Muere Jos¨¦ Manuel Lara Bosch, el editor que llev¨® Planeta al futuro

Tras tres a?os de una lucha literalmente tit¨¢nica contra un c¨¢ncer de p¨¢ncreas, el presidente del grupo Planeta, Jos¨¦ Manuel Lara Bosch, ha fallecido hoy en Barcelona a los 68 a?os. La capilla ardiente del tambi¨¦n propietario, entre otras empresas, del diario La Raz¨®n y presidente de Atresmedia, que engloba las cadenas Antena 3 y la Sexta, se instalar¨¢ el domingo en el Tanatorio de Sant Gervasi de la ciudad, a las 13 horas. El funeral tendr¨¢ lugar el lunes en la Bas¨ªlica de la Concepci¨® de la capital catalana.

Cuando en octubre de 1973 Jos¨¦ Manuel Lara Bosch se cas¨® con Consuelo Garc¨ªa-P¨ªriz en la localidad natal de ¨¦sta, Olivenza (Badajoz), tuvo que, haciendo de tripas coraz¨®n, salir al ruedo a dar unos pases de muleta con unos novillos. Con ese arrojo afront¨® casi todo en su vida, incluida su larga carrera hasta alcanzar la presidencia del grupo Planeta, primer conglomerado editorial y de comunicaci¨®n espa?ol, y convertirse en uno de los grandes empresarios del pa¨ªs. Tambi¨¦n lidi¨® as¨ª, desde 2011, con un c¨¢ncer de p¨¢ncreas, el que al final ha acabado con su resistencia, a los 68 a?os.

De joven, estudiante en el Liceo Franc¨¦s de Barcelona junto a su hermano peque?o Fernando, hab¨ªa decidido que no ser¨ªa editor como su m¨ªtico padre Jos¨¦ Manuel Lara Hern¨¢ndez sino que acabar¨ªa cumpliendo su vocaci¨®n de urbanista o economista. Logr¨® licenciarse en Econ¨®micas, s¨ª, pero esa ciencia la puso pronto al servicio de la editorial: una de las crisis depresivas a las que era asiduo su progenitor comport¨® que, como primog¨¦nito y en una filosof¨ªa de monarqu¨ªa hereditaria empresarial, cogiera moment¨¢neamente las riendas del negocio en 1969. Entraba as¨ª en serio, con 23 a?os, en el mundo de la edici¨®n, con alguna premisa clara. ¡°Quiero ser como Hachette¡±, dec¨ªa en esos primeros a?os 70, influido por su formaci¨®n franc¨®fila y el prestigio del fundador del gran imperio editorial galo, que constat¨® en su breve estancia en 1963 en la librer¨ªa Larousse de Par¨ªs. La otra idea entre ceja y ceja que madur¨® con el tiempo fue una de sus mayores aportaciones: la figura del que bautiz¨® como ¡°editor activo¡±, el que no ha de esperar a que le llegue un libro sino que debe invent¨¢rselo e ir a la b¨²squeda de temas candentes y de los autores que los hagan posibles.

Decidi¨® que no ser¨ªa editor como su m¨ªtico padre sino que seguir¨ªa su vocaci¨®n de urbanista

?l mismo predic¨® con el ejemplo pronto: un corpach¨®n de casi dos metros y m¨¢s de cien kilos de peso no le impidi¨® ser un taimado y el¨¢stico tejedor de contactos desde muy joven en el contexto del tardofranquismo, cuando olfate¨® el desplazamiento de los lectores hacia nuevas voces y temas y por una historia del pa¨ªs que iba a cambiar. De ah¨ª su apuesta por el premio Espejo de Espa?a que pilotaba Rafael Borr¨¢s, donde coloc¨® uno de los t¨ªtulos m¨¢s vendidos aprovechando que un camarero le tir¨® los postres por encima: entre las mujeres que le socorrieron conoci¨® a la viuda del militar Francisco Franco Salgado-Araujo, primo carnal del dictador. De las pacientes visitas a su domicilio para ver lo publicable o no surgir¨ªa Mis conversaciones privadas con Franco, su primer gran ¨¦xito. Tambi¨¦n estar¨ªa detr¨¢s del premio Planeta de 1976, Jes¨²s Torbado, con el oportunista En el d¨ªa de hoy; o de la apuesta por el ¡°rojer¨ªo progre¡± que simbolizaron Jorge Sempr¨²n, Juan Mars¨¦ y Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, todos ellos futuros premios Planeta. A ellos acudi¨® para presidirlos hasta el ¨²ltimo momento, a pesar de que el cuerpo ya casi no le segu¨ªa, como pudo verse hace apenas unos meses.?

