100.000 trabajadores del Metal se ¡®congelan¡¯ tras la reforma laboral
Jos¨¦ Antonio, Amaia e I?aki cuentan su situaci¨®n en Bizkaia, Gipuzkoa y ?lava
No son los 100.000 los que sufren el largo invierno salarial que ha sucedido a la crisis y a la ¨²ltima reforma laboral, pero la gran mayor¨ªa de los trabajadores afectados por los diferentes convenios sectoriales del Metal llevan cuando menos tres a?os de recortes y de congelaci¨®n.
Eso despu¨¦s de los ajustes de plantilla que han diezmado las empresas, de ver que se han abierto por debajo escalas salariales dobles o que, tras una baja, sus emolumentos han ca¨ªdo sustancialmente al eliminar su empresa el complemento que ten¨ªan pactado en el caso de Incapacidades Temporales (IT).
El metal es un sector tractor que aglutina en torno a ¨¦l a otros m¨¢s peque?os como limpieza, comercio y algunos m¨¢s espec¨ªficos. Aunque la cifra oficial de trabajadores afectados por el sector en s¨ª es de 100.000, emplea en total, con todos los sectores afines, a m¨¢s de 150.000 familias, es decir, a unos 400.000 vascos en una comunidad de poco m¨¢s de dos millones de personas. Un sector vertebrador, que cada d¨ªa que pasa est¨¢ m¨¢s desvertebrado.
Jos¨¦ Antonio Cabia naci¨® en Bilbao hace 47 a?os y trabaja en Nervacero, del Grupo Celsa. Sus salarios est¨¢n congelados desde 2010 y adem¨¢s han firmado un plan de viabilidad y un convenio de empresa que les han obligado a darle una vuelta m¨¢s al cintur¨®n, con una rebaja salarial del 20% ¡ªconvertida en variable en funci¨®n de la marcha de los beneficios antes de impuestos¡ª y ajustes de plantilla aunque no traum¨¢ticos.
El 7 de julio de 2012, Nervacero firm¨® un plan de viabilidad y justo un a?o despu¨¦s, el fat¨ªdico d¨ªa en el que decayeron muchos convenios sectoriales por obra y gracia de la ¨²ltima reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, el 7 de julio de 2013, los cuatro sindicatos vascos, UGT, CC OO, ELA y LAB, firmaron el convenio de Nervacero. ¡°La gente tiene la sensaci¨®n de vivir de prestado¡± dice Cabia.
Se refiere a que en Bizkaia la gran mayor¨ªa de las empresas han seguido las recomendaciones de la patronal de mantener las condiciones laborales hasta que el panorama no se aclare, pero el asunto va a trompicones. El pasado julio muchos empleados recibieron cartas de que se manten¨ªan las condiciones del ¨²ltimo convenio vigente, hasta el 31 de diciembre de 2013 y ahora est¨¢n en una nueva pr¨®rroga hasta el 31 de julio de 2014.
El problema es que mientras tanto el ¨²ltimo convenio vigente, el de 2008 a 2011, de eficacia limitada ¡ªfirmado por UGT y CC OO en minor¨ªa¡ª est¨¢ judicializado. UGT present¨® el recurso al Supremo el viernes pasado despu¨¦s de que en primera instancia un juzgado de Bilbao reconociera la ultraactividad de ese marco laboral, pero el Superior diera la raz¨®n a la patronal al considerar que las recomendaciones que hab¨ªa hecho a sus afiliados para que mantengan las condiciones laborales no se pueden convertir en el hecho central que justifique su vigencia.
Cabia, casado y con dos hijos ha visto c¨®mo su empresa que vend¨ªa el 80% de su producci¨®n a Espa?a y el 20% en el mercado internacional ha tenido que invertir los porcentajes para seguir aferrado al mercado, con lo que supone de merma de m¨¢rgenes. ¡°Tambi¨¦n he visto como los derechos y reparto de la renta que hab¨ªamos logrado en treinta a?os se ha ca¨ªdo en tres¡±, lamenta.
Presi¨®n judicial
Tribunales. Las reclamaciones de los sindicatos se est¨¢n produciendo en los tribunales, con la presi¨®n a?adida que supone para los jueces, que tienen que interpretar algunos de los supuestos de las sucesivas reformas laborales. El problema es que en cada provincia se hace de una determinada manera.
Juan Luis Ibarra. El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, aval¨® las resoluciones que no aplican la reforma laboral, como el mantenimiento de los convenios del sector del Metal en las instancias en las que se produjeron. "Los jueces deben actuar con prudencia", dijo.
