La Euskadi republicana se deja o¨ªr en el Congreso
El PNV ofrece una propuesta concreta a Felipe VI mientras Amaiur vuelve a discursos internos y Od¨®n Elorza se desmarca
Euskadi se ha hecho significar en el debate del Congreso sobre la ley org¨¢nica para la abdicaci¨®n del Rey Juan Carlos. Curiosamente en un tema que desde el sentimiento republicano que han profesado los dos partidos mayoritarios vascos podr¨ªa resultar sorprendente. Pero PNV y Amaiur lo han exprimido al m¨¢ximo desde posiciones, una vez m¨¢s, muy diferentes que apuntalan el alejamiento ideol¨®gico que profesan.
Y junto a ellos, la aportaci¨®n del socialista vasco Od¨®n Elorza. En medio del cataclismo al que asiste su partido federal, el PSOE, el exalcalde de San Sebasti¨¢n ha sido fiel a sus ideas proclamando que antes republicano que mon¨¢rquico siquiera accidental, en terminolog¨ªa de Felipe Gonz¨¢lez. Elorza se ha distanciado de la consigna oficial marcada por el patriotismo de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba en la v¨ªspera del debate y se ha congraciado con el sentimiento del socialista hist¨®rico que parec¨ªa irreconocible en los ¨²ltimos a?os.
Los vascos se han dejado sentir en Madrid desde una coincidencia republicana de muy distinto alcance. Pero los partidos mayoritarios tambi¨¦n lo han hecho desde el denominador com¨²n del desafecto en Euskadi a la Constituci¨®n de 1978 y al creciente desapego que se constata en la ciudadan¨ªa por un marco jur¨ªdico al que desacreditaron con su baj¨ªsima presencia en las urnas de su refrendo.
Aitor Esteban ha enlazado la ausencia del PNV en el pacto constitucional para desmarcarse de una Constituci¨®n por cuya reforma viene peleando su partido y el Gobierno vasco al que sustenta. As¨ª le ha permitido posicionarse desde una distancia menos comprometida y m¨¢s propicia a la cr¨ªtica con una normativa que no le resulta propia.
Los gestos con la ikurri?a aseguraron a Cuadra su proyecci¨®n medi¨¢tica
En el caso de Amaiur, lo suyo ha sido recuperar los viejos discursos reservados para los m¨ªtines de los a?os m¨¢s dif¨ªciles. Su portavoz, Sabino Cuadra, se ha encargado de hilvanar una ¨¢cida proclama dirigida a las bases y a los votantes de una coalici¨®n soberanista que ha vuelto a aprovechar la proyecci¨®n medi¨¢tica de sus gestos combativos. Una ikurri?a ondeando en la tribuna del Congreso tiene garantizada la fotograf¨ªa mucho m¨¢s que el discurso reflexivo y ponderativo de cualquier otro orador, aunque tampoco apoye la Monarqu¨ªa. La provechosa experiencia marketiniana jalona la trayectoria de la izquierda soberanista.
M¨¢s all¨¢ de los gestos, el PNV apost¨® por el mensaje. Felipe VI ya tiene claro que "la aquiescencia" del PNV le vendr¨¢ dada si apuesta con "valent¨ªa" por un cambio en el modelo de Estado y se compromete a una reforma constitucional. La "naci¨®n vasca" se hizo presente en el Congreso en el d¨ªa donde la mayor¨ªa cr¨ªtica pretend¨ªa introducir el debate del refer¨¦ndum para decidirse entre Monarqu¨ªa y Rep¨²blica. Incluso, Amaiur lo hizo por elevaci¨®n y puso en pie la reivindicaci¨®n de una Euskal Rep¨²blica sin que, desde luego, nadie se sorprendiera.
Y en este contexto gestual, Od¨®n Elorza se ha granjeado las simpat¨ªas de quienes siguen suspirando porque el PSOE no corte definitivamente el cord¨®n umbilical de sus fundamentos en una cuesti¨®n tan determinante como su sentimiento republicano. El diputado guipuzcoano asienta la credibilidad en la conciencia particular ante el voto, aunque, eso s¨ª, dentro de una p¨ªrrica excepcionalidad.
Ninguno de los tres representantes vascos -excepci¨®n hecha del discurso nacional de Rosa Diez- ha desaprovechado la ocasi¨®n de proyectar sus expectativas. Quiz¨¢ se ech¨® demasiado en falta que el acelerado discurso de Cuadra no reparara siquiera dos segundos en consignar que junto a las v¨ªctimas policiales fueron cayendo igualmente inocentes bajo las bombas de ETA. No es memoria selectiva, simplemente es falta de costumbre.
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