Alemania est¨¢ ¡®kaputt¡¯: por qu¨¦ el modelo econ¨®mico ya no funciona en el orgulloso pa¨ªs de los coches
La crisis de Volkswagen es solo la punta del iceberg de un problema m¨¢s grande. La antigua locomotora de Europa ha gripado y debe revisar su sistema industrial, basado en la energ¨ªa rusa barata y las exportaciones a China
El anuncio de que Volkswagen planea cerrar tres f¨¢bricas en Alemania, decenas de miles de despidos y bajadas de sueldo del 10% a toda la plantilla ha ca¨ªdo como un jarro de agua fr¨ªa, un shock colectivo. No pod¨ªa ser menos en un lugar que se define como Autoland, pa¨ªs de coches. Aqu¨ª la industria automovil¨ªstica es mucho m¨¢s que un sector econ¨®mico y la importancia de Volkswagen trasciende su cuenta de resultados o su n¨²mero de empleados. El gigante del motor siempre fue un s¨ªmbolo del poder¨ªo alem¨¢n. Ahora, convertido en el espejo de la crisis industrial del pa¨ªs, sus dificultades golpean donde m¨¢s duele.
Con el PIB anual a punto de contraerse por segundo a?o consecutivo, los problemas de Volkswagen reflejan la dif¨ªcil situaci¨®n de la econom¨ªa alemana. Atrapada en un modelo obsoleto, se ha hecho evidente que el anta?o motor de Europa depend¨ªa del gas ruso barato y de las exportaciones a China. Con la guerra de Ucrania la burbuja ha acabado de estallar. ¡°El antiguo modelo de negocio ya no funciona¡±, titulaba recientemente la revista Focus.
La crisis germana esconde muchas aristas, y ninguna tiene visos de solucionarse en el corto plazo: la migraci¨®n de la gran industria, un panorama demogr¨¢fico cada vez m¨¢s sombr¨ªo, la incapacidad para atraer mano de obra cualificada, infraestructuras en declive y una notable falta de innovaci¨®n. Volkswagen, incapaz de competir internacionalmente, es el s¨ªntoma de un motor que ya no carbura. El Made in Germany ha perdido su esplendor.
¡°Volkswagen no es solo un icono de toda la econom¨ªa alemana, sino tambi¨¦n un s¨ªmbolo del declive de toda la industria¡±, afirma Carsten Brzeski, jefe de Macroeconom¨ªa de ING. La crisis de la empresa ¡°demuestra que una serie de decisiones de gesti¨®n equivocadas, sumadas a cierta arrogancia y subestimaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas y de los competidores, as¨ª como el papel cambiante de China en la econom¨ªamundial, est¨¢n pasando una factura enorme a toda la industria alemana¡±, a?ade en declaraciones a Negocios.
Otro emblema con problemas
En los ¨²ltimos meses se suceden las malas noticias sobre el sector manufacturero. Al anuncio de Volkswagen se suma el de Thyssenkrupp, otro emblema del poder¨ªo industrial germano, en el que peligran miles de puestos de trabajo de su divisi¨®n sider¨²rgica. En septiembre, Meyer Werft, un astillero con m¨¢s de 200 a?os de antig¨¹edad, evit¨® la quiebra gracias a un rescate p¨²blico de 400 millones de euros.
El coloso industrial se tambalea y deja al descubierto las debilidades del modelo econ¨®mico. La producci¨®n industrial ha ca¨ªdo un 20% por debajo de los niveles m¨¢ximos de 2017, seg¨²n datos de Deutsche Bank Research, en lo que su economista jefe, Robin Winkler, calificaba en un an¨¢lisis reciente como ¡°el declive m¨¢s pronunciado de la historia de la Rep¨²blica Federal¡±, es decir, desde el final de la segunda guerra mundial.
