Catalu?a reivindica a su principal pintor barroco, Antoni Viladomat
El artista del Tricentenario protagoniza cinco exposiciones en cuatro ciudades
Fue el m¨¢ximo exponente del barroco catal¨¢n y en su ¨¦poca goz¨® de una inmensa popularidad, pero su estela fue decayendo hasta que su obra se olvid¨® casi completamente. Ahora, tras cinco a?os de trabajos y pesquisas documentales, Catalu?a aprovecha las celebraciones del Tricentenario para reivindicar la figura de Antoni Viladomat (Barcelona, 1678 - 1755) con cinco exposiciones, que exploran todas las facetas de su trayectoria. "Son muestras complementarias, que tienen tambi¨¦n sentido de forma aut¨®noma, si bien en conjunto ofrecen una visi¨®n prism¨¢tica de este gran cronista de la Catalu?a barroca", indic¨® el comisario del proyecto Francesc Miralpeix.
Seg¨²n Pepe Serra, director del Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), el proyecto, que se despliega en cinco centros de cuatro ciudades, resulta mod¨¦lico de un trabajo en red, que desde el buque insignia de los museos catalanes se quiere promover cada vez m¨¢s. El MNAC participa con La obra gr¨¢fica de un precursor, una muestra peque?a, pero muy reveladora, ya que re¨²ne los primeros dibujos catalanes que se conservan, procedentes de la colecci¨®n Casellas. ¡°Antes de Viladomat los dibujos de los pintores pr¨¢cticamente no se guardaban, tan s¨®lo tenemos algunos de escultores¡±, asegur¨® Miralpeix, que defini¨® a Viladomat como un artista completo y heterog¨¦neo, con un importante taller y una concepci¨®n moderna del trabajo que desarrollaba en dos vertientes: los encargos y las obras para vender en la tienda.
Su especialidad era la pintura religiosa pero tambi¨¦n hizo bodeg¨®n y paisaje
El comisario ha elegido un centenar de piezas, es decir un tercio de las 280 pinturas y 40 dibujos que se conservan, aunque se sabe con seguridad que muchas han sido destruidas en saqueos e incendios o siguen perdidas. Dado que la mitad de las obras seleccionadas son in¨¦ditas para el p¨²blico, m¨¢s que de un redescubrimiento se trata de un descubrimiento en toda regla.
El s¨¢bado el Museo de Arte de Girona dar¨¢ inicio al d¨ªa inaugural con la apertura de El hombre, el artista, la obra, un recorrido por las claves del ¨¦xito de Viladomat, a trav¨¦s de un conjunto de objetos (sellos, monograf¨ªas, dedicatorias y otras memorias de diferentes generaciones) y una selecci¨®n de sus mejores telas en todos los g¨¦neros que toc¨®, incluido el Autorretrato recientemente hallado en el fondo del MNAC. "Su especialidad era la pintura religiosa, pero cuando la burgues¨ªa barcelonesa empez¨® a demandar tem¨¢ticas m¨¢s desenfadadas, se dedic¨® al bodeg¨®n, las escenas costumbristas, los paisajes y las alegor¨ªas, con la misma eficacia y talento", afirm¨® el comisario.
La vertiente pedag¨®gica de Viladomat, protagonista de El relato pintado, la muestra del Museo de Lleida, se plasma en el ciclo de la vida de San Francisco, quiz¨¢s su conjunto m¨¢s c¨¦lebre.
En la ciudad de Lleida se mostrar¨¢n su 'Sant Sopar' y Santa Quit¨¨ria
Sin embargo las estrellas de la exposici¨®n leridana son dos pinturas recientemente restauradas, que habitualmente cuelgan en el convento de clausura de las Carmelitas Descalzas; una de sus telas m¨¢s grandes, el Sant Sopar y una representaci¨®n de Santa Quit¨¨ria,</CF> importante por la vista in¨¦dita de la Lleida del siglo XVIII en el fondo.
El Museo de Matar¨®, que en 1990 organiz¨® la primera muestra de Viladomat, centra su propuesta en el conjunto de los Dolores de la Iglesia de Santa Mar¨ªa, que participa con su Museo Archivo. Las decoraciones de esta capilla, empezadas por Joan Gallart, que muri¨® inesperadamente en el asedio de Barcelona, le reportaron gran fama y prestigio, as¨ª como los veinte lienzos que decoraban las capillas de la iglesia de los Jesuitas de Barcelona, completamente destruida en 1936.
"Desde 1730 y hasta su muerte, el estilo de Viladomat evolucion¨® significativamente. Sus ¨®leos se volvieron m¨¢s luminosos y su paleta m¨¢s heterog¨¦nea, aunque no abandon¨® nunca los modelos de referencia de la pintura barroca italiana", concluy¨® Miralpeix, que con motivo del m¨²ltiple evento publica la primera gran monograf¨ªa razonada del pintor.
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