Figura ascendente, ser¨¢ en su despacho donde en 1982 se firmar¨¢ la compra de Seix Barral, pistoletazo de una v¨ªa de crecimiento paralelo del cat¨¢logo y de las ventas del grupo a partir de la adquisici¨®n sistem¨¢tica de otras editoriales. Su imparable carrera (ya en 1983 era vicepresidente de Editorial Planeta) sufri¨® en cambio un frenazo apenas un a?o despu¨¦s: problemas de gesti¨®n contable de su equipo con el IVA, que se unieron a fuertes discrepancias tambi¨¦n por su costosa estrategia de adquisici¨®n y gesti¨®n de revistas iniciada a finales de los 70 (Opini¨®n; Por Favor; Nueva Historia; Playboy¡­), le enfrentaron duramente con el patriarca, que le releg¨® a la divisi¨®n de Planeta-DeAgostini, con el consiguiente ascenso de su hermano Fernando, que pas¨® a pilotar Editorial Planeta, coraz¨®n simb¨®lico del imperio.

¡°Quiero ser como Hachette¡±, dec¨ªa en esos primeros a?os 70

Su vida podr¨ªa haber sido otra, pero volvi¨® a cambiar en agosto de 1995, cuando Fernando Lara falleci¨® en accidente de coche tras volver de la presentaci¨®n de pretemporada del RCD Espanyol, club del que era vicepresidente, cargo que Jos¨¦ Manuel, entonces consejero blanquiazul, acabar¨ªa asumiendo hasta 1998. ¡°Ten¨ªamos dividido el trabajo a trav¨¦s de dos ¨¢reas: el Este y el Oeste; mi hermano era para m¨ª un front¨®n donde impactaban las decisiones estrat¨¦gicas. Un front¨®n util¨ªsimo de consulta, de evaluaci¨®n¡±, recordar¨ªa.

Solo dos a?os despu¨¦s ya ser¨ªa el consejero delegado de todo el Grupo Planeta (1997), pero no le estaba siendo f¨¢cil: tuvo que vencer cierta resistencia de la vieja guardia de la casa, que no mov¨ªa un dedo sin el consentimiento del ¡°Lara viejo¡±. Llegaba a la cima con 51 a?os , pero deb¨ªa construirse contra la presencia del padre y la memoria omnipotente del hermano. Ten¨ªa que volver a saltar al ruedo: el heredero a¨²n no coronado se mostr¨® un aut¨¦ntico lince de los negocios. Con un r¨¦gimen de una docena de Coca-Colas al d¨ªa y tres paquetes de Ducados y un car¨¢cter que ¨¦l mismo admit¨ªa ¡°irascible, violento¡±, como el que tuvo el padre, si bien tamizado por un esforzado autocontrol, fue imponiendo su visi¨®n m¨¢s marcada por la gesti¨®n y el m¨¢rketing que por el tradicional olfato y la intuici¨®n. Y estall¨® su otra faceta, la de voraz empresario, que en apenas 17 a?os le llevar¨ªa a la presidencia del C¨ªrculo de Econom¨ªa (2005) o a la del Instituto de la Empresa Familiar (1997). La muerte de su padre, en 2003 (¡°Estoy devorado por la admiraci¨®n hacia ¨¦l y ser¨ªa est¨²pido negarlo¡±, admit¨ªa pocos a?os antes), no har¨ªa m¨¢s que acentuar esa vertiente.