Siegfried Russwurm, presidente de la poderosa Federaci¨®n de Industrias Alemanas (BDI), ha advertido de que las reformas que tanto necesita la econom¨ªa alemana no pueden esperar. Seg¨²n las predicciones de un amplio informe elaborado por la consultora Boston Consulting Group y el Instituto Econ¨®mico Alem¨¢n (IW), presentado en septiembre, una quinta parte de la producci¨®n industrial alemana est¨¢ en peligro de desaparici¨®n en cuesti¨®n de pocos a?os, para 2030. ¡°La desindustrializaci¨®n es un riesgo real¡±, declar¨® solemne el capo de la industria. El trabajo, titulado Caminos de transformaci¨®n, constata que Alemania se est¨¢ quedando muy rezagada a nivel internacional. ¡°Alrededor de una quinta parte de la creaci¨®n de valor industrial en Alemania est¨¢ amenazada, la desindustrializaci¨®n progresiva es un peligro real y se convertir¨¢ en una amarga realidad si no se toman medidas decisivas para contrarrestarla¡±, concluye.
La producci¨®n industrial empez¨® a caer antes, y m¨¢s r¨¢pido, que en otros pa¨ªses de la eurozona, apunta Sander Tordoir, economista jefe del instituto de an¨¢lisis Centro para la Reforma Europea (CER, por sus siglas en ingl¨¦s), que constata para Negocios el shock que ha supuesto la guerra de Ucrania para la econom¨ªa del pa¨ªs: ¡°El modelo alem¨¢n descansaba en la energ¨ªa procedente de Rusia y en el crecimiento impulsado por las exportaciones gracias a la demanda de Estados Unidos y China. Estos pilares se han tambaleado profundamente¡±.
La crisis del sector del autom¨®vil, com¨²n a todos los fabricantes europeos, se vive con especial angustia en Alemania, donde es con diferencia el mayor sector industrial por volumen de negocio. Seg¨²n datos de la Oficina Federal de Estad¨ªstica, el 17% de las exportaciones alemanas en 2023 correspondi¨® solo a veh¨ªculos de motor y sus piezas. El sector emplea nada menos que a 770.000 personas. El anuncio de Volkswagen, que por primera vez en sus 87 a?os de historia se plantea cerrar plantas en el pa¨ªs, ha impactado en la opini¨®n p¨²blica. Pese a que el estancamiento de la econom¨ªa se arrastra desde 2020, el pesimismo todav¨ªa no hab¨ªa cundido porque el empleo segu¨ªa siendo un pilar s¨®lido.
Dormirse en los laureles
La crisis del sector se debe, en esencia, a que los fabricantes de coches alemanes se han dormido en los laureles, viene a decir Ferdinand Dudenh?ffer, fundador del Centro de Investigaci¨®n del Autom¨®vil (CAR) y uno de los mayores expertos en el sector. Las marcas germanas se han quedado rezagadas en el desarrollo de veh¨ªculos el¨¦ctricos, sus bater¨ªas y su software, y las pol¨ªticas p¨²blicas no han hecho m¨¢s que agravar el problema, se?al¨® durante un encuentro en Berl¨ªn con corresponsales extranjeros.
Los beneficios se esfuman por las malas cifras de ventas y los elevados costes. Los de Volkswagen cayeron un 14% en el primer semestre; los de BMW, casi un 15%, y en Mercedes-Benz, cerca del 16%. Hay un dato que permite entender bien lo que est¨¢ ocurriendo: entre los 10 coches el¨¦ctricos m¨¢s vendidos en el mundo no hay ninguno alem¨¢n.
Dudenh?ffer asegura que el coche del ma?ana, el de dentro de cinco o diez a?os, es el que circula hoy d¨ªa por China. De ah¨ª que la ¨²nica forma de recuperar el terreno perdido sea aumentar la cooperaci¨®n e invertir todav¨ªa m¨¢s en el pa¨ªs asi¨¢tico: ¡°?C¨®mo salvar la industria del autom¨®vil en la situaci¨®n actual, con la confusi¨®n que tenemos en Alemania y los numerosos problemas industriales? En mi opini¨®n, s¨®lo yendo a donde se construir¨¢ el coche del ma?ana, o sea, a China¡±.
