El gusto burgu¨¦s por el arte
Una exposici¨®n muestra el inter¨¦s de la familia vizca¨ªna Rochalt por la pintura
Una exposici¨®n del Museo de Bellas Artes de Bilbao recoge el inter¨¦s por el arte, especialmente la pintura, de varios miembros de la familia Rochelt, un apellido relevante en la alta burgues¨ªa vizca¨ªna del siglo XIX de ascendencia centroeuropea. La muestra est¨¢ compuesta por un total de 71 obras de pintura, realizadas por nueve miembros varones de la citada familia, procedente de la regi¨®n checa de Bohemia y afincada a principios del XIX en Bizkaia.
Los Rochelt, una familia bilba¨ªna vinculada al arte expone obras de artistas aficionados, poco frecuentes en el c¨ªrculo de museos. Varias generaciones de los Rochelt, enlas ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XIX y principios del XX, mantuvieron una estrecha relaci¨®n con el arte en los ratos libres que les dejaban sus actividades industriales y entablaron amistad y relaci¨®n con varios de los principales pintores vizca¨ªnos de la ¨¦poca como Guinea, Barroeta, Guiard y Regoyos, entre otros.
Su amistad con estos artistas les llev¨® a salir juntos al campo a plasmar paisajes y escenas costumbristas de la vida rural del XIX, principalmente, tanto en acuarela como en ¨®leo y dibujos en tinta sobre papel, y a aprender de sus t¨¦cnicas y visi¨®n art¨ªstica.
Aunque la muestra acoge la obra de nueve pintores de la familia, el n¨²cleo m¨¢s importante lo constituye el trabajo de cuatro de ellos, todos hermanos: Juan, Ricardo, Gustavo y Juan Jos¨¦ Rochelt. Aunque desarrollaron distintas facetas art¨ªsticas, la m¨¢s relevante de ellas fue la pintura.
El comisario, MIkel Lertxundi, ha destacado que, a trav¨¦s de la obra de los Rochelt, tambi¨¦n se puede observar el desarrollo del arte vizca¨ªno en el siglo XIX, ya que, gracias a su amistad con los artistas anteriormente citados, se vieron influenciados por las corrientes pict¨®ricas m¨¢s actuales que ¨¦stos trajeron a Bizkaia.
La contemplaci¨®n de sus paisajes y escenas costumbristas, de Bizkaia fundamentalmente, pero tambi¨¦n de Cantabria, Gipuzkoa y Barcelona, permite al espectador hacerse una idea de como eran algunos lugares antes de que viesen cambiada su fisonom¨ªa por el desarrollismo urbano e industrial de la segunda mitad del siglo XX. La exposici¨®n se completa con siete cuadros de Anselmo Guinea, Juan de Barroeta, Adolfo Guiard, Dario de Regoyos, Carlos de Haes y Jaime Morera propiedad del Museo bilba¨ªno que permiten al espectador reconocer la influencia que ejercieron sobre los aficionados Rochelt.
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