El rector de la UCM requis¨® los discos duros del departamento de Anatom¨ªa II
Jos¨¦ Carrillo dice querer ¡°proteger¡± la informaci¨®n de los ordenadores que estaban en el edificio de la Facultad de Medicina donde se hacinaban los cad¨¢veres
Ante un esc¨¢ndalo de consecuencias incalculables para la Universidad Complutense, como el del hacinamiento indigno de cientos de cad¨¢veres donados para la ciencia en los s¨®tanos de la facultad de Medicina y los cursos de dudosa regularidad realizados con ellos, el rector Jos¨¦ Carrillo tom¨® una medida sin precedentes (que se recuerden): llevarse los discos duros que registraban las operaciones, movimientos y transacciones que se habr¨ªan realizado desde y con los ordenadores del departamento de Anatom¨ªa II, el foco del esc¨¢ndalo.
Durante semanas han corrido por los pasillos de la facultad rumores acerca de que una empresa de inform¨¢tica desconocida ¡ª¡°no la de siempre¡±¡ª hab¨ªa entrado en el departamento y se hab¨ªa llevado el contenido de las m¨¢quinas. ¡°Entraron varios t¨¦cnicos¡±, dec¨ªan. Pero no. No se trataba, como pensaban muchos, de una empresa externa enviada por la Inspecci¨®n de Trabajo o por la Fiscal¨ªa, que actualmente investigan el macabro caso que ha sacudido a la instituci¨®n educativa m¨¢s importante de Madrid. Se trataba de personal de la propia universidad, dependiente del Vicerrectorado de Innovaci¨®n que dirige Manuel Ma?as, quien prefiri¨® que fuese el rector el que hiciese declaraciones al respecto.
¡°Se envi¨® a varios t¨¦cnicos de la Universidad para proteger la informaci¨®n y aportarla a la investigaci¨®n que est¨¢ abierta¡±, justific¨® el m¨¢ximo responsable de la Universidad. Los materiales ¡ªno precisaron cu¨¢ntos ordenadores¡ª se requisaron casi al tiempo de conocerse el esc¨¢ndalo, justo despu¨¦s de que responsables del departamento de Anatom¨ªa II tratasen de sacar algunos de esos cad¨¢veres amontonados en sus c¨¢maras para deshacerse de ellos. Los cuerpos fueron interceptados por la Guardia Civil, que notific¨® los hechos al juzgado por observar indicios de un posible delito de falsedad documental.
¡°Los discos duros¡±, aclar¨® el rector, ¡°est¨¢n actualmente en poder de la Inspecci¨®n de la Universidad que es quien est¨¢ instruyendo el proceso de investigaci¨®n interno para elaborar el informe correspondiente, pero si la Fiscal¨ªa los requiere se le facilitar¨¢n¡±.
En favor de la legalidad de esta inusual medida que podr¨ªa colisionar con la Ley de Protecci¨®n de Datos, desde el Rectorado se alude a que fue una decisi¨®n ¡ª¡°al igual que la de denunciar lo ocurrido ante la Fiscal¨ªa¡±¡ª tomada ¡°de acuerdo con el servicio de Asesoramiento Jur¨ªdico de la Universidad¡±.
Pese a lo espeluznante de las im¨¢genes que desataron la pol¨¦mica publicadas por El Mundo, eran muchos ¡ªincluido Carrillo¡ª los que aseguran que desconoc¨ªan las condiciones en las que se trabajaba desde hace a?os en el departamento de Anatom¨ªa II, dirigido por el profesor Jos¨¦ Ram¨®n M¨¦rida. ¡°La Universidad est¨¢ llena de reinos de taifas dentro de reinos de taifas¡±, comentan fuentes de los sindicatos. Tanto es as¨ª que, ¡°incomprensiblemente¡± ¡ªen palabras del rector¡ª, los dos departamentos de Anatom¨ªa ¡ªfusionados en uno solo desde el viernes pasado¡ª funcionaban de manera aut¨®noma hist¨®ricamente ¡ªdesde 1993, cuando se separaron por rivalidades internas¡ª.
