BBK: Queremos y podemos

Conf¨ªo que al presidente de una caja de ahorros se le permita la licencia de empezar este art¨ªculo con un pr¨¦stamo. Tomo prestada una reflexi¨®n de Jes¨²s Mar¨ªa Valdaliso en su libro sobre el centenario de Bilbao Bizkaia Kutxa: ¡°Para cualquier habitante de Bizkaia resulta casi imposible no haberse topado a lo largo de su vida con alguna actividad, centro, instituci¨®n, publicaci¨®n¡­ surgida de la iniciativa de las cajas de ahorros o sostenida con su esfuerzo social: guarder¨ªas, residencias, hospitales, dispensarios, clubes de jubilados, centros de formaci¨®n de la mujer, tareas de salvamento en las playas, colonias infantiles, centros educativos¡­¡±. Resulta complicado condensar mejor en tan pocas palabras 107 a?os de historia. BBK siempre ha estado ah¨ª.

Si la tarea de concentrar el pasado resulta ardua, qu¨¦ decir del futuro. Pues del futuro de BBK se pueden apuntar varias cuestiones. La primera, que BBK tiene futuro. Un futuro tan esperanzador, tan cercano, tan implicado, tan solidario y tan arraigado en Bizkaia y en Euskadi como en sus 107 a?os anteriores. A?adir¨ªa eso de ¡°o m¨¢s¡±, pero como quiz¨¢ suene arrogante o pretencioso, lo omito. Aunque confieso que as¨ª lo siento. BBK siempre ha estado ah¨ª y seguir¨¢ estando ah¨ª.

El Congreso de los Diputados aprob¨® el 27 de diciembre de 2013 la Ley de Cajas de Ahorro y Fundaciones bancarias, que obliga a las cajas vascas a convertirse en fundaciones bancarias. La disposici¨®n transitoria primera no deja margen a la interpretaci¨®n: ¡°Las cajas de ahorros que a la entrada en vigor de esta Ley ejerzan su actividad como entidad de cr¨¦dito a trav¨¦s de una entidad bancaria habr¨¢n de transformarse, en el plazo de un a?o, en una fundaci¨®n bancaria u ordinaria seg¨²n corresponda¡±. Esta ley naci¨® para corregir los desmanes de demasiadas cajas espa?olas y como garant¨ªa ante la Europa del rescate bancario de que no ocurrir¨¢ lo mismo en el futuro y que no pagar¨¢n los ciudadanos sino sus accionistas las hipot¨¦ticas p¨¦rdidas que pudieran darse. Ni BBK ni ninguna de las cajas vascas, ni tampoco Kutxabank, cometieron tropel¨ªa alguna. Al contrario: han sido un modelo de gesti¨®n, eficacia y profesionalidad, pero han acabado en el mismo saco de los garbanzos negros. Pagamos justos por pecadores. Tan injusto como real.

Los deberes

La nueva normativa condiciona el futuro de BBK y del resto de cajas. Es un punto y aparte en el sistema financiero conocido. Otro m¨¢s. La ley pone a BBK, propietaria del 57% de Kutxabank, deberes urgentes: convertirse en fundaci¨®n bancaria; elaborar un protocolo de gesti¨®n que garantice una gesti¨®n profesional; elaborar un plan financiero que demuestre que la futura fundaci¨®n podr¨¢ cubrir las necesidades de capital que el banco pueda necesitar si vienen mal dadas; diversificar sus inversiones (que hoy est¨¢n solo en Kutxabank, con ese 57%); y, por ¨²ltimo, y si quiere mantener este porcentaje en el banco, constituir un fondo de reserva, del que se desconoce su cuant¨ªa. Todo esto no es opcional ni negociable. Es lo que la ley indica que debe hacerse. Quien diga lo contrario, no dice la verdad.

Llevo siete meses al frente de esta entidad. Han sido meses de trabajo intenso, callado y con un objetivo claro: salvaguardar la esencia y presencia de BBK y, a la vez, cumplir la ley. Algunos se han empe?ado en pasar los d¨ªas discutiendo sobre si tiene que llegar o no la noche, como si la llegada de la noche fuera opcional. Otros hemos preferido invertir ese tiempo en pensar c¨®mo afrontar en mejores condiciones la inevitable noche. En breve iniciaremos un proyecto ilusionante y esperanzador. Un proyecto bueno para BBK, para Kutxabank, para Bizkaia y para Euskadi. Un proyecto bueno para las personas. ?Que cambian las denominaciones? Es verdad. ?Que las cajas de ahorro en adelante seremos fundaciones? Correcto. Pero no cambiar¨¢ lo sustancial. Y lo sustancial es que el esp¨ªritu, los valores y la huella de BBK seguir¨¢n tan presentes como hasta ahora (o m¨¢s).