H¨¢bil, supo rodearse de gente muy influyente en el mundo de los negocios que en muchos casos acabaron siendo amigos personales, como Isidre Fain¨¦ (La Caixa) y Josep Oliu (Banc de Sabadell, donde formaba parte del consejo de administraci¨®n desde 2003), sin descuidar nunca la vertiente pol¨ªtica: si en la Transici¨®n fueron personajes como P¨ªo Cabanillas y muchos dirigentes de la entonces Alianza Popular (a la que la familia dio apoyo econ¨®mico), frecuent¨® despu¨¦s comidas y cenas y amistad con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pero se permiti¨® aconsejar al presidente Zapatero o coquetear un tiempo con Jordi Pujol. Declarado ¡°Juancarlista¡± y sincero en grado extremo, igual que nunca fue de intelectual tampoco ocult¨® su tendencia pol¨ªtica, que en relaci¨®n a Catalu?a qued¨® clara al afirmar hace dos a?os que ¡°Si Catalu?a fuera independiente, el Grupo Planeta se tendr¨ªa que ir a Zaragoza, a Madrid o a Cuenca; la independencia es un mal irreparable para unos y otros¡±, dijo quien pon¨ªa en el otro lado de la balanza cierto maltrato fiscal y el hecho de que ¡°Catalu?a es un sentimiento que no se entiende en Madrid¡±.

Promovi¨® el ¡°editor activo¡±, el que no ha de esperar a que le llegue un libro?sino que debe invent¨¢rselo

La suma de la informaci¨®n exquisita de sus amistades y una sagacidad innata para los negocios que afilaba en su favoritas partidas de bridge, hobby que hered¨® del progenitor, le llevaron a abrir la empresa familiar al mundo de las grandes corporaciones sin limitaciones, estando presente en determinados momentos en, entre otras firmas, Altadis (Tabacalera), Metrovacesa y Vueling (que ayud¨® a fundar en 2004), mayormente desde Hemisferio, empresa tenedora de los inmuebles del Grupo Planeta pero pronto veh¨ªculo de inversi¨®n de la familia Lara. En paralelo, como si se tratara de una revancha por su fracaso de juventud con las revistas, promovi¨® fuertes inversiones en medios de comunicaci¨®n, ahora concentrados en Atresmedia (Antena 3 TV, La Sexta, Onda Cero, Europa FM¡­), am¨¦n de ser accionista de referencia del diario La Raz¨®n.

Si Jos¨¦ Manuel Lara Hern¨¢ndez le prometi¨® a su esposa Mar¨ªa Teresa Bosch que cada a?o por su santo le regalar¨ªa una editorial, el hijo Jos¨¦ Manuel sigui¨® la metaf¨®rica tradici¨®n (Paid¨®s, Minotauro, Grup 62, C¨ªrculo de Lectores¡­), cuya guinda lleg¨® en 2008, cuando adquiri¨® Editis, segundo grupo editorial franc¨¦s, con m¨¢s de 40 sellos. Hoy el Grupo Planeta tiene un cat¨¢logo con 15.000 autores y publica 130 millones de libros al a?o: lleg¨® donde nunca lo hizo su padre y su hermano, imperio que en la monarqu¨ªa hereditaria pasar¨¢ a manos de dos de sus cuatro hijos que trabajan en Planeta, Marta y Jose; este ¨²ltimo ya particip¨® hace escasas semanas en la aceleraci¨®n de la integraci¨®n de Tusquets, el sello fundado por Beatriz de Moura.

Curiosas macrocifras para quien desde que hace tres a?os le dieran s¨®lo un 20% de posibilidades de sobrevivir al c¨¢ncer (¡°pero no me vine abajo y sent¨ª una especie de transparencia mental¡±), quiz¨¢ no hizo m¨¢s que acentuar su ¨²ltimo gran sue?o, puro oficio: antes de cumplir los 70, quedarse s¨®lo como presidente de la junta de accionistas y ¡°hacer de editor en el peque?o sello de nuestra fundaci¨®n; nada, una decena de t¨ªtulos al a?o¡±. Despu¨¦s de lidiar con tanto toro bravo, algo as¨ª como volver a aquellos pases de muleta con los novillos.