Constitucional. La tesis de Ibarra se basa en que "no se puede establecer una l¨ªnea general" porque todav¨ªa el Constitucional no se ha pronunciado sobre algunos aspectos de la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy.
Los sindicatos del Metal de Bizkaia est¨¢n convocados el pr¨®ximo martes a una nueva reuni¨®n del sector.
Sobre la mesa hay asuntos como el aumento de la flexibilidad para adaptar los tiempos de trabajo a los ritmos de la demanda, y la eliminaci¨®n de los complementos de la Incapacidad Temporal, adem¨¢s de aumentos de productividad. ¡°Queremos firmar un convenio de eficacia general, pero si no es posible no podemos dejar tirados a miles de trabajadores, firmaremos uno de eficacia limitada¡±, asegura el responsable de UGT, Jos¨¦ Ram¨®n Manso.
A. M., casada y con un hijo est¨¢ afectada por un ERE temporal hasta final de a?o para mantener el empleo. Trabaja en Premagas, en Vitoria y sus condiciones est¨¢n congeladas desde 2011. Tambi¨¦n viven ¡°de prestado¡± con el mantenimiento de las condiciones del ¨²ltimo convenio vigente, de 2011, hasta el 31 de julio ¡°y luego ya veremos¡±.
Cobran mes a mes, pero a veces en dos plazos y ¡°hay que agradecer que nunca nos han debido nada, pero mayo acabamos de cobrarlo. Si tienes obligaciones con un banco en fechas concretas tienes un problema¡±, lamenta.
Sindicatos y patronal se reunieron el viernes pasado y lo m¨¢s positivo es que siguen las negociaciones. CC OO cree escasa la propuesta de ultractividad de 24 meses, y las subidas salariales del 0,5%, exiguas, despu¨¦s de cuatro a?os de congelaciones. La patronal SEA quiere 120 horas de flexibilidad, 15 d¨ªas. En ?lava las dos instancias judiciales apeladas han reconocido la ultractividad del ¨²ltimo convenio firmado, el de eficacia limitada de 2010 de UGT y CC OO. LAB cree ¡°inaceptable¡± que las empresas quieran hacer desaparecer la referencia del IPC en la actualizaci¨®n de los salarios.
?lava es la ¨²nica de las tres provincias en la que el mantenimiento de las condiciones est¨¢ m¨¢s o menos asegurado, aunque con la incertidumbre que genera la reforma, al poder descolgarse cualquier empresa en cualquier momento, de las condiciones generales, incluso de las pactadas en la propia planta.
¡°Para que la industria pueda seguir siendo el motor de la econom¨ªa tiene que estar regulada, las patronales van a darse cuenta tarde o temprano de que sin condiciones generales adem¨¢s de la conflictividad, van a empezar a competir entre patronales y entre empresas por tener los menores costes salariales, y eso no puede ser¡±, asegur¨® el jueves el responsable del Metal de CC OO, Javier G¨®mez.
I?aki Mart¨ªn es delegado de UGT en Zardoya Otis, en San Sebasti¨¢n. Su empresa va bien, pero como no hay convenio provincial, la direcci¨®n no se aviene a mejorar las condiciones. ¡°Estanos intentando negociar el IPC de 2012 y 2013 y aplicarlo a las tablas de 2011¡±, el ¨²ltimo convenio marco vigente que firmaron ELA, LAB y UGT con Adegi para 2010 y 2011, asegur¨® este s¨¢bado Mart¨ªn. Una tarea complicada y que se puede complicar si este martes que viene la asamblea convocada en la planta da luz verde a la huelga que se va a debatir. Casado y con dos hijos asegur¨® ayer que si ¡°la empresa no actualiza los salarios nos vamos a ir a la huelga¡±.
Despu¨¦s de los ajustes realizados que han dejado la firma en unos 180 empleados de los 250 anteriores, pero con carga de trabajo y n¨²meros positivos, Martin asegura que la situaci¨®n en Gipuzkoa es la pescadilla que se muerde la cola: ¡°Si no hay provincial no actualizamos en la empresa, y como no se firma el convenio de empresa pues tampoco se actualiza¡±, lamenta.
El pasado diciembre la sala de lo social del Superior vasco desestim¨® una demanda de los cuatro sindicatos que pretend¨ªa el reconocimiento de la vigencia del ¨²ltimo convenio. A partir de ah¨ª, Adegi se ha negado a sentarse en la mesa general hasta que no se resuelva el recurso de ese fallo.
En Gipuzkoa no hay una fecha pr¨®xima para negociar el convenio sectorial, ya que el Superior emplaz¨® a trabajadores y sindicatos a buscar las soluciones en el ¨¢mbito de la empresa.
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