El largo recorrido de la corrupci¨®n
La pregunta del mill¨®n que se hacen los fiscales es: ?desde cu¨¢ndo arranca la trama?
Durante su ¨²ltima etapa como consejero del Gobierno de Francisco Camps, Rafael Blasco fue el l¨ªder de una trama organizada para saquear fondos destinados a la ayuda de los m¨¢s desfavorecidos y desviarlos en beneficio propio. Malvers¨® dinero p¨²blico, prevaric¨®, falsific¨® documentos oficiales y recurri¨® al tr¨¢fico de influencias para ama?ar adjudicaciones de su departamento. Para ello puso a su servicio la c¨²pula de la extinta Consejer¨ªa de Solidaridad. Cont¨® con la colaboraci¨®n de funcionarios como Marc Llinares o del exsocio de su hermano Bernardo, el empresario Augusto C¨¦sar Tauroni. Los detalles est¨¢n en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, en tanto el previsible recurso al Supremo no altere el fallo, lo que parece poco probable. Como resumen, basta una valoraci¨®n de los magistrados: la concesi¨®n de ayudas ¡°fue una completa aberraci¨®n¡±.
Todo ello ha trascendido despu¨¦s de que unos funcionarios se plantaran ante las presiones y las amenazas de Blasco de forzar los procedimientos administrativos para destinar dinero p¨²blico a entidades afines. El exconsejero los sustituy¨® por personas de su confianza, que sacaron adelante sus planes (y que han compartido destino penal con el ¡°director¡± de la trama, como considera la sentencia a Blasco). Las diputadas Clara Tirado, del PSPV, y Mireia Moll¨¤, de Comprom¨ªs, denunciaron a la fiscal¨ªa estas irregularidades en 2010, con el resultado anunciado por el Tribunal Superior de Justicia valenciano. Durante todo este tiempo, el exconsejero no solo neg¨® los hechos, sino que denunci¨® a medios como EL PA?S por c¨®mo difundi¨® estas informaciones.
No se puede decir que la sentencia o la denuncia que motiv¨® la investigaci¨®n judicial al exconsejero hayan supuesto una sorpresa. La pol¨¦mica acompa?¨® desde un principio a las adjudicaciones de las consejer¨ªas dirigidas por Blasco, m¨¢s all¨¢ de su sonada expulsi¨®n del Gobierno en su etapa de consejero socialista por las sospechas de que hab¨ªa aceptado sobornos. Ya en el PP, la sombra de la duda le acompa?¨® en contratos multimillonarios o tramitaciones urgentes durante su etapa al frente de Bienestar Social (2000-2003). O cuando, durante su mandato al frente de la sanidad valenciana (2006-2007), resolvi¨® concursos a favor de las empresas peor valoradas en contra de la opini¨®n de los propios t¨¦cnicos de la consejer¨ªa (?les suena?).
Por si estos antecedentes no resultaran suficientemente familiares, hay m¨¢s. En todos estos episodios aparecen como protagonistas algunos de los condenados junto a Blasco. Tauroni, por ejemplo, era administrador de una de las empresas adjudicatarias en Bienestar Social. Adem¨¢s, en plena crisis por los contratos de Sanidad, trascendi¨® que despachaba con Blasco en la propia consejer¨ªa. Marc Llinares, condenado a cuatro a?os y seis meses, fue el elegido por el entonces consejero para sustituir al d¨ªscolo jefe de inform¨¢tica de Sanidad que se resisti¨® a obedecerle (?les vuelve a sonar la historia?). Reclut¨® a Llinares del departamento de Territorio, donde coincidi¨® con Blasco como consejero (2003-2006).
Ahora, la fiscal¨ªa de Valencia ¨Cnutrida de documentaci¨®n aportada por Esquerra Unida- ha puesto el foco en el tr¨¢nsito de Blasco por los departamentos que dirigi¨® antes de llegar a la consejer¨ªa de Solidaridad, bajo el amparo de Eduardo Zaplana y el propio Camps. La pregunta del mill¨®n que se hacen los fiscales es: ?desde cu¨¢ndo arranca la trama? ?Cu¨¢nto tiempo llevan juntos Blasco y Tauroni aliment¨¢ndose presuntamente de fondos p¨²blicos?
De momento, a Blasco no se le puede acusar m¨¢s que de haber abusado de su cargo durante la etapa al frente de la cartera de Solidaridad. Le corresponde a la fiscal¨ªa seguir arrojando luz a la trayectoria de este pol¨ªtico. Y determinar si adem¨¢s de haber puesto fin a su carrera, tambi¨¦n se ha acabado con la trama de corrupci¨®n pol¨ªtica m¨¢s longeva de la reciente etapa democr¨¢tica.
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