Tensi¨®n no es crispaci¨®n
Catalanes contrarios a la independencia niegan que exista confrontaci¨®n social, pero advierten de que el debate puede acabar en intimidaci¨®n
¡°Con la familia que tienes no s¨¦ c¨®mo puedes pensar as¨ª¡±, le espet¨® una paseante al periodista Javier Sard¨¤ mientras ¨¦ste firmaba ejemplares de su libro S¨ª-S¨ª o S¨ª-Noel pasado 23 de abril, d¨ªa de Sant Jordi en Barcelona. Por ¡°pensar as¨ª¡± se entiende la defensa que Sard¨¤ hace en el libro de un cambio en las relaciones entre Catalu?a y el resto de Espa?a pero evitando la ruptura y dentro de un marco federal. Sard¨¤ admite que qued¨® descolocado: ¡°No s¨¦ si debo cambiar de familia o de pensamiento¡±, bromea.
Para el periodista catal¨¢n el encontronazo con esa ciudadana an¨®nima no deja de ser ¡°una an¨¦cdota sin importancia¡±, pero entre los sectores que en Catalu?a se desmarcan del independentismo estos episodios generan disparidad de sentimientos. Mientras unos lo ven como una consecuencia l¨®gica de ir a contracorriente en un momento de gran efervescencia soberanista, otros lo consideran una verdadera amenaza para el pluralismo pol¨ªtico. Seis de estas personas con perfil p¨²blico ¡ªacad¨¦micos, periodistas y empresarios¡ª explican su punto de vista a EL PA?S. Todos coinciden en que no ven en la calle la ¡°crispaci¨®n¡± a la que el l¨ªder del PSC, Pere Navarro, atribuy¨® la agresi¨®n que sufri¨® hace una semana.
La soci¨®loga Marina Subirats llama a no confundir t¨¦rminos. ¡°Hay que distinguir entre crispaci¨®n real y lo que aparece en los medios, pues normalmente las mayores tensiones no son las que m¨¢s afloran¡±, afirma. Lo dice con relaci¨®n a la crisis econ¨®mica, cuyas consecuencias, cree, se reflejan menos de lo que se est¨¢ haciendo con el debate catal¨¢n: ¡°Lo que produce una gran angustia es la pobreza real, la p¨¦rdida de becas, el miedo a perderlo todo y la falta de una direcci¨®n pol¨ªtica clara¡±. En su opini¨®n, una parte importante de catalanes, entre ellos muchos j¨®venes, han decidido hacer frente a esta situaci¨®n apostando por la v¨ªa independentista. ¡°La gente se ha fabricado su propio bote salvavidas¡±, sostiene.
Vict¨°ria Camps, catedr¨¢tica de ?tica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, todav¨ªa abre m¨¢s el foco de todo lo que est¨¢ generando tensi¨®n en la sociedad catalana. Y muchos de los motivos, afirma, son compartidos en buena parte de Europa: ¡°Las causas son la crisis, el desprestigio de la pol¨ªtica, la falta de credibilidad de los l¨ªderes. M¨¢s que crispaci¨®n, hay mucha gente enfadada porque solo se habla de un tema¡±.
La dise?adora Paloma Santaolalla ve la situaci¨®n ¡°a a?os luz¡± de Euskadi
Lo que incluso buena parte del soberanismo admite es que la tensi¨®n pol¨ªtica en Catalu?a se encuentra en cotas m¨¢ximas. Algunos, pocos, lo comparan con el debate sobre el refer¨¦ndum de la OTAN de 1986, en el que en Catalu?a se impuso el ¡°no¡±. El catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona Francesc Granell, partidario entonces de mantenerse en la OTAN y detractor ahora de la independencia, vive los dos episodios de manera muy diferente. ¡°Entonces todo mi entorno estaba a favor de quedarnos en la OTAN, ahora es otra cosa¡±, dice, al tiempo que admite sentirse ¡°en minor¨ªa¡±.
Sard¨¤ tambi¨¦n marca distancias con la gran tensi¨®n pol¨ªtica que hubo en Espa?a en los ¨²ltimos a?os de los Gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, singularmente con la guerra de Irak. ¡°En aquella ¨¦poca fui muy cr¨ªtico siempre que lo cre¨ª oportuno, y acab¨¦ llevando escolta durante tres a?os¡±, dice marcando distancias con la situaci¨®n actual. Esto no quita, insiste, la incomodidad de la actual situaci¨®n: ¡°En Madrid me llaman catal¨¢n de mierda y en Barcelona resulta que soy un espa?olista¡±.
M¨¢s cr¨ªtico se muestra el catedr¨¢tico de Filosof¨ªa y cara visible de la plataforma Federalistas de Izquierda, Manuel Cruz. ¡°El proceso soberanista tiene una fuerte presencia en la calle, algo que genera euforia en las filas independentistas pero provoca casi intimidaci¨®n en los que no lo son¡±, remarca. Cruz lamenta que en el caso de la agresi¨®n a Pere Navarro el ¡°oficialismo¡± haya rechazado cualquier relaci¨®n de este episodio con el proceso soberanista. ¡°Insisten en que el movimiento es alegre y tolerante, pero esto no quita que algunos puedan sentirse intimidados. Es algo que no puede negarse sin m¨¢s¡±, apunta.
De momento lo que s¨ª parece muy lejos es cualquier paralelismo con el Pa¨ªs Vasco. Pese a algunos intentos de vincular ambos procesos pol¨ªticos por parte de sectores radicales de ambos bandos, muy pocos ven relaci¨®n alguna. La empresaria y dise?adora de moda Paloma Santaolalla, afincada en Barcelona tras vivir muchos a?os en Euskadi, confiesa que el debate soberanista le incomoda por la divisi¨®n que puede generar en familias y amigos. ¡°Es un debate que personalmente me agobia¡±, dice. Con todo, marca distancias entre Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco. ¡°Las dos situaciones est¨¢n a a?os luz, por la ausencia de violencia pero tambi¨¦n por otras cosas. No les veo relaci¨®n alguna¡±.
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