Hay economistas, como Marcel Fratzscher, presidente del instituto de investigaci¨®n econ¨®mica DIW Berlin, que aseguran que el modelo econ¨®mico sigue siendo v¨¢lido, pero debe ser reformado. Los problemas de Volkswagen ¡°afectan a la mayor¨ªa de las empresas industriales alemanas y europeas, por la intensificaci¨®n de la competencia y el aumento del proteccionismo¡±, asegura a Negocios.
¡°El modelo econ¨®mico alem¨¢n se ha basado en la apertura y en la promesa de globalizaci¨®n y es la base del ¨¦xito econ¨®mico y de los altos niveles de renta¡±. Todav¨ªa funciona, afirma, pero ¡°necesita adaptarse a los nuevos avances tecnol¨®gicos y a una competencia m¨¢s dura¡±, subraya. La empresa con sede en Wolfsburgo ¡°sigue siendo muy innovadora, con un gran n¨²mero de patentes cada a?o. El problema es que ha sido complaciente durante demasiado tiempo y no ha sabido adaptarse al nuevo entorno global¡±, a?ade Fratzscher.
¡°Con la transici¨®n ecol¨®gica y la guerra de Ucrania, los precios baratos de la energ¨ªa pertenecen al pasado. Al mismo tiempo, la desglobalizaci¨®n est¨¢ obstaculizando las exportaciones alemanas. El papel de China en la econom¨ªa mundial ha cambiado, pasando de socio comercial a enemigo sist¨¦mico. Esto significa que todo el modelo econ¨®mico ya no funciona. Alemania necesita reformas e inversiones¡±, resume Brzeski.
Dos a?os de contracci¨®n
En los ¨²ltimos meses las predicciones sobre el futuro inmediato de la econom¨ªa alemana no han hecho m¨¢s que empeorar. El Gobierno tuvo que reconocer en octubre que el producto interior bruto se contraer¨¢ por segundo a?o consecutivo, despu¨¦s de haber afirmado pocos meses antes que iba a crecer. Poco, apenas un 0,3%, pero el dato habr¨ªa supuesto que la econom¨ªa empieza a despegar. En lugar de eso, el ministro de Econom¨ªa, el verde Robert Habeck, confirm¨® que la econom¨ªa decrecer¨¢ un 0,2% este a?o. El pasado el PIB se contrajo un 0,3%.
El Ejecutivo confiaba en una reactivaci¨®n de la actividad econ¨®mica en el segundo semestre que no acaba de llegar. La culpa, asegur¨® Habeck, no es tanto de la coyuntura como de los ¡°fracasos de las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, en clara referencia a factores estructurales y a la falta de reformas que arrastra la econom¨ªa alemana. El legado econ¨®mico de Angela Merkel, que publica este mes sus esperadas memorias pol¨ªticas, est¨¢ cada vez m¨¢s cuestionado.
La recuperaci¨®n, por tanto, no llegar¨¢ hasta el pr¨®ximo a?o. Pero seg¨²n el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB alem¨¢n crecer¨¢ s¨®lo un 0,8% en 2025, lastrado por la persistente debilidad del sector manufacturero. De entre las econom¨ªas m¨¢s grandes y ricas del mundo, s¨®lo Italia crecer¨¢ a un ritmo tan lento.
Habeck, por su parte, anunci¨® que el Gobierno prev¨¦ un crecimiento del 1,1% en 2025 y del 1,6% en 2026, una expansi¨®n que en su opini¨®n facilitar¨¢ la conocida como ¡°iniciativa de crecimiento¡±, un paquete de est¨ªmulos aprobada por el tripartito, que consiste en m¨¢s de 40 medidas para impulsar la econom¨ªa, incluyendo exenciones fiscales para las empresas y la reducci¨®n de la burocracia, otro de los grandes obst¨¢culos a la competitividad de las empresas alemanas.
La complicada situaci¨®n econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs se convertir¨¢ en un tema clave de cara a las pr¨®ximas elecciones federales, que que se adelantar¨¢n al 23 de febrero de 2025 -estaban previstas para el 28 de septiembre- despu¨¦s de que el Ejecutivo de coalici¨®n (socialdem¨®cratas, verdes y liberales) se rompiera la semana pasada por sus diferencias irreconciliables en pol¨ªtica econ¨®mica.
