Peque?os aprendices de Pascal

Blaise Pascal ten¨ªa una m¨¢xima que ¨¦l mismo obviaba: ¡°Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber¡±. Este franc¨¦s de buena familia, amigo de la casu¨ªstica y rostro popular en los libros de matem¨¢ticas, invent¨® en el siglo XVII la pascalina, una de las primeras calculadoras de la historia. Poco sab¨ªa entonces Pascal que su artilugio, fruto de esa curiosidad innata que corre por las venas de todo ser pensante, se convertir¨ªa en el antepasado lejano del ordenador. O que sus conocimientos estar¨ªan presentes este jueves en Robocampeones 2014, un torneo de rob¨®tica organizado en Majadahonda que pretende difundir la innovaci¨®n y la cultura tecnol¨®gica entre los m¨¢s j¨®venes.

¡°La mayor¨ªa son chavales que quieren estudiar F¨ªsica o una ingenier¨ªa. Sin embargo, hemos conseguido enganchar a chicos que estaban perdidos acad¨¦micamente y que, gracias al concurso, ahora muestran inter¨¦s por las ciencias¡±, comenta Ra¨²l Ba?os, profesor de Tecnolog¨ªa del instituto Leonardo da Vinci. En el torneo, organizado por el propio instituto, el Ayuntamiento de la localidad y la Asociaci¨®n de Rob¨®tica Robocampeones, participan m¨¢s de 800 alumnos de 30 centros, la mayor¨ªa de la Comunidad de Madrid.

En el concurso participan 213 proyectos dise?ados por 800 alumnos

Los 213 proyectos, realizados por j¨®venes de entre 13 y 18 a?os, se desarrollan en torno a dos plataformas. Una es Lego, probablemente la m¨¢s conocida entre los profanos gracias a los bloques de pl¨¢stico que muchos ni?os utilizan para construir sus primeros castillos. La otra, Arduino. La diferencia es que Lego incorpora una carcasa de juguete que cubre la tarjeta controladora (donde van los condensadores, los circuitos integrados, etc¨¦tera).

Con esas dos plataformas como tel¨®n de fondo, los chavales pueden concursar hasta en seis categor¨ªas distintas. En la bautizada como ¡°bombero¡±, por ejemplo, el robot tiene que entrar en un recinto cerrado donde hay seis velas y apagarlas en el menor tiempo posible, ya sea usando un ventilador, derrib¨¢ndolas o ech¨¢ndoles un chorro de agua. En "sacalatas", el artefacto tiene que distinguir entre latas blancas y negras y seleccionar las de un determinado color.

Hamed y Pablo han optado por la categor¨ªa libre. Junto a tres compa?eros, han dise?ado un brazo rob¨®tico programado para meter un dado en un cubilete y lanzarlo. ¡°Nos ha llevado algo m¨¢s de un mes. Hemos tenido que trabajar fuera del horario lectivo, pero no importa, ha sido muy entretenido¡±, comenta Pablo, que reconoce haber aprendido un par de truquillos gracias a a los cursos que suben a Internet algunas universidades. ¡°Si adem¨¢s cae alg¨²n premio...¡±, deja caer el joven. Todo es material para sus laboratorios.

Robocampeones no es nuevo para ellos. La primera edici¨®n, abanderada por la Universidad Rey Juan Carlos, se celebr¨® en 2004. Desde que la instituci¨®n se qued¨® sin fondos, varios institutos de la Comunidad han ido pas¨¢ndose el testigo de la organizaci¨®n. El a?o pasado, le toc¨® a Majadahonda. ¡°Nos gust¨® tanto que decidimos incluirlo en un programa municipal para difundir la tecnolog¨ªa¡±, explica el director t¨¦cnico de la Concejal¨ªa de Educaci¨®n de la localidad, Vicente Colilla. El acuerdo es para seis a?os. ¡°Esperemos que prorrogables¡±, comentan esperanzados en el instituto.