Las bicicletas erosionan Abantos
La proliferaci¨®n de ciclistas, sobre todo de amantes del descenso extremo que no respetan los caminos, est¨¢ destrozando el monte
Las laderas del monte Abantos, en San Lorenzo de El Escorial, parecen un mosaico de peque?as veredas y trochas que descienden entre la vegetaci¨®n por cualquier lugar. Las sendas han ido apareciendo seg¨²n aumentaban los ciclistas que se abren hueco sin tener en cuenta que su actividad debe ser compatible con la naturaleza. Los que m¨¢s da?o infringen al terreno son los aficionados al descenso extremo, que montan bicicletas m¨¢s pesadas y con ruedas de mayor grosor. Algunas de estas veredas aparecen taponadas con ramas y piedras en un intento de evitar su uso y la gran erosi¨®n que la mala pr¨¢ctica de este deporte produce. En este lugar se combinan todos los ingredientes para provocar un da?o completo: zona sur, sol y suelo pobre.
¡°Cuando eran pocos no hab¨ªa gran problema. Pero, ahora, van por donde quieren y destrozan las laderas¡±, comenta Francisco Hern¨¢ndez, vecino y tambi¨¦n ciclista, mientras anda por una pista forestal asfaltada que conduce al puerto de Malag¨®n. El camino es ancho y agradable.
De repente, aterrizan en la pista tres ciclistas. Salen de una peque?a trocha abierta en la empinada ladera sur del monte Abantos. La velocidad excesiva invita a gritar: ¡°m¨¢s despacio¡±. Seguramente al aire, porque se desvanecen tan r¨¢pido como se presentaron, dejando una estela de sobresalto de la que uno no se desprende en todo el trayecto. Son amantes del descenso en bicicleta extremo, por laderas empinadas, esquivando piedras y obst¨¢culos. Cuanto m¨¢s deprisa y dif¨ªcil, mejor.
Los agentes forestales y del Servicio de Protecci¨®n a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) se topan con un vac¨ªo legal a la hora de luchar contra estas malas pr¨¢cticas. El plan de ordenaci¨®n de los recursos naturales (PORN) de la Sierra del Guadarrama, publicado en enero de 2010, limita la circulaci¨®n de bicicletas de monta?a a pistas forestales y caminos de tres metros de ancho, as¨ª como a otros caminos p¨²blicos tradicionalmente utilizados. Los agentes se topan en el d¨ªa a d¨ªa con el problema de lo subjetivo del t¨¦rmino tradicional. Sin embargo, el borrador del mismo PORN concretaba que esas v¨ªas ten¨ªan que aparecer en la cartograf¨ªa oficial. Algo que, de forma sorprendente, desapareci¨® en el documento que finalmente se aprob¨®.
Debido a la proliferaci¨®n de ciclistas por la sierra madrile?a, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente ha editado un dec¨¢logo para el uso responsable de la bicicleta en el medio natural. Hacen hincapi¨¦ en respetar la circulaci¨®n por los caminos permitidos o circular a velocidad moderada y evitar derrapes, entre otras recomendaciones. Tienen previsto comenzarlo a repartir en tiendas de bicicletas.
Tambi¨¦n han ordenado el uso ciclista en el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama con 22 sendas que cubren 382 kil¨®metros. ¡°Perfecto, ahora solo falta que se den un paseo por el monte Abantos y vean en qu¨¦ se ha convertido¡±, se queja el vecino de San Lorenzo. Porque, incluso los que antes eran caminos perfectos para andar, se est¨¢n llenando de baches y grandes agujeros por culpa del paso de las bicicletas y de la falta de mantenimiento.
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