El pintor de la negritud
La Fundaci¨®n T¨¤pies inaugura la mayor exposici¨®n en Espa?a de Kerry James Marshall, afroamericano que reivindica la presencia de la raza negra en el arte europeo
¡°Quiero que el p¨²blico blanco entienda c¨®mo me siento en El Prado cuando veo los retratos realizados por Goya, el Greco, Zurbar¨¢n o Ribera: no tengo ni idea de quienes son los personajes, desconozco las figuras poderosas, adem¨¢s de comprobar, que como ocurre en otros museos europeos, los personajes y autores afroamericanos y de otras minor¨ªas, est¨¢n marginados¡±. Kerry James Marshall (Birmingham, Alabama, 1955) lleva d¨¦cadas reivindicando y trabajando para incorporar la raza negra en el canon del arte occidental. Su retrato del activista abolicionista David Walker que luch¨® contra la esclavitud en Estados Unidos es un ejemplo de su filosof¨ªa. ¡°Pese a su importancia tras publicar un manifiesto en 1829 que le cost¨® la vida ya que fue asesinado en la puerta de su casa, no tiene un retrato oficial en museo alguno. Por eso pint¨¦ Believed to be a Portratis of David Walker (circa 1830) [Se pensaba que era un retrato de David Walker (Hacia 1830)]; para despertar la curiosidad a los que vean el cuadro y se pregunten qui¨¦n es y qu¨¦ hizo¡±.
Esta obra de 2009 es la primera de la exposici¨®n Kerry James Marshall. Pintura y otras cosas, abierta hasta el 26 de octubre en la Fundaci¨®n T¨¤pies de Barcelona en la que tambi¨¦n se pueden ver j¨®venes bailarinas negras con tut¨², composiciones rococ¨® como Vignette: cinco enormes pinturas que evocan el mundo de placer buc¨®lico de El columpio de Jean-Honor¨¦ Fragonard; vi?etas de c¨®mics protagonizadas por personajes y negros o pin-up y majas desnudas afroamericanas, que buscan al espectador con su mirada desde el interior de los cuadros. Todas son, por supuesto, im¨¢genes in¨¦ditas en la iconograf¨ªa europea y occidental.
Pese a saber que Marshall reivindica lo negro (blackness) en el arte, sorprende la intensidad con que emplea este color en sus personajes, no hay medias tintas, acentuado por los diferentes tonos de negro y azules oscuros que usa para todos sus fondos, obligando al espectador a agudizar la visi¨®n: ¡°Es para remarcar la invisibilidad de los personajes. Est¨¢n, pero cuesta verlos¡±, asegura tras descubrir la influencia que ejerci¨® la lectura de Invisible Man, la novela de Ralph Ellison.
Lejos de huir de los formatos y lenguajes cl¨¢sicos de la historia del arte, la pintura de Marshall los utiliza para revisarlos y ¡°cuestionar el concepto de modernidad¡±, record¨® ayer en Barcelona Manuel Borja-Villel, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa (MNCARS) que el jueves inaugura en el Palacio de Vel¨¢zquez otra exposici¨®n dedicada al artista centrada en su producci¨®n pict¨®rica anterior al 2000. Queda patente en obras como Fiesta de patio (2003) en la que no podemos dejar de ver Desayuno en la hierba de Manet.
Marshall pinta, pero tambi¨¦n lanza frases lapidarias: ¡°Uno no puede nacer en Birmingham, Alabama, en 1955, y criarse en el sur de Los ?ngeles, cerca de la sede del Partido de las Panteras Negras, y no asumir cierto tipo de responsabilidad social¡±. Las Panteras Negras, partido que trat¨® de poner en pr¨¢ctica las ideas de Malcolm X, uno de los activistas negros destacados, aparecen en una de las 20 enormes fotograf¨ªas de El arte de colgar cuadros (2002), una especie de rinc¨®n con las fotograf¨ªas de una casa habitada por afroamericanos en la que se puede ver im¨¢genes de familiares, elementos de decoraci¨®n kitsch, una pareja de enamorados, las iglesias donde rezan, las viviendas y los barrios donde viven. ¡°Siempre se relaciona la aparici¨®n de los personajes negros en el arte en contextos traum¨¢ticos o estresantes¡±, asegur¨® ayer, adem¨¢s de justificar su punto de vista: ¡°El mundo que yo veo esta filtrado por unas lentes de cultura negra. No podr¨ªa hacer arte desde una perspectiva no negra aunque lo quisiera. El intento de hacer arte est¨¢ determinado por mi posici¨®n como negro americano¡±.
La exposici¨®n, que se completa con v¨ªdeos y el material de archivo y trabajo del propio autor, se ha visto en Amberes y Copenhague.
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