La m¨²sica que lleg¨® del fr¨ªo
Robyn logra el protagonismo en su colaboraci¨®n con R?yk Sopp en la primera noche del festival
La colaboraci¨®n entre el d¨²o noruego R?yk Sopp y la cantante sueca Robyn abri¨® la noche del S¨®nar nocturno. El grupo en escena se ampli¨® hasta siete m¨²sicos para apoyar al d¨²o iniciaron el concierto mezclando temas de R?ky Sopp con los facturados conjuntamente con Robyn. Al concierto le cost¨® tomar vuelo, cosa que lograba principalmente cuando Robyn, cantante excelente, requer¨ªa para s¨ª el protagonismo. Lo que funcion¨® desde el principio fue un juego de luces fundamentalmente de haces de l¨¢ser, un entorno id¨®neo para el pop electr¨®nico con bases house y toques ¨¦picos que paut¨® la nocje.
Segunda jornada de S¨®nar y durante los primeros 10 minutos parece que ya se ha visto todo. La capacidad de sorpresa se antoja ya colmada desde la v¨ªspera, y caminar en busca de una sorpresa o una actuaci¨®n excitante parece una quimera. ?Callo? S¨®lo han de pasar unos minutos, los justos para adecuarse al entorno, y todo vuelve a brillar tal y como lo hizo el d¨ªa anterior. En la tarde de ayer, h¨²meda como Saig¨®n, con m¨¢s gente a¨²n que en la jornada inaugural, los conciertos de car¨¢cter alegre se superpusieron con los m¨¢s cerebrales, de suerte que el S¨®nar d¨ªa ofreci¨® men¨²s para todos los paladares. Los m¨¢s consumidos fueron los propuestos por FM Belfast, un juerg¨®n de tomo y lomo, Dengue Dengue Dengue con su cumbia electr¨®nica, Bonobo y su electr¨®nica con pajarita, o Simian Mobile Disco, que pese a que promet¨ªan un set no bailable no pudieron evitar que el p¨²blico que llenaba su escenario se soltase.
La jornada se abri¨® con Forest Sword, un d¨²o que entre otras cosas hace dub. ?Qu¨¦ es el dub?, pues una m¨²sica de origen jamaicano fundamentada en la repetici¨®n de densas secuencias de bajos. En otras palabras, s¨®lo hace falta imaginar a un luchador de sumo caminando pausadamente sobre un timbal de 90 metros de di¨¢metro. El sonido resultante se parecer¨ªa al dub, en especial si tropieza a c¨¢mara lenta. Id¨®neo para que los efectos del cannabis suspendan el tiempo en una higuera. Por cierto, en su escenario, el Hall, hab¨ªa ya a esa primera hora de la tarde personas por el suelo.
En el tramo final de la tarde, Bonobo impuso su elegancia en un concierto en el que se superpusieron instrumentos convencionales y digitales
M¨¢s tarde, en ese mismo escenario Simian Mobile Disco ofrecieron una actuaci¨®n que no estaba pautada estrictamente por el baile. Pero el p¨²blico, como si hubiese le¨ªdo a Pavlov con sumo detenimiento, reacciona bailando cada vez que escucha un bombo o que una c¨¢mara atiende su presencia. El d¨²o brit¨¢nico bas¨® su espect¨¢culo en las proyecciones, nada del otro jueves, por cierto, quedando ellos en penumbra, irreconocibles.
Entrados en el ¨¢mbito de las sorpresas, dos brillaron de forma especial. Por un lado el S¨®nar bail¨® cumbia, por supuesto electr¨®nica. El d¨²o peruano Dengue Dengue Dengue, tr¨ªo en el S¨®nar, pas¨® por sus m¨¢quinas el ritmo latino, deparando una fiesta de tomo y lomo que marc¨® el perfil de las ra¨ªces en un festival que esperaba m¨¢s tarde a uno de sus triunfadores de ediciones anteriores, Buraka Som Sistema y su kuduro, ritmo impenitente como pocos. El otro gran fiest¨®n vino a cargo de los islandeses FM Belfast, una troupe exc¨¦ntrica ataviada como Pipi Calzaslargas que con un pop despeinado y deliciosamente imperfecto pusieron la nota de alegr¨ªa exultante en el S¨®nar. Su sonido atropellado y despreocupado se atrevi¨® con versiones de Oasis sin por ello perder perfil. El Village se pobl¨® de brazos enhiestos y cabezas en estado de agitaci¨®n. Hermosa escena.
Para el lado m¨¢s cerebral estaban Matmos, con un espect¨¢culo sobrio y efectivo atravesado por ruidos incidentales tan desasosegantes que ni la presencia de c¨¢maras provoc¨® baile alguno. Algo as¨ª como lo que pas¨® con el duelo de orquesta de c¨¢mara y estruendo propuesto por el australiano Oren Ambarchi con la Sinfonietta Cracovia, una tormenta que se fue gestando en el Complex, como las buenas, poco a poco, dando tiempo a desplegar el paraguas, anunciado los truenos por una bater¨ªa ac¨²stica.
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