Una vuelta de tuerca a lo industrial

En alg¨²n momento, alguien apag¨® el interruptor, cerr¨® la puerta o simplemente se fue para siempre de su lugar de trabajo. Atr¨¢s quedaron las herramientas, m¨¢quinas e instalaciones que durante d¨¦cadas fueron sus compa?eras. Andaluc¨ªa era tierra de aceite, vinos, salinas, az¨²car, tabaco, vidrio, tejidos, sombreros, ladrillo, cal, corcho, m¨¢rmol... de producci¨®n agropecuaria y metal¨²rgica. En algunos casos, lo sigue siendo, pero en otros lo que queda es el verbo en pasado y un edificio, una m¨¢quina, un utensilio o un trabajador que todav¨ªa es testigo vivo de esa historia. Los expertos en patrimonio industrial de la plataforma Fabricando El Sur reclaman m¨¢s atenci¨®n institucional a estos valores y se reunir¨¢n esta semana con la Consejer¨ªa de Cultura para definir las estrategias que se asumir¨¢n en los pr¨®ximos a?os para tratar los casos en peligro y encontrar aplicaciones que beneficien a la ciudadan¨ªa.

Cerca de los pueblos, dentro de las ciudades, por el campo y las orillas se encuentran instalaciones que en otro momento proporcionaron empleo y riqueza a las localidades andaluzas. Esas construcciones suman valor cada d¨ªa que pasa por su antig¨¹edad, pero tambi¨¦n podr¨ªan generarlo si se les diera otra oportunidad. Aunque poco a poco su deterioro es mayor y su mantenimiento y recuperaci¨®n m¨¢s costosos. Adem¨¢s, su gesti¨®n es muy compleja. Este patrimonio podr¨ªa tener incidencia en departamentos de Cultura, Turismo, Comercio, Medio Ambiente, Fomento, Agricultura... E infinidad de choques administrativos y de intereses entre instituciones y empresas. Su futuro pasa por convertirse en instalaciones sociales, industriales, art¨ªsticas o por reciclarse en centros comerciales o aparcamientos.

¡°Para gestionar el patrimonio necesitamos coordinaci¨®n de todas las entidades y planes integrales, que todav¨ªa no existen. En Andaluc¨ªa hay un patrimonio con un valor extraordinario y con una relevancia cultural de primer orden. Arrastramos un desfase abismal comparado con el resto de Espa?a y Europa¡±, reivindica el profesor de Patrimonio Juli¨¢n Sobrino, que coordina la plataforma Fabricando El Sur, formada por m¨¢s de 30 entidades, y tambi¨¦n es portavoz del Comit¨¦ Internacional para la Conservaci¨®n del Patrimonio Industrial. En la reuni¨®n de esta semana plantear¨¢n los esbozos de un programa para el a?o Europeo del Patrimonio Industrial, que probablemente se celebre en 2015 y alertar¨¢n del estado de las azucareras malague?as de Tarajal, Costa del Sol y Salobre?a; de la industria minera de Pe?arroya-Pueblonuevo (C¨®rdoba), de Riotinto (Huelva) y del muelle onubense de Tharsis.

¡°El patrimonio industrial se enfrenta al desaf¨ªo de ser valorado, restaurado y sobre todo, puesto a disposici¨®n de la ciudadan¨ªa para su uso social y beneficio¡±, detalla el profesor, doctor y patrono de la Fundaci¨®n Patrimonio Industrial de Andaluc¨ªa (Fupia) Francisco Jos¨¦ Rodr¨ªguez, que destaca como actuaciones mod¨¦licas la de la Tate Modern de Londres, la F¨¢brica de La Cartuja de Sevilla o el complejo del Parque Minero de Riotinto en Huelva, que ha llegado a registrar 80.000 visitas al a?o y a generar una media de facturaci¨®n de 400.000 euros.

En los 1.600 metros cuadrados visitables de este complejo se incluyen un museo minero, un viaje por la v¨ªa de ferrocarril que llevaba el mineral, la entrada a una galer¨ªa y el paseo por otros edificios que recrean una vida industrial con 5.000 a?os de historia. ¡°El turismo era inexistente en esta zona pero desde que empezamos, en los a?os 80, lo hemos revitalizado. Contamos con una plantilla de cerca de 20 trabajadores y tenemos un departamento hist¨®rico y cient¨ªfico. Ahora trabajamos en un proyecto conjunto con la Nasa¡±, destaca Jos¨¦ Mar¨ªa Mantec¨®n, director de la fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que gestiona este parque, que cuenta con el premio Henry Ford a la Conservaci¨®n del Patrimonio (1998) y el Premio de Patrimonio Cultural de la UE Europa Nostra en 2003. ¡°Somos orgullosos depositarios del patrimonio andaluz y el objetivo es que se disfrute este valor, que es de todos¡±, a?ade Mantec¨®n.

El patrono de la Fupia destaca que los organismos oficiales est¨¢n poniendo paulatinamente en marcha iniciativas para darle valor a estos bienes, pero alerta de que hay que definir las estrategias. ¡°Por ejemplo, antes la maquinaria se tiraba a la chatarrer¨ªa, o en un af¨¢n por darle salida, se ha situado en glorietas, sin contextualizar, deterior¨¢ndose¡±, explica. A mayor escala, el futuro de las f¨¢bricas de tabacos de Altadis son un ejemplo de la complejidad de tramitaci¨®n. Para Rodr¨ªguez, la de M¨¢laga arrastra hasta el momento una gesti¨®n desafortunada por la diversificaci¨®n de su contenido, la falta de reclamo concreto y de v¨ªnculos con la industria tabaquera. En Sevilla, los terrenos llevan siete a?os sin uso y en C¨¢diz falta financiaci¨®n para ponerlos en marcha de nuevo.

El Instituto Andaluz de Patrimonio Hist¨®rico comenz¨® hace seis a?os un inventario sobre patrimonio emergente y fr¨¢gil en Andaluc¨ªa en el que se incluye el industrial. ¡°En 2012 cont¨¢bamos con 255 registros a los que reconocemos valores aunque no est¨¦n todos protegidos. Y tenemos 100 m¨¢s vistos para incorporar su informaci¨®n a nuestras bases de datos¡±, detalla Silvia Fern¨¢ndez, jefa del centro de documentaci¨®n del IAPH. Es un avance para dar valor a este patrimonio, refrendado en las leyes. Ciudadanos, Administraciones y empresas pueden ahora dar una vuelta de tuerca a este patrimonio industrial.