El s¨ªmbolo m¨®vil de la Puerta del Sol

Hay quien defiende ¡ªpor ejemplo, lo ha hecho en estas p¨¢ginas el profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona Joan Nogu¨¦¡ª que un mensaje publicitario puede llegar a trascender el contenido que trata de vender para convertirse en un signo de identidad de una ¨¦poca, de un lugar. Pongamos, la Puerta del Sol de Madrid. Pero ?lo sigue siendo si en vez de en el sitio exacto que ha pasado las ¨²ltimas d¨¦cadas y en que lo ubica el imaginario colectivo se coloca a 130 metros de distancia, coronando otro edificio distinto?

La madrugada de ayer, el cartel del vino T¨ªo Pepe se recoloc¨®, restaurado, en la azotea del n¨²mero 11 de la Puerta del Sol, despu¨¦s de que hace tres a?os se descolgara de la del n¨²mero 1, cuando el gigante tecn¨®logico Apple compr¨® el edificio para colocar una tienda y comenz¨® unas obras que no contemplaban la posibilidad de volver a colocar el anuncio del licor. El Ayuntamiento aleg¨® entonces que no hab¨ªa raz¨®n alguna para obligar al propietario privado a mantener el cartel¨®n.

Pero, entre otras cosas, la presi¨®n popular oblig¨® a las Administraciones (en este caso, a la Comisi¨®n de Patrimonio Hist¨®rico de la Comunidad de Madrid) a buscar la soluci¨®n que se acaba de materializar. ¡°Este anuncio publicitario que ha iluminado campanadas de Nochevieja, cabalgatas de reyes, 15emes y otras manifestaciones, ha puesto fondo a pel¨ªculas, postales, libros... forma parte del paisaje de Madrid, y no pueden eliminarlo¡±, dec¨ªa una de las peticiones por Internet para salvar al T¨ªo Pepe, propiedad de la bodega jerezana Gonz¨¢lez Byass, que reuni¨® m¨¢s de 28.000 firmas.

Sin embargo, hay quien ha defendido durante todo el proceso que ese cartel publicitario no es un s¨ªmbolo que merezca especialmente la pena proteger; alg¨²n arquitecto como Oriol Bohigas o alg¨²n colectivo como la Asociaci¨®n Madrid Ciudadan¨ªa y Patrimonio formado por un activo grupo de ciudadanos. Estos reclaman ahora su retirada, adem¨¢s, porque creen que no tiene sentido ni hist¨®ricamente, ni geom¨¦tricamente ni urban¨ªsticamente donde lo han puesto ahora; es decir, que tiene un ¡°impacto negativo¡±.

Si alguien se coloca en el medio de la plaza, mirando hacia la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid (la casa del Reloj que da las campanadas de A?o Nuevo), el cartel le hubiera quedado antes en el extremo izquierdo, y a partir de ahora le quedar¨¢ justo detr¨¢s, en medio. ¡°Por principio, nosotros creemos que la Puerta del Sol est¨¢ mejor sin carteles, pero no nos opon¨ªamos a que el de T¨ªo Pepe se quedase donde estaba, en un lateral, ocupando justo el mismo ancho del edificio, porque adem¨¢s es cierto que ten¨ªa mucha aceptaci¨®n popular. Pero ahora tiene un protagonismo brutal en mitad de la plaza y, adem¨¢s, est¨¢ en la parte curva, siendo un cartel recto¡± que deja al descubierto una aparatosa estructura met¨¢lica, explica Vicente Pat¨®n, profesor de Arquitectura y miembro de la asociaci¨®n. Pat¨®n asegura, adem¨¢s, que el cartel se coloc¨® a finales de los a?os cincuenta del siglo pasado y no en los treinta, como se hab¨ªa dicho.

La nueva ubicaci¨®n, ¡°en un lugar donde nunca estuvo, es inaceptable, pues no solo constituye un atentado visual al conjunto, sino que no se justifica desde ninguna l¨®gica patrimonial, ni siquiera de la experiencia urbana ni de memoria hist¨®rica colectiva¡±, dec¨ªa el escrito que mand¨® su asociaci¨®n al Ayuntamiento de Madrid el pasado 10 de abril.

¡°Creo que es un cartel que forma parte de la fisionom¨ªa de la plaza de la Puerta del Sol hace muchos a?os y creo que ha quedado muy bien¡±, zanj¨®, por su parte, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez.