IVAM, el concurso y los colegas
Frente a la l¨®gica de la acci¨®n p¨²blica, la elecci¨®n del director va a quedar secuestrada por los intereses de un clan selecto
Seg¨²n las cr¨®nicas, parece que la Consejer¨ªa de Cultura ha encontrado un comit¨¦ de selecci¨®n a la altura de sus necesidades de legitimaci¨®n en ese hasta ahora hostil campo de las artes pl¨¢sticas. Los titulares destacan que ¡°en manos de expertos con experiencia¡±, ¡°reconocidos directores¡± ¡°elegir¨¢n a su colega¡± en el IVAM.
La cuesti¨®n principal es que parece que el ¨²nico compromiso que le exigen al futuro directora directora es que se esfuerce por aprender valenciano, pero quedan sin definir cu¨¢les son los objetivos del IVAM. La consejer¨ªa renuncia a ejercer su responsabilidad en el ¨¢mbito de la definici¨®n de las pol¨ªticas culturales, para endos¨¢rsela al ¡°proyecto del candidato o candidata¡± que ser¨¢ juzgado por ¡°sus colegas¡±.
El prestigio, la reputaci¨®n profesional y los ingresos futuros de un director o directora de un museo de arte contempor¨¢neo p¨²blico no queda definido ni por la excelencia en el modelo de gesti¨®n, ni por el cumplimiento eficaz del encargo de una determinada pol¨ªtica cultural, ni por la calidad en la prestaci¨®n del servicio a los usuarios del museo. El nivel de un director de museo queda definido por lo que piensen ¡°su grupo¡± de referencia que b¨¢sicamente son¡ las otras y otros directores de museos, que componen ese colegio invisible del que ha echado mano la consejer¨ªa para montar su comit¨¦. As¨ª, para aumentar el cach¨¦ profesional de un responsable de un museo de arte contempor¨¢neo, nada mejor que alguna disputa sonada con alg¨²n responsable pol¨ªtico. El incremento del salario en el pr¨®ximo museo ser¨¢ proporcional a su heroica lucha frente a la pretensi¨®n de reducir su autonom¨ªa art¨ªstica.
Pero sepan que la l¨®gica p¨²blica que debe orientar la acci¨®n de un museo p¨²blico nos indica que los objetivos del museo deben quedar definidos por los pol¨ªticos (que para eso los elegimos) y que los directores deber¨ªan limitarse a reclamar autonom¨ªa t¨¦cnica y art¨ªstica para conseguir dichos objetivos y responsabilizarse de su ¨¦xito o fracaso cuando los consigan o no. Ser¨ªa por tanto cometido de Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¤ determinar las proporciones en la funci¨®n de objetivos, y optar sobre si la visi¨®n del museo es educar a la poblaci¨®n en el arte moderno, o ampliar las audiencias, o educar y generar h¨¢bitos de pr¨¢cticas culturales, o contribuir a la calificaci¨®n del espacio urbano afectado, o transmitir un determinado relato de arte contempor¨¢neo, o activar la comunidad creativa, o provocar visitas de turistas, o dinamizar el mercado del arte, o provocar el pensamiento cr¨ªtico, o visibilizar el arte realizado por mujeres, o cualquier combinaci¨®n de objetivos que fuera leg¨ªtima desde la ¨®ptica de la agenda p¨²blica. Y ya, el colmo de la responsabilidad ser¨ªa componer un sistema de indicadores que permitiera de manera transparente evaluar si se alcanzan o no los objetivos.
Pero ante la acomplejada impericia de los policy makers, la casta de los directores de museo se ha subrogado el derecho de interpretar cu¨¢les son las necesidades y demandas de una comunidad, que misteriosamente suele coincidir con su idiosincr¨¢tica, personal, original y creativa visi¨®n del mundo del arte contempor¨¢neo. Borja-Villel, afirmaba sobre su cambio del MACBA al Reina Sof¨ªa: ¡°La gracia de todo esto es que en el pasado me hab¨ªan ofrecido venir con Carmen Calvo y no quise, no tocaba, estaba en pleno desarrollo de mi proyecto en el Macba. Ahora s¨ª porque ya termin¨¦ lo que quer¨ªa hacer, y si sigues mucho tiempo en una instituci¨®n, la matas, se anquilosa. Ahora no he sido nombrado, he sido elegido". Son la nueva clase de los elegidos inter pares que desarrollan sus proyectos ante las cohortes de pol¨ªticos, ciudadanos y medios de comunicaci¨®n papanatas. Son artistas, por segunda derivada, irresponsables, ya que al proceso creativo no se le puede exigir responsabilidades, mientras trituran presupuestos p¨²blicos. Solo recordar a modo de an¨¦cdota que el presupuesto m¨¢s bajo de toda la historia del IVAM es aproximadamente la misma cantidad que se destina a toda la red de escuelas de m¨²sica que afecta directamente a casi 50.000 estudiantes de m¨²sica
El documento de ¡°buenas pr¨¢cticas¡± propone desvincular el ciclo pol¨ªtico del ciclo de la direcci¨®n de una instituci¨®n, pero eso ?no deber¨ªa implicar la necesidad de generar alg¨²n consenso con la oposici¨®n? ?No deber¨ªa haber en la comisi¨®n que elegir¨¢ al futuro director o directora del IVAM? alguien del Consell Valenci¨¤ de Cultura, que es el ¨®rgano estatutariamente responsable de asesorar a la pol¨ªtica cultural de la Generalitat Valenciana?, ?No deber¨ªa haber alguien representante de los intereses de la ciudadan¨ªa que paga los impuestos?. ?No deber¨ªa haber alguien que no solo supiera de museos y arte, sino tambi¨¦n de econom¨ªa y museos, sociolog¨ªa y museos, urbanismo y museos, innovaci¨®n y museos?
Les aseguro que no por ninguna maldad intr¨ªnseca de sus componentes sino por el cl¨¢sico ¡°problema de agencia¡±, pero la elecci¨®n de la direcci¨®n del IVAM, frente a la l¨®gica de la acci¨®n p¨²blica, va a quedar secuestrada por los intereses de ese clan selecto de gur¨²s del arte contempor¨¢neo. Que tambi¨¦n tenemos que decir que en t¨¦rminos de s¨ªndrome de Estocolmo, mejor que ese sea el caso que el de los intereses de la esposa de un influyente consejero de Territorio y Vivienda, pero que en ¨²ltima instancia significa reducir y usurpar los grados de soberan¨ªa y libertad de la ciudadan¨ªa.
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