El colapso del tripartito que encabezaba Olaf Scholz y la vuelta del presidente electo Donald Trump a la Casa Blanca a?aden incertidumbre y suponen nuevos desaf¨ªos para la mayor econom¨ªa de la Uni¨®n Europea, que se suman a su preocupante declive. Las discrepancias entre los tres socios de la llamada coalici¨®n sem¨¢foro ¡ªpor los colores de sus partidos: rojo, verde y amarillo¡ª en materia econ¨®mica eran tan evidentes que imped¨ªan buscar soluciones conjuntas a la crisis y al agujero de m¨¢s de 13.000 millones del presupuesto para 2025, todav¨ªa sin aprobar.
Socialdem¨®cratas y verdes hab¨ªan exigido la relajaci¨®n de las estrictas normas de gasto que dificultan las inversiones que los dos socios consideran esenciales, en l¨ªnea con el Informe Draghi. Para el l¨ªder del partido liberal y ministro de Finanzas, Christian Lindner, la suspensi¨®n del freno a la deuda, el l¨ªmite constitucional al endeudamiento (limita el d¨¦ficit federal al 0,35% del PIB salvo en casos de emergencia), era una l¨ªnea roja.
Crisis pol¨ªtica
La evidente par¨¢lisis del Ejecutivo a la hora de buscar soluciones ha precipitado la crisis pol¨ªtica. Scholz destituy¨® a Lindner despu¨¦s de que este rechazara las subidas de impuestos o la reforma de los estrictos l¨ªmites autoimpuestos por Alemania para endeudarse, que hac¨ªan pr¨¢cticamente imposible que el Gobierno pudiera emprender medidas de est¨ªmulo de calado.
¡°La econom¨ªa alemana es lo bastante flexible como para crear nuevas empresas y mercados, pero ese proceso se ve frenado por unas infraestructuras desgastadas, las lagunas de digitalizaci¨®n que a¨²n persisten y unos mercados de capitales lentos¡±, explicaba Tordoir a Negocios antes de la crisis de Gobierno.
¡°La ausencia de un plan econ¨®mico exterior se ve agravada por la falta de inversi¨®n p¨²blica o de reformas durante los 16 a?os de mandato de la excanciller Merkel. La infraestructura f¨ªsica de Alemania ha deca¨ªdo tras m¨¢s de una d¨¦cada de apretarse el cintur¨®n a nivel nacional, estatal y local. Es necesario un impulso de la inversi¨®n p¨²blica para colmar las lagunas. Esto podr¨ªa producirse tras unas nuevas elecciones, cuando pueda reformarse el freno a la deuda¡±, a?ad¨ªa.
Tras conocerse la ruptura de los socios y el adelanto electoral, Tordoir asegura que la crisis a?ade incertidumbre ¡°a una econom¨ªa que ya est¨¢ envuelta en el miedo¡±, con los hogares y las empresas en modo ahorro tras varios a?os de estancamiento. Sin embargo, cree que puede tener un efecto positivo: ¡°La constelaci¨®n actual no permit¨ªa hacer pol¨ªtica alguna y la situaci¨®n empeoraba paulatinamente¡±. Ante la disyuntiva de seguir un a?o m¨¢s en permanente atasco pol¨ªtico o apostar por un cambio, Scholz ha optado por lo segundo. ¡°Trump hace m¨¢s urgente la capacidad de Berl¨ªn para gobernar¡±, asegura.
El Ejecutivo es consciente de que las constantes peleas entre los tres socios han perjudicado a la econom¨ªa alemana. ¡°El debate pol¨ªtico en Alemania y Europa no proporciona actualmente a las empresas, y quiz¨¢ tampoco a los consumidores, una br¨²jula clara sobre el rumbo a seguir¡±, reconoci¨® el ministro Habeck en octubre. ¡°Hay preocupaci¨®n por la posible incapacidad de actuaci¨®n de la coalici¨®n de Gobierno entre socialdem¨®cratas, verdes y liberales, formaciones que persiguen obviamente objetivos diferentes¡±, advirti¨® tambi¨¦n Geraldine Dany-Knedlik, la jefa de previsiones y pol¨ªtica econ¨®mica del DIW durante la presentaci¨®n en Berl¨ªn del informe conjunto de los principales institutos econ¨®micos del pa¨ªs, a finales de septiembre.
