente. En la Fundaci¨®n, Francesc extendi¨® incre¨ªblemente las relaciones entre investigaci¨®n y actividades productivas, les dio una organizaci¨®n s¨®lida, incorpor¨® nuevos estudios que as¨ª pudieron inscribirse en la vida universitaria y dot¨® de una estructura sistem¨¢tica a los estudios de formaci¨®n continuada por primera vez en Espa?a. Sus f¨¦rtiles ideas, el entusiasmo que pon¨ªa en lo que se propon¨ªa y la calidad humana que desplegaba ¡ªy su fino sentido del humor¡ª propiciaron nuestra amistad al calor de este trabajo conjunto y de la esperanza de compartir muchos anhelos sobre lo que podr¨ªa ser nuestra sociedad. Aunque suele ser poco frecuente, la amistad se fragua en un trabajo conjunto alcanza una gran solidez, cuando adem¨¢s se comparten aficiones comunes.

Los diferentes trabajos de Santacana obedecen a una idea com¨²n que los integra y les proporciona una notable continuidad. Pero esta idea com¨²n no ha sido aprior¨ªstica sino que la ha ido desarrollando a trav¨¦s de su misma actividad profesional porque, para ¨¦l, el trabajo no se entend¨ªa como una rutina inevitable sino que generaba por si mismo nuevas ideas y abr¨ªa nuevos campos de atenci¨®n que le empujaban a promover y a ampliar las iniciativas o a recrear los objetivos iniciales. Por esto, Francesc exig¨ªa en su trabajo el m¨¢ximo de autonom¨ªa y la instituci¨®n que requer¨ªa sus servicios ganaba con ello un valor a?adido en las tareas que se le propon¨ªan. Su capacidad de intuici¨®n no era improvisada sino que respond¨ªa a lecturas frecuentes y a la pr¨¢ctica del di¨¢logo con amigos y colaboradores, donde el entusiasmo en la expresi¨®n de sus puntos de vista y en la exposici¨®n de sus convicciones se complementaban con la atenci¨®n en escuchar los puntos de vista de los dem¨¢s. Francesc escuchaba y escuchaba con gran inter¨¦s. Exigente en el funcionamiento de las tareas que asum¨ªa, supo rodear su gesti¨®n del calor humano con quienes trabajaban con ¨¦l.

Esta continuidad muestra un primer elemento en la importancia que Santacana atribuy¨® a la industria, anticip¨¢ndose a una obviedad actualmente indiscutible. Como ha se?alado Vicen? Oller, en su incorporaci¨®n en 1966 al Centre d¡¯Estudis i Assessorament Metal¡¤l¨²rgic (CEAM) tom¨® conciencia de la necesidad de proteger y promover la actividad industrial.

Su paso por la direcci¨®n de la Fundaci¨®n Bosch Gimpera le ratific¨® en el convencimiento de que el progreso de una sociedad solo se alcanza si fructifica el contacto entre los emprendedores de la actividad econ¨®mica y los departamentos de investigaci¨®n cient¨ªfica. Este empe?o le persigui¨® hasta el final participando activamente en el programa ESADE Cre¨¢polis que ampliaba las perspectivas de este centro de formaci¨®n empresarial y finalmente promoviendo de manera decisiva en 2002 la Fundaci¨®n Conocimiento y Desarrollo (CYD), con la ayuda de empresarios y universitarios, como foro de estudios y de discusi¨®n con la finalidad de informar y orientar la universidades en el desarrollo econ¨®mico y social.

Pero la actividad de Santacana se ha proyectado en el ¨¢mbito pol¨ªtico, concretamente en un aspecto de la pol¨ªtica que tiene que ver con su quehacer profesional como economista. Y ah¨ª se encuentra el tercer elemento de la continuidad profesional de Francesc Santacana. Adem¨¢s de subrayar la industria y de insistir en la relaci¨®n entre la econom¨ªa y la universidad, la delimitaci¨®n de un territorio sobre el que actuar complementa el arco de su fecunda actuaci¨®n. Para ello, el ¨¢rea metropolitana de Barcelona era el territorio apropiado para la experimentaci¨®n. Francesc Ravent¨®s ha se?alado que la personalidad de Francesc Santacana se ha mostrado plenamente en el Pla Estrat¨¨gic Econ¨°mic i Social de Barcelona, cuando el alcalde Pasqual Maragall ¡ªpreviendo el riesgo que supon¨ªa para la ciudad la interrupci¨®n del impulso de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992¡ª le propuso como coordinador de un plan estrat¨¦gico que deb¨ªa integrar todas las instituciones y dem¨¢s entidades de la vida civil para aprovechar la din¨¢mica lanzada por los Juegos. Hasta su reciente jubilaci¨®n, en el marco del Pla, Santacana no ces¨® de promover, estudiar, consensuar y proponer.

Sin duda, su desaparici¨®n se har¨¢ sentir pesadamente en cada una de estas actividades. Pero es mayor la tristeza y el vac¨ªo que deja en quienes hemos sido sus amigos.

Josep Maria Bricall es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Pol¨ªtica y exrector de la Universidad de Barcelona.