China Forbes, la diva que recuper¨® la voz
La cantante titular de Pink Martini regresa al frente de la banda estadounidense tras superar sus problemas en las cuerdas vocales
Todos tenemos pesadillas. La peor que puede concebir un cantante es, claro, quedarse sin voz. China Forbes (Cambridge, Massachusetts, 1970) no fue v¨ªctima de un mal sue?o en una noche desasosegada. Lo suyo result¨® angustiosamente real: en junio de 2011 pas¨® por el quir¨®fano para que le extirparan unos p¨®lipos de las cuerdas vocales, hubo de permanecer dos semanas en silencio sepulcral y solo a partir del d¨ªa 15 supo que su voz, impecable, hab¨ªa regresado para quedarse. Esta noche, en el Teatro Lope de Vega, podr¨¢n comprobarlo los muchos y muy variopintos seguidores que su banda, Pink Martini, acredita en la ciudad. La peque?a orquesta de m¨²sica atemporal, pol¨ªglota y enso?adora nos visit¨® en 2012 (Circo Price) y 2013 (La Riviera), pero con la rubia Storm Large asumiendo la jefatura cantora. Para Forbes, la cantante original, la velada de hoy constituye un reencuentro en toda regla.
Ha transcurrido el tiempo suficiente para que la autora de Hey, Eugene! pueda hablar con franqueza y sosiego de unas heridas que fueron lacerantes y ahora parecen, por fin, cicatrizadas. Porque los da?os no eran solo f¨ªsicos, sino coyunturales. ¡°La voz se convirti¨® en s¨ªntoma de un momento en que no era en absoluto feliz. No me gustaba viajar, no me sent¨ªa creativa ni inspirada y llevaba tiempo pensando que deber¨ªa dejar la banda. Y fue curioso: como no ten¨ªa valor de decirlo, mi cuerpo habl¨® por m¨ª¡±, admite con serenidad. Parad¨®jicamente, la enfermedad y la incertidumbre le sirvieron para reencontrarse como artista. ¡°Si entonces mi nivel de satisfacci¨®n era cero, hoy me conceder¨ªa un nueve¡±.
La alianza entre Forbes y Thomas Lauderdale, ese pianista y geniecillo menudo que fund¨® Pink Martini ¡°como un arque¨®logo al rescate de melod¨ªas hermosas¡±, celebra as¨ª su vig¨¦simo aniversario con renovados br¨ªos. ¡°Es inusual durar tanto tiempo juntos¡±, reconoce esta mujer de firme mirada azul y ancestros tan cosmopolitas como el sonido de su banda: madre afroamericana y padre francoescoc¨¦s. ¡°Cuando se junta mucha gente talentosa en un mismo grupo, ya se llame The Beatles o The Eagles, lo normal es que existan diferentes niveles de ambici¨®n y compromiso. A m¨ª me costaba entender que fuera la cantante, pero no la l¨ªder. Quer¨ªa ejercer la direcci¨®n general. La convalecencia me permiti¨® comprender que estaba siendo desagradecida con Thomas y los dem¨¢s. Pink Martini es un peque?o universo de felicidad y me siento orgullosa de formar parte de ¨¦l¡±.
La conversaci¨®n transcurre en un coqueto restaurante italiano en el Sureste de Portland, el barrio residencial de la ciudad acaso m¨¢s bohemia y alternativa (v¨¦ase la serie Portlandia) de Estados Unidos. Forbes reside a pocas manzanas, en una casita que pudo adquirir con los derechos de autor que a Lauderdale y a ella les gener¨® Sympathique (1997), el primer y enorme ¨¦xito de su orquestina. ¡°Le robamos algunas l¨ªneas a Guillaume Apollinaire, pero es todo un honor que los franceses hoy consideren nuestra canci¨®n como parte de su cultura¡±, subraya. Y confiesa, sin acritud, que le gustar¨ªa incorporar m¨¢s repertorio propio a la formaci¨®n. Su quinto disco, Get happy (2013), incluye quince versiones y un solo original, Je ne t¡¯aime plus. Y otro tanto sucede con el muy reciente Dream a little dream, una preciosa colaboraci¨®n con The Von Trapps, los bisnietos de Mar¨ªa y el Capit¨¢n Von Trapp (Sonrisas y l¨¢grimas), en la que no han participado China ni Storm.
¡°Get happy es el disco que Thomas quer¨ªa hacer¡±, asume Forbes, que conoci¨® a su media naranja musical en Harvard. ¡°Era imposible no fijarse en ¨¦l: menudo, con gafitas, pantalones de marinerito y calcetines hasta las rodillas¡±, le describe entre carcajadas. ¡°Pero ya entonces desarrollaba esa energ¨ªa fren¨¦tica que hoy le caracteriza. ?l me puso a cantar Diamonds are a girl¡¯s best friend justo cuando yo so?aba con ser como Marilyn. Y hoy, tantos a?os despu¨¦s, sigue siendo un mago de los arreglos. Siempre encuentra acordes mucho m¨¢s bellos de los que yo soy capaz de imaginar¡±.
China tampoco se caracteriza, precisamente, por una actividad al ralent¨ª. Esta sobrina del pol¨ªtico dem¨®crata John Kerry, prima de Ed Droste (l¨ªder de Grizzly Bear) y hermana de la realizadora Maya Forbes (que acaba de relatar en Infinitely polar bear el trauma familiar a ra¨ªz de que a su padre le diagnosticaran un trastorno bipolar) atesora en una nota de texto del tel¨¦fono una inmensa retah¨ªla de t¨ªtulos. ¡°Son canciones m¨ªas ya muy elaboradas¡±, aclara mientras desliza una lista de 50 o 60 composiciones. A rengl¨®n seguido, y bajo el ep¨ªgrafe ¡°Covers¡±, aparecen otros tantos temas que le gustar¨ªa recrear. Leemos exquisiteces como A case of you (Joni Mitchell) o Poison & wine (The Civil Wars), pero el primero de la relaci¨®n es Fix you, de Coldplay. ¡°S¨ª, ya s¨¦ que no suena muy mol¨®n, pero los prejuicios son est¨²pidos. Chris Martin es un autor irresistible¡±, argumenta. Y concluye: ¡°A m¨ª me encantar¨ªa ganarme la vida escribi¨¦ndoles canciones a Rihanna o Miley Cyrus. Creo que no se me dar¨ªa mal. Cuando me siento a componer, me salen cosas realmente pegadizas¡±.
Pink Martini act¨²a esta noche en el Teatro Lope de Vega (Gran V¨ªa, 57), a las 21.00 horas. Entradas, de 23 a 40 euros, en entradas.com.
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