Turistas despistados en un lunes hist¨®rico
Los visitantes madrile?os se enteraban esta ma?ana ante la regia fachada del Palacio Real de la abdicaci¨®n del Rey, un monarca que, para algunos, es un completo desconocido
"?Qu¨¦ ha abdicado el rey de Espa?a?", se asombraba esta ma?ana Sletvold Liv, sentada a pleno sol en una cafeter¨ªa en la Plaza de ?pera con una ca?a en la mano escoltada por dos amigas. Son noruegas y est¨¢n pasando unos d¨ªas en Madrid. "Por supuesto que conocemos a la familia real espa?ola, leemos los peri¨®dicos", explicaba. Sus compa?eras de viaje asent¨ªan y recordaban que el pr¨ªncipe Felipe es amigo del heredero de la Casa Real noruega, Haakon Magnus de Noruega y su esposa Mette-Marit, una plebeya como su hom¨®loga espa?ola la princesa Letizia.
A Sletvold le viene a la memoria, de repente, el papel fundamental que jug¨® el Rey en el golpe de Estado de 1981. En esa ocasi¨®n se encontraba en M¨¢laga y vivi¨® con gran inquietud el acontecimiento. Considera perfecto que se deje paso a las personas j¨®venes, aunque, en su opini¨®n, quiz¨¢ este momento con la crisis que existe no sea el m¨¢s adecuado. Antes de despedirse, una de sus amigas, recuerda el suceso cuando el Rey se rompi¨® la cadera cazando un elefante en Botsuana.
En la barra del mismo bar, los jienenses Francisco Miralles, Manuel Ruiz y Antonio Garc¨ªa, degustan una cerveza. Ya es hora, rozan las doce de la ma?ana. "Hemos entrado aqu¨ª porque fuera anuncian langostinos de Sanlucar", relatan. La abdicaci¨®n del rey les ha pillado tan de sorpresa como al resto de los espa?oles. Pertenecen a la pe?a taurina Sol y Sombra de Villacarrillo y se han desplazado a Madrid para asistir a la confirmaci¨®n de la alternativa de Jos¨¦ Carlos Venegas en la plaza de toros de Las Ventas.
Miralles se declara mon¨¢rquico y piensa que el pr¨ªncipe Felipe va a cumplir bien su papel. Repite la frase fetiche con la que se describe al heredero: "est¨¢ muy bien preparado". En cuanto a la transici¨®n entre padre e hijo, est¨¢n seguros de que "va a haber concentraciones, manifestaciones e incluso revueltas" de los que est¨¢n a favor de la III Rep¨²blica.
Son los turistas m¨¢s enterados. Para otros, que proceden de Corea, Hong Kong o Canad¨¢, no deja de ser un hecho anecd¨®tico que adornar¨¢ las cr¨®nicas de su paso por las calles madrile?as. La abdicaci¨®n le ha servido de percha al gu¨ªa de un grupo de argentinos, para explicarles el papel de la corona en Espa?a tras la muerte de Franco. "Ahora entendemos que para ustedes, sobre todo para la gente de m¨¢s edad, sea tan importante la figura de Juan Carlos I, por todo lo que supuso en la transici¨®n hacia la democracia, pero para nosotros es un sistema muy lejano y no entendemos la raz¨®n por la que existe a estas alturas", comentaba Fabrizio Lombardo, erigido en portavoz de sus compa?eros.
En su opini¨®n, es el momento para que se abra en Espa?a un periodo de debate en la sociedad que podr¨ªa desembocar en una votaci¨®n popular. No les extra?a que se haya convocado una manifestaci¨®n esta tarde en favor de la III Rep¨²blica, incluso se plantean asistir.
Un poco m¨¢s adelante, Dimple Bhatia, de 26 a?os toma una foto a su amigo, Irshab Ali, de 32 a?os, que posa sonriente junto a una estatua viviente. Proceden de Dubai en los Emiratos ?rabes Unidos, y? est¨¢n de visita en la capital. No conocen a Juan Carlos I y tampoco a su hijo, pero saben bien lo que es una monarqu¨ªa. "Tiene sus ventajas y sus desventajas", explica Bhatia. "Por una parte, como siempre es la misma familia no hay muchas sorpresas, pero por otro lado nos gustar¨ªa poder votar y elegirles, que nosotros tuvi¨¦ramos algo que decir", puntualiza.
A su alrededor se mueve un experto vendedor de abanicos, Rafael Barrul. Lleva 24 de sus 40 a?os ofreciendo su refrescante producto a los turistas "que unas veces da para comer y otras no". Se declara mon¨¢rquico, "porque a los gitanos siempre nos ha gustado mucho el Rey", sonr¨ªe. "Pero ya era hora de que se fuera, est¨¢ muy mayor, y que deje paso al pr¨ªncipe".
En las escaleras de la catedral de Madrid, frente a Palacio, descansa a la sombra Alejandro Morales, un artista canario de 46 a?os, que ahora est¨¢ en el paro y se busca la vida en lo que puede. En unas horas coger el avi¨®n junto a su hermana, Lola, y a su cu?ado, Pedro Santiago. Es la primera vez que deja su isla El Hierro, y lo ha hecho para asistir a una boda. "Ya le tocaba jubilarse al hombre, estaba un poco revoltoso", ironiza. Se conforma con el sistema, dado que es lo que hay, pero tiene la esperanza de que, al menos, le d¨¦ un aire menos conservador a la monarqu¨ªa. "Aunque a nosotros, la verdad, all¨¢ en El Hierro, poco nos va a cambiar la vida que reine una persona u otra". Y se despide con un: "para lo que hay que ser artista es para vivir en el momento en el que nos encontramos".
Sorprende que haya personas como el matrimonio formado por los italianos Lucia y Lorenzo Nemi, de 34 y 36 a?os, respectivamente. Procediendo de un pa¨ªs tan cercan a Espa?a, la monarqu¨ªa? les suena muy lejana. Tienen que buscar un rato en su memoria para recordar que el rey quiz¨¢ sea un tal Juan Carlos. "No sabemos nada de los problemas de la monarqu¨ªa en Espa?a, bastante tenemos con nuestros pol¨ªticos", se disculpan. Lo que si tienen bien claro es que Madrid les ha gustado mucho m¨¢s que Barcelona.
La ma?ana discurre tranquila en este lunes hist¨®rico, con un sol cada vez m¨¢s pegajoso que los turistas, al menos de momento, agradecen. Los visitantes del Palacio de Oriente, morada anta?o de reyes, contin¨²an afluyendo al regio edificio, muchos de ellos sin saber todav¨ªa que el Rey de Espa?a por 39 a?os ha decidido abdicar.
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