El noble arte de la cocteler¨ªa
Catalu?a se parece much¨ªsimo m¨¢s a Sants que a Mitre; pi¨¦nsenselo dos veces antes de dejar colgados a sus ciudadanos
Ser¨¢ sin duda una de las im¨¢genes del a?o: la excavadora de Can Vies, quemada y levantada por una gr¨²a. La potencia ic¨®nica de la fotograf¨ªa es enorme, es la demostraci¨®n de que la pol¨ªtica del mando a distancia ha fracasado. Lo peor del caso del conflicto de Can Vies es que no ha habido vencedores y todos han sido derrotados. Unos m¨¢s que otros, el bofet¨®n que se llev¨® el alcalde lo ha dejado sin autoridad y Can Vies hoy es pura ruina pero los verdaderos perjudicados son, como siempre, los vecinos.
Toda forma de violencia es reprobable y es necesario rechazarla. Es obvio que el respeto a la propiedad privada debe ser absoluto y eso incluye incluso los inmuebles vac¨ªos del banco malo. Ni tan siquiera el argumento del saqueo programado y consentido de las compa?¨ªas el¨¦ctricas me sirve para defender que alguien haga un puente en el contador. Adem¨¢s, no hace falta: el nivel de honradez de los clientes de las el¨¦ctricas est¨¢ muy por encima del de sus gestores. Hasta ah¨ª, de acuerdo, pero lo m¨¢s interesante est¨¢ encima de esa base, que adem¨¢s, en el caso de Can Vies y de Catalu?a en general, tiene leyes y din¨¢micas propias.
El desalojo de Can Vies cre¨® la tormenta perfecta y mostr¨® fracturas sociales que se intu¨ªan pero que nadie se atrev¨ªa a situar, describir y por supuesto, nadie se?alaba a los responsables. Hac¨ªa tiempo que se rifaba un bofet¨®n y esa semana el alcalde Tr¨ªas compr¨® todos los n¨²meros, no dej¨® ni uno. En pocos d¨ªas se acumularon las noticias: el resultado de las europeas era un severo aviso; dimit¨ªa el jefe de la polic¨ªa; se supo la no sentencia de la pieza separada del hotel del caso Palau y, por ¨²ltimo, los directivos de Caixa Pened¨¨s se fueron de rositas. Como se puede ver, era el momento id¨®neo para entrar con una excavadora en Can Vies.
Algunos dirigentes de CiU se acabaron creyendo las consignas m¨¢s ramplonas de algunas de sus fundaciones y think tanks. La chuler¨ªa, en Twitter puede ser hasta resultona, pero la crisis se agudiza y ya solo se r¨ªen las gracias entre ellos. Hemos le¨ªdo decenas de art¨ªculos insultantes que por desgracia encontraban eco en el Gobierno. Todav¨ªa se encuentran en Youtube las respuestas soberbias del exconsejero Mena, que enviaba a los j¨®venes a servir caf¨¦s a Londres. A su lado estaba Enric Colet, que en un alarde de prepotencia dec¨ªa: ¡°Que los j¨®venes indignados creen empresa¡±. Hoy se halla imputado por el caso ITV, as¨ª cualquiera emprende.
Se lo pasaban pipa en la cocteler¨ªa con el gin t¨°nic mientras sin saberlo llenaban el molotov de Can Vies
Este era el nivel, pero el nivel que se correspond¨ªa con un contexto derivado de ensalzar articulistas y profesores que semana s¨ª y semana tambi¨¦n mostraban su falta de empat¨ªa, cuando no desprecio, por tanta gente que ve¨ªa c¨®mo se le ca¨ªa el mundo encima.
No es dif¨ªcil encontrar art¨ªculos hablando de gandules para referirse a los parados. O de sucios y piojosos para todo lo que tuviese que ver con los movimientos alternativos, cualquier b¨²squeda en Internet les dar¨¢ raz¨®n de ello. Vaya, que la parte m¨¢s bestia repet¨ªa lo de que si no tienen pan, que coman pasteles. ?C¨®mo le bailaban el agua a Sostres y a sus ep¨ªgonos! ?Qu¨¦ tiempos aquellos! Se lo pasaban pipa en la cocteler¨ªa con el gin t¨°nic mientras sin saberlo llenaban el molotov de Can Vies.
Pues el gin t¨°nic se ha cepillado al alcalde de Barcelona, nada menos. Ganduxer es el mejor de los mundos posibles y, claro, hay articulistas y dirigentes de Converg¨¨ncia est¨¢n tan lejos de Sants como de Mollet o Berga. Los concejales de Figueres o Montblanc viven las dificultades al lado de sus vecinos y a los consejeros Mas-Collell, Munt¨¦ o Vila les toca gestionar una miseria creada, adem¨¢s de por el d¨¦ficit fiscal, por las pol¨ªticas que se aplaud¨ªan con las orejas en la Fundaci¨® Catalunya Oberta. Me apostar¨ªa algo que Mas y Tr¨ªas entienden hoy un poco m¨¢s el acercamiento social que propone Carlos Campuzano. Es que es de caj¨®n, lo entiende hasta un polit¨®logo, ni la cr¨®nica se escribe desde el hotel ni la pol¨ªtica se hace en el reservado de un restaurante.
Decir que los incidentes posteriores al intento de derribo de Can Vies fueron la respuesta ang¨¦lica a las pol¨ªticas neoliberales ser¨ªa est¨²pido, pero m¨¢s est¨²pido ser¨ªa no admitir ni remediar los errores cometidos. La moqueta es muy c¨®moda, pero hay que ir a Viladecans porque no se va a perdonar nada que huela a pol¨ªtica de mando a distancia. Es muy f¨¢cil insultar desde la cobertura del Ratafia Party pero al que se deja colgado es al concejal de Sants. Y Catalu?a se parece much¨ªsimo m¨¢s a Sants que a Mitre o Sant Cugat. A ver si lo entienden: se parece cada vez m¨¢s a Sant Vicen? dels Horts. ?S¨ª? ?Ahora s¨ª?
Pi¨¦nsenselo dos veces antes de dejar colgados a sus ciudadanos y a sus concejales. A ellos tambi¨¦n les repugna ver un contenedor en llamas o el bloqueo del Parlament. Es precisamente lo que hay que evitar con m¨¢s inteligencia, menos prepotencia y menos aspavientos. La gente ha aguantado dignamente la austeridad. Pero el aviso es serio: cada vez hay m¨¢s personas que tienen menos que perder y se va a pagar caro cada error. Y los desprecios, car¨ªsimos.
Francesc Ser¨¦s es escritor
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