Blancas, el¨¦ctricas, y a 50 c¨¦ntimos de euro la media hora
Gu¨ªa para entender el funcionamiento y el modo de pago de BiciMad
¡°?C¨®mo van a funcionar estas bicicletas?¡±, pregunta un taxista al ver una de las flamantes bicis blancas de BiciMad. El sistema p¨²blico de bicicleta de la capital se estren¨® ayer y no dej¨® indiferente a nadie. Conductores, peatones y otros pedaleantes no disimulaban su curiosidad al ver los veloc¨ªpedos circular por las calles de Madrid. Tras el paseo inaugural, a las 10,30 y de la mano de la alcaldesa Ana Botella, 1.560 bicicletas entraron en la red de transporte de la ciudad. Aunque Madrid llega tarde a la bicicleta p¨²blica ¡ªBarcelona estren¨® el Bicing en 2007¡ª lo hace con una atrevida propuesta, como la primera capital europea con un sistema basado ¨ªntegramente en bicicletas el¨¦ctricas.
Distribuidas en 123 estaciones en seis distritos (Centro, Salamanca, Arganzuela, Retiro, Moncloa-Aravaca y Chamber¨ª), el planteamiento de BiciMad es completamente diferente a la mayor¨ªa de sistemas p¨²blicos. Por un lado, el motor el¨¦ctrico, que ayuda a pedalear en tramos especialmente duros, como las mitificadas cuestas madrile?as. Por otro, el sistema tarifario. La bicicleta p¨²blica madrile?a cuesta dinero. Adem¨¢s del abono anual (una tarjeta que vale 25 euros; 15 si se dispone del abono transporte en el momento de adquirirla, y que se puede obtener a trav¨¦s de la web del sistema, www.bicimad.com), habr¨¢ que pagar por cada trayecto en bicicleta: media hora, 50 c¨¦ntimos. Cada 30 minutos adicionales, 60 c¨¦ntimos m¨¢s. As¨ª, hasta las dos horas de uso. A partir de ese momento, el coste asciende a 4 euros por hora. ¡°El sistema tarifario es un poco confuso¡±, se quejaban ayer algunos usuarios.
El t¨¦cnico que mont¨® el sistema barcelon¨¦s apoya el elegido en Madrid
Y es que estos precios se ven modificados en funci¨®n del t¨®tem (las estaciones) donde se recoge y se aparca la bicicleta. Si se saca de una base donde en ese momento est¨¦n estacionadas un gran n¨²mero de bicis, se descuentan 10 c¨¦ntimos. La misma rebaja se aplica si se devuelve la bicicleta en un soporte con menos de un 30% de veh¨ªculos. ¡°La finalidad es favorecer el equilibrio natural del sistema¡±, aclara Miguel Vidal, director de Bonopark, la empresa navarra adjudicataria del servicio. En Barcelona, el traslado de bicicletas de la zona baja de la ciudad a la parte alta de la urbe fue uno de los primeros problemas a los que se enfrent¨® el Bicing. ?ngel L¨®pez trabajaba en el servicio de movilidad de la ciudad catalana cuando arrancaron las bicicletas p¨²blicas. ¡°La estructura tarifaria flexible y las bonificaciones pueden evitar problemas posteriores¡±, defiende el t¨¦cnico municipal barcelon¨¦s en apoyo del sistema madrile?o.
BiciMad funciona 24 horas al d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o. Y lo podr¨¢n usar todas las personas que visiten la capital, ya que tambi¨¦n hay abonos de uno, tres o cinco d¨ªas para usuarios ocasionales. Eso s¨ª, con un precio diferente: 2 euros la primera hora y 4 cada una de las restantes. ¡°Quer¨ªamos un modo de pago porque nuestra intenci¨®n es que la bicicleta sea contemplada como una opci¨®n de transporte. No quer¨ªamos que los peatones cambiaran el paseo por las dos ruedas sino que los usuarios del coche privado o del metro y el autob¨²s se plantearan la bici como una opci¨®n¡±, comenta Elisa Barahona, directora general de sostenibilidad del consistorio. Al descongestionar la red p¨²blica, esta se puede hacer m¨¢s atractiva para los usuarios del coche. ¡°La promoci¨®n de la bici va de la mano de la defensa del autob¨²s y del metro¡±, incide Barahona. En esta l¨ªnea, BiciMad entra dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la ciudad, y tiene adjudicada una dotaci¨®n de 2.820.588 euros anuales que comparte con otros servicios municipales.
El plan distribuye 1.560 bicicletas en 123 estaciones dentro de la M-30
Acompa?ando a la bicicleta p¨²blica, el Ayuntamiento va a ampliar en 70 kil¨®metros la red de v¨ªas ciclistas de Madrid, que actualmente tiene 321 kil¨®metros, la mayor¨ªa fuera de la almendra central. De ah¨ª que la mayor parte de las nuevas infraestructuras se desarrollen dentro del radio de la M-30. La soluci¨®n elegida por el consistorio ha sido la de ciclocalles: v¨ªas compartidas, se?alizadas con una gran bicicleta pintada en el asfalto. En ellas, las bicis tienen preferencia, deben circular por el medio del carril y los autom¨®viles no pueden rebasar los 30 kil¨®metros por hora. Del mismo modo, se va a ampliar el n¨²mero de l¨ªneas avanza-bicis en los sem¨¢foros, que permiten a los veloc¨ªpedos adelantarse con respecto a los coches.
¡°Yo no soy muy de el¨¦ctrica, pero me parece que la propuesta est¨¢ muy bien¡±, opinaba Dani Cabezas, redactor jefe de la revista Ciclosfera tras probar el veh¨ªculo. ¡°Madrid tiene muchas ganas de bici¡±, agrega. No se equivoca: antes de que acabara la ma?ana, ya hab¨ªa m¨¢s de 600 usuarios registrados en el sistema. Casi ninguno de ellos pudo probar las bicicletas blancas de Madrid debido a un problema inform¨¢tico que provoc¨® quejas continuas a trav¨¦s de las redes sociales.
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