?Cajas locales como alternativa?
El modelo alem¨¢n de cajas municipales excluye la expansi¨®n y centra el negocio en su ¨¢rea de influencia
Alemania tiene un modelo de cajas formado por entidades muy arraigadas y muy vinculadas a la administraci¨®n local, pero con bancos estatales de referencia. Existen m¨¢s de 400 cajas de ahorros locales y de tama?o peque?o, cuyo objetivo no es especular sino prestar un servicio financiero a la econom¨ªa productiva de su zona, pero con una diferencia sustancial respecto de las espa?olas. All¨ª atesoran mucho capital de clientes; aqu¨ª todo se basaba en el cr¨¦dito y en operaciones que demandaban un capital que no ten¨ªan.
En Alemania se trata de instituciones, mayoritariamente, de Derecho p¨²blico que act¨²an muy unidas y en funci¨®n de las competencias que derivan de la administraci¨®n local y con la finalidad de lubricar un mercado crediticio que satisfaga las necesidades p¨²blicas. Las cajas representan la tesorer¨ªa de los municipios y las inversiones p¨²blicas pueden ser financiadas a trav¨¦s de las mismas, aunque sin una relaci¨®n de exclusividad que obligue a las partes.
Conocidas popularmente como las cajas de los pobres, deben atender de manera especial a aquellos sectores que, en su ¨¢mbito local, est¨¢n m¨¢s desprotegidos por los bancos, al no resultarles rentables (clases m¨¢s d¨¦biles o peque?os comerciantes) y fomentar el ahorro con condiciones especiales para los m¨¢s j¨®venes, y actividad social y de difusi¨®n de conocimientos econ¨®micos.
Responsabilidad
La exigencia de responsabilidad por la mala gesti¨®n realizada llega a los miembros de los ¨®rganos directivos en Alemania. El r¨¦gimen de responsabilidad de los consejeros excluye en la mayor¨ªa de los casos la inclusi¨®n de cl¨¢usulas en los estatutos que con car¨¢cter general dispensen o minoren su eventual responsabilidad, y se excusa a quienes hayan votado en contra de una decisi¨®n perjudicial para la caja, siempre que hayan documentado sus posiciones cr¨ªticas. En ning¨²n caso se exime de responsabilidad patrimonial a los vocales de los consejos ante una actuaci¨®n ilegal o con resultados perjudiciales para la caja.
Adem¨¢s, tienen limitado territorialmente su ¨¢mbito de actuaci¨®n, es decir, no pueden abrir sucursales ni hacer publicidad fuera del ¨¢mbito territorial de la respectiva Administraci¨®n local (con alguna excepci¨®n), ni tampoco pueden conceder cr¨¦ditos a personas que no est¨¦n domiciliadas o que no tengan abierto un establecimiento dentro de ese ¨¢mbito geogr¨¢fico (tambi¨¦n con alguna excepci¨®n).
Esto impide expansiones como las de la Caja Navarra (CAN) que acabaron por arruinarle, y aventuras urban¨ªsticas especulativas como las emprendidas por Kutxa y por Vital, que perjudicaron seriamente su capacidad de maniobra y de servicio a la comunidad en la que est¨¢n implantadas.
El lado oscuro es que quien responde en caso de problemas es la administraci¨®n p¨²blica local de referencia. Ese es el tal¨®n de Aquiles de quedarse aislado con una peque?a caja, tambi¨¦n en el Pa¨ªs Vasco. Los desajustes del balance, o las exigencias del Banco de Espa?a, las tendr¨ªa que cubrir, en un sistema no bancarizado, las diputaciones forales y los ayuntamientos fundadores.
En Alemania, aunque las cajas mantengan una personalidad jur¨ªdica independiente, constituyen una organizaci¨®n institucional de la Administraci¨®n y, en consecuencia, las funciones que tienen encomendadas deben cumplirse en todo caso, aunque incurran en desequilibrios presupuestarios o p¨¦rdidas patrimoniales: la Administraci¨®n local debe facilitar, si es necesario, a la caja de ahorros los recursos suficientes para equilibrar el presupuesto y garantizar su actividad.
La gran diferencia entre el modelo alem¨¢n y el que ha sucumbido en Espa?a es que en este pa¨ªs las cajas jugaron a crecer y especular con proyectos alejados de los intereses de los ciudadanos de su zona de influencia, con operaciones inmobiliarias o compras de terrenos para agrandar el balance y disponer de mayor margen de maniobra para conceder operaciones de cr¨¦dito. En Alemania las cajas han eludido las actuaciones ruinosas, habituales en Espa?a.
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