Con Blondie asoman las estrellas

En un concierto con hits, pero los justos, Blondie han demostrado en el Azkena Rock de Vitoria de donde les viene ese magnetismo y en qu¨¦ consiste esa provocaci¨®n que les ha convertido en unos cl¨¢sicos para varias generaciones.

Lo que se pod¨ªa esperar de ellos era un concierto serio y un recorrido por su historia que tambi¨¦n es la historia de los ¨²ltimos 40 a?os de pop. Con el sonido punk, ramonero a veces, pero un optimismo que les distingue.

Hacen pensar en Simple Minds, Men at Work, Costello. Gente de su generaci¨®n y con una reserva de ritmos parecida. No se puede hablar de la new wave sin mencionarles y sin embargo, a primera vista, parecen intranscendentes. Tambi¨¦n lo parec¨ªan entonces, pero aqu¨ª siguen, d¨¢ndolo todo.

Debbie Harry vuela sobre el escenario. Como dicen all¨ª "bigger than life", grande. No tiene ning¨²n problema en insinuar un movimiento de cadera, o en pasarse la mano por donde quiere. Lo importante para ella es sentirse a gusto, pero es casi m¨¢s importante para el p¨²blico, para que todo salga bien. Adem¨¢s est¨¢ como en casa, porque ya estuvo aqu¨ª cantando jazz, pero esa es otra historia.

Te susurran a la oreja y luego te gritan a la cara

Un par de horas antes, Violent Femmes han sorprendido para empezar por la instrumentaci¨®n. Ellos siempre han tocado as¨ª pero no es habitual verlo. El bajo es un guitarr¨®n como de mariachi de cuatro cuerdas. El bater¨ªa no tiene bombo y toca de pie, con un tambor extra como de chapa. Luego hay un caj¨®n, y la guitarra.

Su m¨²sica se acerca al blues a veces, otras al rockabilly, otras directamente rock&roll pero pueden tocar tambi¨¦n un ska. El tono oscuro se lo da seguramente la sencillez cruda del sonido y una voz llena de matices. Por alguna raz¨®n la rabia siempre est¨¢ ah¨ª.

Han tocado la mayor parte de su repertorio cl¨¢sico, el de los dos primeros discos, utilizando todos los recursos. Bajo el¨¦ctrico, secci¨®n de vientos cuando ha sido necesaria, redobles acelerados de bater¨ªa. Lo que haga falta.

Y otra de las cosas que inventaron y sigue siendo una de sus se?as de identidad es que son capaces de combinar, en una misma canci¨®n, pasajes de ritmo salvaje y zonas l¨ªricas. Te susurran a la oreja y luego te gritan a la cara. Los Pixies tambi¨¦n lo hicieron, pero despu¨¦s. Los Femmes quieren que tu cuerpo se anticipe a lo que va a venir para crear tensi¨®n y as¨ª hacer que explotes.

Despu¨¦s ha salido Joe Bonamassa con su banda y el blues, tocado a la manera de los setenta, con una p¨¢tina de hard rock. A veces, cuando han ido m¨¢s r¨¢pido se pod¨ªa acercar al garage, pero muy de lejos. Siempre con la guitarra en primer plano. Aunque detr¨¢s hab¨ªa bater¨ªa y percusi¨®n, su protagonismo ha sido evidente.

Todav¨ªa queda mucha noche despu¨¦s de Blondie, con Wolfmother, Kadavar, Royal Thunder y lo que decidan los djs.

La continuidad de este festival est¨¢ garantizada, sobre todo por un p¨²blico perfecto, o casi. Entendido, ecl¨¦ctico y con ganas. Que viene a?o tras a?o porque la programaci¨®n siempre tiene sorpresas agradables y porque merece la pena ver, alguna vez, a los que te han hecho disfrutar tanto.