¡°?C¨®mo se pueden hacer en uno las cosas bien y en otro tan mal?¡±, se preguntaba el rector. El uno ten¨ªa sus c¨¢maras con los cad¨¢veres donados para la investigaci¨®n cient¨ªfica en perfecto estado de revista. El dos amontonaba cuerpos y los incineraba en un horno crematorio sin licencia ¡ªhoy en pleno desmantelamiento¡ª desde a?os atr¨¢s. El uno organizaba ¡°cursos de formaci¨®n continua¡± para entidades o sociedades m¨¦dicas a trav¨¦s de una empresa externa llamada Clover para eludir el canon de entre el 20% y el 25% que impone su gesti¨®n desde la Fundaci¨®n Complutense. Y el dos directamente montaba tambi¨¦n ¡°cursos¡± o ¡°alquilaba espacios¡± (con derecho a cad¨¢ver) desde su propia secretar¨ªa y pagaba ¡°en mano¡± y, consecuentemente en negro, a sus t¨¦cnicos, seg¨²n han declarado ellos mismos ante la Inspecci¨®n de Trabajo.
Aparte de las investigaciones de la Fiscal¨ªa, tras la denuncia de los hechos por parte del propio Carrillo ¡ª¡°por si pudieran ser constitutivos de delito¡±¡ª y de la Inspecci¨®n de Trabajo, la Universidad ha abierto una instrucci¨®n desde la Inspecci¨®n de Servicio ¡ªactualmente ¡°informaci¨®n reservada¡±, junto con los discos duros¡ª y los sindicatos han solicitado una auditor¨ªa, que podr¨ªa ser interna (desde el ¨¢rea de Intervenci¨®n) o externa. Adem¨¢s, se le ha abierto un expediente disciplinario al profesor M¨¦rida por su responsabilidad directa en el asunto.
Carrillo ha insistido en los ¨²ltimos d¨ªas en que ¡°se ir¨¢ hasta el final y no se tapar¨¢ nada¡± y ha dejado claro que si hubiese habido, como indican las declaraciones de los t¨¦cnicos, pagos bajo cuerda ser¨ªa ¡°ilegal¡± porque ¡°un departamento no puede tener una financiaci¨®n propia a trav¨¦s de una caja b, todo debe de pasar por la caja de la Complutense y pagarse por n¨®mina, si la hay la cerraremos¡±.
?De qui¨¦n son los datos y de qui¨¦n son los recursos?
La decisi¨®n de requisar los ordenadores del departamento de Anatom¨ªa, en cuyas c¨¢maras se hacinan los cad¨¢veres ¡ªhasta que en los pr¨®ximos d¨ªas empiecen a llevarse todos aquellos que ya no puedan ser usados para el estudio¡ª no tiene una interpretaci¨®n clara desde la lectura de la Ley de Protecci¨®n de Datos. La cuesti¨®n es: ?de qui¨¦n son los datos y de qui¨¦n son los recursos?
¡°Debe existir una pol¨ªtica clara por parte de la Universidad en relaci¨®n a la asignaci¨®n de recursos materiales¡±, apunta Chema Alonso, experto en asuntos de seguridad en la Red. ¡°Si se ha advertido a los usuarios previamente de que esos ordenadores estaban monitorizados por la instituci¨®n ¡ªpor ejemplo, por el simple hecho de que su correo ten¨ªa el dominio de la Universidad (.ucm)¡ª, en ese caso, s¨ª podr¨ªan requisarlos. Pero si no, no. Debe de haber un pol¨ªtica clara y expl¨ªcita al respecto¡±, insiste Alonso.
En opini¨®n del juez de la Audiencia Nacional Eduardo Men¨¦ndez, que recientemente se ha especializado en esta ¨¢rea, tampoco est¨¢ claro: "Puede tratarse de una actuaci¨®n informada y realizarse una inspecci¨®n limitada, un barrido para recoger lo que interesa en relaci¨®n a la investigaci¨®n, porque pueden estar sujetos a ese tipo de Inspecci¨®n", comentaba el magistrado, que asegura de no recordar ningun caso similar ni jurisprudencia al respecto.
En todo caso, seg¨²n recogen los estatutos de la Universidad Complutense en el apartado de ¡°Acciones judiciales¡± (art¨ªculo 9): ¡°Corresponde al rector el ejercicio de cualesquiera acciones que se consideren pertinentes en ejercicio de sus competencias y en uso de los derechos e intereses de la Universidad. Asimismo y salvo disposici¨®n en contrario de estos estatutos, le corresponden las facultades de desistimiento, transacci¨®n y allanamiento¡±.
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