Una leyenda del baile
Si el ¡®funk¡¯ est¨¢ basado en el bajo el¨¦ctrico, Larry Graham fue qui¨¦n ense?¨® al mundo c¨®mo usarlo, hasta el punto de marcar un antes y un despu¨¦s
No todo el mundo puede presumir de ser una leyenda en vida. Larry Graham lo es por m¨¦ritos propios. Esta noche, el veterano bajista de 67 a?os desplegar¨¢ su arte en la sala Shoko Live, por vez primera en nuestro pa¨ªs. ¡°En la historia del bajo el¨¦ctrico¡±, aseguran los expertos, ¡°hay un antes y un despu¨¦s de Larry Graham¡±. Seguidores confesos suyos son Flea (Red Hot Chili Peppers) y Bootsy Collins, el jazzista Stanley Clarke y Jamaaladeen Tacuma, incombustible pionero del free funk junto al saxofonista Ornette Coleman: ¡°cada vez que me viene un bajista para decirme lo importante que soy en su vida¡±, afirma Graham, ¡°me siento como el cient¨ªfico que ha descubierto una vacuna que va a salvar vidas. Saber que he podido contribuir en algo al mundo de la m¨²sica me produce un placer inefable¡±; una contribuci¨®n que, reconoce el interesado, fue el producto de la casualidad: ¡°mi madre era pianista profesional muy conocida. Yo tocaba la guitarra en su tr¨ªo siendo apenas un ni?o. ?ramos ella, yo y un bater¨ªa. A veces, ella tocaba el ¨®rgano. Yo me pon¨ªa a su lado y la ve¨ªa pulsar los bajos con los pedales del instrumento, y tomaba nota mentalmente. Hasta que, un d¨ªa, el baterista no apareci¨®. Yo me hab¨ªa comprado un bajo, por si acaso. Y all¨ª empez¨® todo: mi madre y yo solos, y yo haciendo la funci¨®n de la bater¨ªa con el bajo. Tuve que inventarme un modo de hacerlo; luego lo llamaron slapp bass, o Thumpin' and pluckin'¡
1967: el mundo conoce de la existencia de Larry Graham gracias a A whole new thing, un combinado explosivo de esencias funky y mensajes beligerantes llamando a la guerra contra el sistema opresor. Sly & The Family Stone hac¨ªan su entrada triunfal en el mundo de la m¨²sica: ¡°el t¨ªtulo era premonitorio en un doble sentido: era nuestra primera aparici¨®n, y lo que hac¨ªamos era algo totalmente nuevo¡±. El subsiguiente Dance to the Music vendr¨ªa a poner las cosas en su sitio. El mayor ¨¦xito en la historia del psychedelic funk contaba con el bajo contundente y la voz cavernosa de Graham poniendo el exacto contrapunto al aquelarre sonoro orquestado por la mente calenturienta del l¨ªder: "formar parte de Sly & The Family Stone era toda una experiencia. Hab¨ªa negros y blancos, hombres y mujeres, y todos trabajando en una m¨²sica que reun¨ªa muchos g¨¦neros musicales distintos". Sexo, drogas y psychedelic funk¡la leyenda salvaje de la familia Stone aparec¨ªa entonces como la contrapartida consustancial al ¨¦xito: "prefiero quedarme con lo positivo, los festivales masivos, la actuaci¨®n en Woodstock ante medio mill¨®n de seres humanos¡ claro que hubo qui¨¦n entre nosotros tom¨® decisiones equivocadas, pero de verdad que ¨¦ramos una familia m¨¢s all¨¢ del nombre¡¡±
El deterioro al que llevaron las ¡°decisiones equivocadas¡± de alg¨²n miembro de la familia precipit¨® la marcha de Larry Graham para formar su propio conjunto: ¡°andaba en tratos con una banda llamada Hot Chocolate; sol¨ªa escribir y producir para ellos. Una noche fui a escucharles a un club de San Francisco; el local estaba a tope. Empezaron, el clima empez¨® a calentarse, cuando lleg¨® el ¨²ltimo tema aquello estaba literalmente en llamas; no tuve otra que subirme a tocar. Entonces, las relaciones entre Sly y nosotros estaban ya muy deterioradas, con lo que decid¨ª quedarme con ellos y Hot Chocolate se convirti¨® en mi banda, Graham Central Station¡±. La vida de GHS result¨® un rosario de apariciones y desapariciones que su l¨ªder alternar¨ªa por un tiempo con su carrera como baladista. ¡°Contaba con mi experiencia cantando en night clubs. Si quer¨ªas llegar a fin de mes, ten¨ªas que buscar la forma de conseguir un dinerito extra, y la mejor manera era que te pidieran una canci¨®n. Si la conoc¨ªas eso significaba ?propina!. As¨ª es como aprend¨ª todos los standards de Ella Fitzgerald, Nat King Cole¡¡±
Hace un par de a?os, Larry recibi¨® una llamada telef¨®nica de un vecino suyo en Minneapolis: ¡°hola, soy Prince, deja lo que tengas entre las manos y trae tu bajo, que vamos a montar una jam¡±. La amistad entre Larry Graham y Prince viene de antiguo: ¡°empezamos a colaborar en los noventa. Lo primero que me dijo es que Graham Central Station hab¨ªa sido una de sus mayores influencias¡±. El pasado a?o, los dos artistas, seguidores de los Testigos de Jehov¨¢, volvieron a verse las caras en los festivales de jazz de Montreux y Northsea: ¡°Prince es el tipo de artista generoso con el que uno se siente a gusto. Tiene un enorme sentido del humor, pero es muy serio con la m¨²sica; en eso, no admite bromas. Claro que tambi¨¦n sabe c¨®mo mostrarse inamistoso cuando quiere. Todo depende de c¨®mo le entres. Es un tipo complejo¡±.
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