¡°Hacerte mayor, viviendo bien, requiere una actitud de valent¨ªa¡±
Carmen Alborch explica su ¨²ltimo libro, 'Los placeres de la edad' Rechaza las calificaciones como la de "casta pol¨ªtica" por peyorativa y generalizadora
Si la senadora Carmen Alborch tuviera que resumir en uno?Los placeres de la edad (Espasa), t¨ªtulo del libro que acaba de publicar, se quedar¨ªa con el de ser "poliplacentera". Hay muchos placeres y hay que saber disfrutar de todos ellos, aunque se haya entrado en lo que se denomina tercera edad. Es lo que propone la pol¨ªtica socialista en su nueva obra, que fue presentada el pasado lunes en la Nau de la Universitat de Val¨¨ncia por el catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho Javier de Lucas.? ?
"Hay que disfrutar con una intensidad diferente de cuando eres joven de todo aquello que nos ofrece la vida. En lugar de ir deprisa, se puede pasear tranquilamente y ver m¨¢s cosas, saborear m¨¢s, sin tener la presi¨®n de la juventud", explica la escritora, de 67 a?os. "Puedes ser m¨¢s libre porque no se tiene esa presi¨®n, pero tambi¨¦n sigues buscando tu lugar en el mundo. Creo que las personas que renuncian a un proyecto vital no tienen la actitud placentera ante la vida. En el libro se describen los distintos placeres: el amor que se disfruta de otra manera, la amistad que se intensifica, el sexo que? lo vives de forma diferente. La vejez no tiene que ser una p¨¦rdida, sino que puede suponer el reconocimiento de un esfuerzo que puede dar coherencia a una vida. Ser¨ªa algo as¨ª como redondear una vida. Todo eso es lo que me gustar¨ªa haber plasmado en el libro", se?ala.
-?Y c¨®mo se puede disfrutar de los placeres de la vejez con una jubilaci¨®n ¨ªnfima o escasa como tienen millones de personas?
- "Con el placer de la participaci¨®n y del poder para cambiar las cosas. Los cambios individuales son muy dif¨ªciles de producirse. Para cambiar las cosas hay que crear una conciencia, una masa cr¨ªtica. Todas las personas tenemos derecho a tener una vida digna. Hay que aplicar nuestros ideales de la justicia, la libertad y la igualdad y que esos principios sean los que rijan la sociedad. Hay que procurar que el cambio social se produzca de manera que los recursos se repartan mejor. Tiene que haber ayudas, residencias, centros de salud y procurar que las personas mayores tengan autonom¨ªa. La vejez tiene que perder su carga peyorativa. Los iaios flautas no luchan s¨®lo por sus derechos sino para que sus nietos conserven los derechos por los que luchan".
Alborch incide en que con buena actitud es m¨¢s f¨¢cil vivir aunque no se tengan muchos recursos. "Vas a El Cabanyal, por ejemplo, y ves a gente con pocos recursos, pero hay espacios de convivencia intergeneracional, se cuidan unos a otros. Hacerte mayor, viviendo bien, requiere una actitud de valent¨ªa, pero tienes que tener una cierta autonom¨ªa. Pero si tienes una pensi¨®n que es una birria y tienes ayudar a tu familia y cuidar a los nietos.... Todo se complica, claro".
-?Desde su edad y experiencia c¨®mo ve un fen¨®meno como el de Podemos? ?Se considera que forma parte de la casta, como denominan?
-"Ni pensarlo, ni de la casta, ni de la clase pol¨ªtica, porque no defiendo los mismos intereses. Eso me sobra de Podemos. Esa actitud peyorativa hacia los pol¨ªticos de una manera generalizada, catalogando y clasificando. A m¨ª, nunca me ha gustado que me clasifiquen. Cuando vi im¨¢genes de la noche electoral, era como cuando ¨¦ramos j¨®venes. Puedes identificarte con ciertas im¨¢genes, de rebeld¨ªa y contestaci¨®n. Podemos ha conseguido catalizar y aglutinar. Pero hay mucha gente que no es de Podemos y que lucha por las causas justas, que es rebelde, que no le gustan c¨®mo funcionan determinados aspectos del poder y que sigue y seguimos luchando por una sociedad justa igual que en 1968. Yo sigo luchando por los mismos derechos que en el 68. Sigo siendo ut¨®pica, pero tambi¨¦n pragm¨¢tica. Nos hemos acercado mucho a hacer realidad muchas cuestiones que se consideraban ut¨®picas. Y eso te da energ¨ªa para seguir luchando. A pesar de todos los problemas que pueda haber en el PSOE, al final saldremos de manera positiva. Hace falta un cambio con profundidad, pero a lo mejor tampoco hay que cambiarlo todo. Tiene que haber recambios y nos tenemos que reubicar, pero eso no quiere decir que se nos menosprecie. Hay que reorganizarnos y habr¨¢ personas mayores que seguir¨¢n en primera l¨ªnea. No hay m¨¢s que mirar a Giorgio Napolitano, a Michel Bachelet o a Hillary Clinton, que tal vez vuelva a presentarse".
En su libro, la exministra de Cultura cita a numerosas personalidades, desde Virginia Woolf a Cicer¨®n, pasando por Clint Eastwood, Mar¨ªa ?ngeles Dur¨¢n o Jos¨¦ Luis Sampedro. Para ella, es fundamental no perder la curiosidad.? "Uno de los placeres es el de la cultura y el conocimiento", dice. "Hay mucha gente que vuelve a estudiar o empieza a hacerlo por primera vez en su vida cuando es mayor. En Espa?a, hay cantidad de universidades a las que acuden personas mayores y que les ha mejorado mucho la calidad de vida. La clave es tener curiosidad y pensar en los dem¨¢s. Yo me digo siempre: ?con la cantidad de libros que tengo por leer, de pel¨ªculas por ver! El buen humor tambi¨¦n es fundamental, estar contento y eso no quiere decir que no vea los problemas a mi alrededor. Como dice Amelia Valc¨¢rcel, el optimismo es progresista y la esperanza empodera mucho", concluye.
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