El juez cierra la investigaci¨®n de Emarsa y estima en 23 millones el fraude
El magistrado deja al borde del banquillo a 25 personas por el hundimiento de la depuradora Varios cargos p¨²blicos imputados convirtieron la planta en destino para recomendados del PP
El magistrado Vicente R¨ªos ha cerrado este mi¨¦rcoles la instrucci¨®n del caso Emarsa, uno de los mayores esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que han sacudido Valencia en los ¨²ltimos a?os. El juez ha estimado en 23 millones de euros el macrofraude y ha dejado al borde del banquillo a 25 personas, entre ellas varios antiguos cargos p¨²blicos.
El principal responsable fue presuntamente Enrique Crespo, que presid¨ªa Emarsa a la vez que era alcalde de Manises y vicepresidente de la Diputaci¨®n de Valencia. Y, por debajo de ¨¦l, el gerente de la planta Esteban Cuesta, que ocupaba un cargo local en el PP de Valencia y era aficionado a coleccionar lingotes de oro.
Los responsables de depurar el caudal de las cloacas de Valencia antes de soltarla al mar se apropiaron masivamente de fondos p¨²blicos, seg¨²n la investigaci¨®n, que se repart¨ªan mensualmente en cajas de cart¨®n o utilizando tarjetas de cr¨¦dito como si fueran productos fungibles. Pero, adem¨¢s, los directivos cargaron a Emarsa la compra de joyas, bolsos, relojes y bol¨ªgrafos de lujo. Viajaron por medio mundo con sus familias, aloj¨¢ndose en hoteles de cuatro y cinco estrellas y pasando la factura a la depuradora. Disfrutaron del mismo tipo de establecimientos, dentro de Espa?a, acompa?ados de te¨®ricas traductoras rumanas. Y se gastaron cientos de miles de euros en comidas y cenas en marisquer¨ªas y asadores por cuenta de la empresa p¨²blica.
La voladura controlada que le estall¨® al PP de Valencia
El PP valenciano, que control¨® la Entidad Metropolitana de Aguas Residuales Sociedad An¨®nima (Emarsa) desde los a?os noventa a trav¨¦s de una asamblea metropolitana, intent¨® una voladura controlada de Emarsa antes de que estallara el esc¨¢ndalo, en el a?o 2010.
Los responsables de la planta, con su presidente y ahora imputado por m¨²ltiples delitos Enrique Crespo, ex n¨²mero dos de la Diputaci¨®n de Valencia, a la cabeza, decidieron liquidarla al encontrarse en una insostenible situaci¨®n patrimonial. El proceso de liquidaci¨®n revel¨® que la depuradora, una de las mayores de Espa?a, presentaba un agujero de 17 millones de euros.
Crespo reaccion¨® a los movimientos de la oposici¨®n socialista, que llev¨® las sospechas a la fiscal¨ªa, denunciando los hechos en el juzgado. En cuanto el juez Vicente R¨ªos inici¨® las pesquisas aparecieron, sin embargo, toda clase de gastos impropios cargados a la sociedad p¨²blica. Y poco despu¨¦s el denunciante pas¨® a figurar entre los imputados.
El diputado socialista Ram¨®n Mar¨ª, que dio inicio a las pesquisas de la fiscal¨ªa ha reclamado que el "macrosaqueo" tenga "una contundente y r¨¢pida respuesta judicial y pol¨ªtica".
El juez imputa a Crespo otro delito en una pieza separada. El presunto intento del exalcalde de Manises de ocultar que hab¨ªa obtenido un premio de 22,7 millones de euros en la Loter¨ªa de Navidad, repartiendo d¨¦cimos entre su familia, para evitar que le fueran embargados.
Los jefes de Emarsa hac¨ªan tambi¨¦n regularmente, seg¨²n varios testimonios, regalos a otros cargos p¨²blicos que ten¨ªan indirectamente poder sobre la depuradora, como la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢.
Y convirtieron la planta ubicada entre la ciudad de Valencia y la Albufera en un destino habitual para recomendados, casi todos ellos, seg¨²n ha comprobado el juez, con carn¨¦ del PP. Emarsa deb¨ªa tener, te¨®ricamente, 67 trabajadores, pero esta din¨¢mica acab¨® elevando su n¨²mero a 96 durante el periodo investigado, de 2004 a 2010.
La direcci¨®n de Emarsa fue hinchando los salarios de los empleados, hasta el punto de que 11 directivos ganaban m¨¢s que el presidente del Gobierno y una secretaria, con estudios hasta segundo de BUP, alcanzaba f¨¢cilmente 60.000 euros al a?o. Tambi¨¦n hubo supuestos empleados que en realidad solo aparec¨ªan por las instalaciones el d¨ªa que iban a cobrar.
El juez instructor ha dictado tras cerca de cuatro a?os de investigaci¨®n el auto de transformaci¨®n de procedimiento (el antiguo procesamiento) por los delitos de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, prevaricaci¨®n administrativa, falsedad, cohecho y blanqueo.
La empresa p¨²blica destin¨® millones de euros por servicios y suministros que en realidad nunca recibi¨®, seg¨²n ha desvelado la investigaci¨®n. La desenfrenada din¨¢mica que se estableci¨® en la planta condujo a que la rapi?a se realizara sin grandes disimulos. La sociedad compr¨®, por ejemplo, en unos meses 149 ratones y 164 teclados para una planta en la que solo hab¨ªa 32 ordenadores. Y lo hizo de la manera en que se sol¨ªan hacer las cosas en la casa: el proveedor del material y el directivo encargado de supervisar la compra por parte de Emarsa eran la misma persona.
Emarsa, un macrocaso de corrupci¨®n que se ha investigado sin generar demasiado ruido, tapado por otras causas y disminuido por la ausencia de personajes relevantes implicados, est¨¢ repleta de historias. Como la l¨ªnea de investigaci¨®n que apuntaba a la financiaci¨®n irregular del PP de la ciudad de Valencia. El exgerente confes¨® al juez que dio 100.000 euros de la caja de la empresa p¨²blica para pagar "el homenaje a los afiliados al PP en el restaurante Alameda Palace¡± que se celebraba cada a?o.
Cuesta fue destituido del cargo menor que ocupaba en el PP de la ciudad de Valencia (presidente del partido en el distrito de Pobles de l'Oest) en noviembre de 2012, cuando ya hab¨ªa reconocido ante el juez buena parte de los hechos por la direcci¨®n regional de la formaci¨®n, ante la pasividad de la direcci¨®n local que controla al detalle, sin necesidad de ostentar oficialmente ninguna responsabilidad, Rita Barber¨¢.
O la b¨²squeda de Jorge Roca, ejecutor a trav¨¦s de sus empresas del desv¨ªo de la mayor parte de los fondos defraudados, pr¨®fugo de la justicia, cuyas pistas se pierden entre Francia, el magreb y Asia, cuya madre, que lleg¨® a estar imputada en el caso, declar¨® para defenderse que lo ¨²nico que hab¨ªa hecho mal hab¨ªa sido "parirlo".
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