Atrapado por la luz y el color
El Museo Carmen Thyssen de M¨¢laga reivindica la obra de Dar¨ªo de Regoyos, referente del impresionismo espa?ol
Inconformista, cosmopolita, innovador¡ As¨ª define el experto Juan San Nicol¨¢s a Dar¨ªo de Regoyos (1857-1913), una figura clave en la modernizaci¨®n del arte espa?ol y al que el Museo Carmen Thyssen de M¨¢laga dedica la exposici¨®n Dar¨ªo de Regoyos. La aventura impresionista, que re¨²ne 61 obras que invitan al visitante a sumergirse en la luz y el color de los paisajes del m¨¢ximo representante del impresionismo espa?ol.
La muestra abarca la trayectoria de uno de los pintores espa?oles m¨¢s importantes de finales del siglo XIX. Formado en Bruselas, el artista asturiano supo acercar la modernidad europea a Espa?a. Disc¨ªpulo en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, como Beruete, Riancho, Morera, Lhardy y otros excelentes paisajistas espa?oles de fines del siglo XIX y del hispano-flamenco Carlos de Haes, Dar¨ªo de Regoyos complet¨® su formaci¨®n en Bruselas, donde se instal¨® en 1879, integr¨¢ndose plenamente en la activa y fascinante vanguardia belga. Esta dilatada estancia de De Regoyos en la Bruselas de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas del XIX, no s¨®lo le permiti¨® asistir en directo al desarrollo de las corrientes posimpresionistas, sino establecer un nexo entre ellas y Espa?a.
Viajero incansable, su cosmopolitismo fue una aut¨¦ntica correa de transmisi¨®n de la modernidad. Este af¨¢n por descubrir vino marcado por su ¡°car¨¢cter rebelde¡±, seg¨²n indica San Juan, comisario de la muestra. ¡°?l no quer¨ªa estar sometido a la Historia del Arte espa?ol ni a su normativa, basada en el estilo cl¨¢sico. ?l deseaba ser libre¡±, a?ade.
La muestra ilustra el papel del artista como puente entre las vanguardias europeas y la Espa?a del siglo XX
Esta inquietud llev¨® a codearse con las vanguardias de finales del siglo XIX en Londres, Par¨ªs o Bruselas. No solo viaj¨® por la moderna Europa, sino que tambi¨¦n recorri¨® Espa?a en compa?¨ªa de muchos de los mejores artistas y escritores belgas. De estos viajes hay uno especial: el que llev¨® a cabo en 1888 con Emile Verhaeren, fruto del cual surgi¨® el libro de La Espa?a negra.
Esta obra conjunta tuvo consecuencias trascendentales dentro y fuera del pa¨ªs. En ella, De Regoyos obvia los t¨®picos nacionales, como el folclore, las corridas de toros o las mantillas y refleja otra Espa?a bien distinta, m¨¢s sombr¨ªa. ¡°?l pensaba en que hab¨ªa otra Espa?a; otro ambiente que representa el dolor, el silencio, la tristeza, el sufrimiento, la espiritualidad, la tradici¨®n familiar...¡±, apunta San Nicol¨¢s.
Dar¨ªo de Regoyos fue uno de los pocos artistas espa?oles que adopt¨® las teor¨ªas impresionistas y que, a pesar de la incomprensi¨®n de una parte de la cr¨ªtica, se mantuvo fiel a ellas a lo largo de toda su carrera. ¡°Paisajista, impresionista y puntillista. En la tradicional Espa?a, eso le perjudic¨® mucho¡±, asegura San Nicol¨¢s, que califica a De Regoyos de pintor ¡°¨²nico¡± al que se le releg¨® al olvido por romper con la ortodoxia.
La exposici¨®n, realizada en colaboraci¨®n con el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo Thyssen-Bornemisza y que estar¨¢ expuesta hasta el 13 de octubre, se divide en cinco etapas, desde sus a?os de formaci¨®n hasta su muerte, en Barcelona en 1913.
De los primeros a?os se exhiben obras como Plaza en Segovia (1882) o Granada (1883), ¨®leos en los que se dej¨® seducir por una pintura en ocasiones algo sombr¨ªa, pero siempre interesada por los efectos lum¨ªnicos. En Espa?a negra se recogen numerosos ¨®leos, pasteles, acuarelas y dibujos a este mismo tema, que hasta comienzos de siglo altern¨® con la producci¨®n de paisajes luminosos y de t¨¦cnica impresionista. V¨ªctimas de la fiesta (1894) y Viernes Santo en Castilla (1904) son, con su crudo simbolismo, obras paradigm¨¢ticas de este momento.
El cap¨ªtulo titulado Divisionismo se centra en su inter¨¦s por el neoimpresionismo, o divisionismo, tras conocer en Par¨ªs y Bruselas a Seurat, Signac y Pissarro. Las redes (1893) es una obra maestra de este periodo, que fue breve, entre 1892 y 1894, debido a que esta nueva t¨¦cnica le imped¨ªa pintar al aire libre.
Llegados al periodo del Impresionismo, se exhiben obras como Lumi¨¨re ¨¦lectrique (1901) o La Concha, nocturno (1906) donde se aprecia la intensa investigaci¨®n que De Regoyos hizo sobre la luz y el color en sus distintas gradaciones y matices. Fiel a las propuestas impresionistas, que conoci¨® directamente en B¨¦lgica y Par¨ªs, quiso expresar en sus obras la impresi¨®n inmediata que produce la apariencia de las cosas. Para ello adopt¨® la paleta clara y una t¨¦cnica a base de peque?os toques de pincel, r¨¢pidos y cortantes. La muestra se cierra con varios paisajes de comarcas catalanas y vistas urbanas de la ciudad de Barcelona, donde muri¨® prematuramente de un c¨¢ncer con 56 a?os.
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