El trabajo realizado lega al futuro patronato bases importantes para cumplir las obligaciones que BBK debe hacer frente y para, desde la defensa de lo que queremos, llegar hasta donde podamos. La eficiencia rige la estructura financiera. Pese a que los ingresos son bajos, se ha consolidado el presupuesto de obra social. Por primera vez en los ¨²ltimos tres a?os no solo no desciende sino que se incrementa, dando sentido y alivio a las personas de Bizkaia que se benefician de nuestra piedra filosofal. Una obra social, la mayor de Euskadi, que no puede estar al albur de los ingresos indefinidos, sino que debe ser racional, sostenida y sostenible. Con la consiguiente obligaci¨®n de diversificaci¨®n y con los activos estrat¨¦gicos de pa¨ªs que para el banco son de dif¨ªcil sustento (por razones t¨¦cnicas y de regulaci¨®n bancaria) podremos conseguir dividendos diferentes y podremos dise?ar un plan financiero tendente, adem¨¢s de a la consolidaci¨®n, a la recapitalizaci¨®n y a la gesti¨®n de un patrimonio mayor que d¨¦ cada d¨ªa mayor solvencia y posibilidades a la fundaci¨®n.

Sin demagogia

Ser¨ªa deseable que nadie hiciera demagogia con este asunto. Ese bulo de la privatizaci¨®n es demagogia pura y dura. El negocio bancario hay que entenderlo como es, totalmente regulado, lo cual a?ade una incertidumbre todav¨ªa mayor a la propia de cualquier mercado, con constantes cambios regulatorios y un progresivo camino hacia la supervisi¨®n y control ¨²nico europeo. BBK es una entidad seria y cumplir¨¢ las obligaciones legales siempre, aunque no nos gusten o nos parezcan injustas. La clave radica en lograr que ese terreno desconocido no sea sin¨®nimo de peligro sino de oportunidad. ?Se puede? S¨ª.

Pido a algunos partidos pol¨ªticos y agentes sociales que aparquen la pol¨ªtica en estos temas y que apoyen y respeten a los profesionales que durante 107 a?os han demostrado su capacidad de sacar BBK adelante. Las leyes, sobre todo las que no gustan, se cambian en los parlamentos. Ese es su trabajo; no hagan dejaci¨®n de sus funciones. El nuestro, a pesar de las dificultades, seguir construyendo una BBK que sea motivo de orgullo para todos los vizca¨ªnos. Tambi¨¦n como hasta ahora, BBK ser¨¢ el accionista mayoritario de Kutxabank y garantizar¨¢ el control vasco del banco. Y con BBK, ese control seguir¨¢ siendo de la sociedad, de todos y todas los impositores y empresas que han confiado en ella durante estos 107 productivos a?os.

Y esa fundaci¨®n, que seguir¨¢ siendo tan vizca¨ªna y vasca como hasta ahora (o m¨¢s), gestionar¨¢ de manera eficiente el patrimonio de los vizca¨ªnos. Mantendr¨¢ su apoyo a la econom¨ªa, a la industria y a las empresas participadas del territorio. Apostar¨¢ por el crecimiento econ¨®mico y por el empleo. Contribuir¨¢ a que Kutxabank sea el banco fuerte, implicado y competitivo que es. Y seguir¨¢ gobernada de una manera tan profesional y ejemplar como hasta ahora. Un patronato profesional, representativo de Bizkaia y aprobado por la Asamblea (el ¨®rgano soberano de BBK) velar¨¢ por esta gran misi¨®n y rendir¨¢ cuentas ante el protectorado del Gobierno vasco y la supervisi¨®n del Banco de Espa?a. El control p¨²blico est¨¢ asegurado.

A veces minusvaloramos lo que parece obvio. Que Kutxabank y las cajas vascas como accionistas hayan superado este quinquenio negro para el sector financiero sin ayuda estatal y en cabeza dice mucho del nivel, compromiso y profesionalidad de sus gestores. Tambi¨¦n es un aval para el futuro. He crecido en la banca, en una caja, en una cooperativa de cr¨¦dito, y conozco bien las dificultades de ser competitivo. Es un orgullo que BBK haya dado este ejemplo. Para cerrar este c¨ªrculo de futuro solo resta apoyar que Kutxabank supere el stress test que realizar¨¢ bajo la supervisi¨®n del Banco Central Europeo y que, estoy convencido, refrendar¨¢ una vez m¨¢s la solvencia y la posici¨®n de liderazgo de Kutxabank, y su derivada positiva que conlleva para las fundaciones.

Cambiamos obligados por las circunstancias, s¨ª, pero con el af¨¢n y la convicci¨®n de que todo seguir¨¢ tan bien como hasta ahora. O mejor. No tenemos un problema, tenemos una oportunidad. Si conseguimos que esa futura fundaci¨®n tenga m¨¢s recursos, garantice la obra social, apoye al tejido productivo vasco y adem¨¢s sea un pilar del banco habremos cumplido nuestra misi¨®n: proteger y prolongar un legado de 107 a?os de historia. Lo verdaderamente importante es que ma?ana seguiremos como hoy. Queremos y podemos.