Bochornoso

Todo hace indicar que el sistema para repartir y verificar los cursos de formaci¨®n en Andaluc¨ªa era cuando menos tan imperfecto como el establecido para las subvenciones de los ERE. Adem¨¢s de coincidir en la imperfecci¨®n, tambi¨¦n hay muchas similitudes en la generosidad de las cuant¨ªas: montones de millones con los que regar una comunidad aut¨®noma con los ¨ªndices de paro m¨¢s altos de la Uni¨®n Europea. Como ante esta lacra del desempleo todo presupuesto era peque?o para atajar este drama, todo el mundo dio por buena cualquier f¨®rmula para agilizar la gesti¨®n de este dinero siempre que participara del reparto.

Al igual que ocurri¨® con el caso de los ERE, el Gobierno del PSOE en la Junta ha decidido enfocar este nuevo esc¨¢ndalo desde la perspectiva de la cantidad y sus primeras explicaciones est¨¢n en la l¨ªnea de minimizar el montante de las ayudas afectadas por las supuestas irregularidades, como si un grado de pestilencia en la gesti¨®n del dinero p¨²blico tuviera que ser asumible. La otra justificaci¨®n tambi¨¦n es conocida, la de que ha sido la propia Administraci¨®n la que inici¨® la investigaci¨®n interna antes de que se destapara el esc¨¢ndalo, que es una especie de huida hacia delante ech¨¢ndole la culpa a los de atr¨¢s. Como si los gobiernos que otorgaron las ayudas antes de que llegara Susana D¨ªaz a la Junta fuesen de un partido distinto al suyo.

Como en pol¨ªtica casi nunca se aprende de los errores, los socialistas llevan camino de tropezar con los cursos de formaci¨®n en la misma piedra que en la de los ERE: el de negar la evidencia. Y las evidencias fueron advertidas por la C¨¢mara de Cuentas en 2004, cuando alert¨® de ¡°un manifiesto desorden en la concesi¨®n de las ayudas ¡° y ¡°una continua ausencia de justificaci¨®n del gasto realizado¡±. Un c¨²mulo de irregularidades que este organismo resumi¨® en tres palabras: ¡°Numerosas, persistentes y graves¡±. De poco sirvi¨® el informe, ya que todo se sigui¨® haciendo como siempre.

Hace unos d¨ªas la presidenta de la Junta, Susana D¨ªaz, en una entrevista en este peri¨®dico, anunciaba en tono categ¨®rico una aut¨¦ntica obviedad: que el que haya actuado mal en los cursos de formaci¨®n ¡°lo va a pagar¡±. Eso, ser¨¢ un quehacer de la Justicia. El suyo deber¨ªa ser otro: explicar qui¨¦nes fueron los responsables de un sistema de control que permit¨ªa dar ayudas y subvenciones para cursos de formaci¨®n a parados sin exigir luego las facturas de hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo de euro gastado. En esa misma entrevista, Susana D¨ªaz reconoci¨® que el caso de los ERE est¨¢ siendo ¡°bochornoso¡±. Habr¨¢ que esperar, pero el asunto de los cursos de formaci¨®n tiene toda la pinta de acabar con el mismo adjetivo calificativo.

@jmatencia