Alma, coraz¨®n y vida
La interpretaci¨®n de Riccardo Muti del R¨¦quiem permiti¨® ver la milagrosa identificacion del director italiano con Verdi
Los tres registros b¨¢sicos en los que se mueve actualmente Riccardo Muti podr¨ªan asociarse conceptualmente al t¨ªtulo de una canci¨®n popular que inmortalizaron Los Panchos: ¡°Alma, coraz¨®n y vida¡±. El concierto de Madrid ayer estar¨ªa asociado al tercero, el de la vida, pero se sustenta y en cierto modo es una consecuencia de los dos primeros. El alma vendr¨ªa de su trabajo permanente como titular de la Sinf¨®nica de Chicago, la orquesta de la perfecci¨®n, donde Muti realiza un trabajo profundo y pleno de inteligencia en el gran repertorio orquestal. El pasado enero se comprob¨® en el Festival de Canarias. Cuando Muti lleg¨® a Chicago una de las primeras decisiones que tom¨® fue precisamente la grabaci¨®n del R¨¦quiem, de Verdi. Fue premiado con varios grammy. El coraz¨®n viene de su vinculaci¨®n con la ?pera de Roma. Es el mundo de su pa¨ªs natal, el de la l¨ªrica y, en particular, el de Verdi, pero tambi¨¦n el de Rossini o Puccini. Sin ir m¨¢s lejos el mes pasado Muti hizo una lectura asombrosa de Manon Lescaut, con Anna Netrebko de protagonista. La orquesta y el coro del teatro romano han adquirido un nivel de calidad importante en los ¨²ltimos a?os. La pasi¨®n de Muti ha dado sus frutos.
R¨¦quiem
El tercer registro, el de la vida, viene de la componente did¨¢ctica natural que Muti posee y se manifiesta en su trabajo con la orquesta juvenil Cherubini, con sus charlas universitarias y, en esta ocasi¨®n, con ponerse al frente de varias agrupaciones para ¨¦l no habituales desde la orquesta y coro del Real hasta el coro de la Comunidad de Madrid. Pocos directores de la talla de Muti, si es que hay alguno, se atreven a un reto semejante. Y con todas las imperfecciones t¨¦cnicas que se quiera, la direcci¨®n de Muti se not¨® ayer. Su Verdi rezum¨® vida por todos los costados.
Fue recibido con ¡°bravos¡±. Natural. La identificaci¨®n de Muti con Verdi es milagrosa. En particular su sentido de la din¨¢mica o la tensi¨®n teatral son asombrosas, pero tambi¨¦n el di¨¢logo entre familias sonoras, o entre voces y orquesta. Todo est¨¢ contrastado, todo tiene un sello de verdad musical. Los cuatro cantantes de ayer est¨¢n familiarizados con el estilo de Muti y eso se percibe con nitidez. Los coros matizaron mucho m¨¢s que en otras ocasiones y las dos orquestas que conviv¨ªan, la de la casa y la Cherubini, se compenetraron y consiguieron juntas un sonido, valga la expresi¨®n, verdiano. La ¡°vida¡± a la que se hac¨ªa alusi¨®n, se beneficiaba del ¡°alma¡± y del ¡°coraz¨®n¡±. Gran direcci¨®n, gran versi¨®n del ¡°R¨¦quiem¡±. Verdi es muy grande, as¨ª interpretado.
El concierto estaba dedicado a Gerard Mortier. Esta vez con todo acierto. De Mortier y Muti fue la idea de este desaf¨ªo. Adem¨¢s Verdi era un buen terreno de juego. Es el compositor de cabecera de Muti y Mortier le admiraba mucho m¨¢s de lo que demostr¨® en Madrid. El recuerdo de los fallecimientos de Manzoni o Rossini, que tanto afectaron a Verdi en la composici¨®n del Requiem, se ve complementado por otra ¡°liberaci¨®n de la muerte eterna¡±, tal y como canta al final de la obra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.