Una encuesta en la televisi¨®n p¨²blica ha mostrado por primera vez en mucho tiempo que los alemanes vuelven a considerar la econom¨ªa el problema m¨¢s importante del pa¨ªs, solo por detr¨¢s de la inmigraci¨®n. El sondeo se public¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de otra mala noticia econ¨®mica, la decisi¨®n del gigante estadounidense de chips Intel de dejar en suspenso sus planes de construir una planta de 30.000 millones de euros en Alemania. La inversi¨®n promet¨ªa crear 3.000 puestos de trabajo.
Los a?os en los que la normalidad para Alemania era una econom¨ªa en constante crecimiento, con productos fabricados con energ¨ªa barata y gran demanda en el mercado internacional ya son pasado. Y tardaran en volver: no se vislumbran mejoras en el corto plazo, como destaca el informe de los institutos. La locomotora europea ¡°lleva m¨¢s de dos a?os estancada¡±, escriben. Dos a?os seguidos de recesi¨®n, algo que no ocurr¨ªa desde hace m¨¢s de 20 a?os, y que obligan a Alemania a reinventarse como naci¨®n industrializada.
Alemania teme las consecuencias de la victoria de Trump
La victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos inquieta a toda la Unión Europea, pero especialmente a Alemania, que destina el 10% de sus exportaciones al mercado estadounidense, su primer socio comercial. Los economistas llevan semanas advirtiendo sobre un segundo mandato de Trump y las muy probables nuevas tensiones que se generarán. “Una guerra comercial entre EEUU y Europa podría suponer la pérdida de hasta 180.000 millones de euros para la economía alemana durante los cuatro años de mandato”, avisaba pocos días antes de la votación un informe del Instituto Económico Alemán (IW).
El republicano ha amenazado con aumentar los aranceles sobre las importaciones hasta el 10% o incluso el 20%, lo que “golpearía duramente a las empresas alemanas, especialmente a las de automoción e ingeniería mecánica, que son fuertes exportadoras”, aseguran los autores, para quienes la respueseta que plantea la UE -responder a las subidas de aranceles con subidas- “es la correcta. “Un contraataque perjudica más a EE.UU. que a la UE, argumentan. "En el mejor de los casos, la amenaza de represalias por parte de la UE podría ser suficiente para poner a Trump en su sitio", afirma una de las autoras, Samina Sultan: "Además, ambos socios deben darse cuenta de que una asociación de iguales refuerza la posición los dos frente a China".
El riesgo de que las políticas de Trump afecten a la economía del bloque es real, opina Carsten Brzeski, jefe de Macroeconomía del banco ING. “Una nueva guerra comercial podría empujar a la economía de la eurozona de un crecimiento lento a una recesión en toda regla”, asegura. Que podría adelantarse a finales de este año por la propia incertidumbre, a pesar de que los aranceles probablemente no empezarían a afectar a Europa hasta finales de 2025, explica.
“Alemania está tirando a la baja de los resultados económicos de la Eurozona en general: es una de las economías que menos crece, y eso que es la más grande”, señala Sander Tordoir, economista jefe del instituto de análisis Centro para la Reforma Europea (CER, por sus siglas en inglés). La manida frase de que “si Alemania estornuda, Europa se constipa” sigue siendo válida en las circunstancias actuales. “Desde los aranceles comunitarios al vehículo eléctrico hasta la oposición de Berlín a la adquisición del Commerzbank por el banco italiano Unicredit, el miedo a la desindustrialización está haciendo que Alemania se repliegue sobre sí misma en lugar de liderar a Europa hacia soluciones”, lamenta Tordoir.
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