Un sector de las cooperativas critica que la nueva ley desvirt¨²a el modelo
Los partidarios celebran las facilidades que tendr¨¢n para obtener financiaci¨®n
El proyecto de Ley de Cooperativas ha supuesto una sacudida para el sector. El esperado texto ha dividido a las cooperativas entre partidarios que aplauden el texto --sobre todo porque facilita la entrada de financiaci¨®n externa--, y contrarios que consideran que desvirt¨²a la base participativa y mercantiliza este modelo empresarial.
En el lado de los cr¨ªticos, la postura m¨¢s radical es la que mantienen quienes recogen firmas para pedir la retirada del borrador. Cuentan con el apoyo de destacados actores del sector, como la Xarxa d¡¯Economia Solidaria (XES) o Coop57. En el lado opuesto figura el ¡°apoyo total¡± al proyecto por parte del Grupo Clade, que agrupa gigantes del cooperativismo como La Fageda, Suara, Grup Cultura 03 o Abacus.
En medio est¨¢ la Federaci¨®n de Cooperativas de Trabajo, que les representa a todos: 3.105 organizaciones que emplean a 39.149 trabajadores. La Federaci¨®n se muestra cr¨ªtica con la nueva ley, pero antes que pedir su retirada apuesta por negociar a trav¨¦s de los grupos parlamentarios para conseguir que durante el tr¨¢mite en la C¨¢mara recoja sus aportaciones.
El presidente de la Federaci¨®n, Perfecto Alonso, recuerda que la organizaci¨®n ya exigi¨® la retirada de un primer proyecto y lo pagaron con cuatro a?os de espera para un nuevo texto. Alonso hace autocr¨ªtica: ¡°el ¡®no¡¯ del mundo cooperativo fue pobre, no fuimos capaces de escribir un texto alternativo¡±. Ahora, dice, ¡°nos sumamos al malestar, no estamos contentos, pero la Federaci¨®n representa tambi¨¦n a sectores que apoyan la ley al 100%¡±.
La Federaci¨®n cuestiona aspectos como que la ley rebaje de tres a dos los socios necesarios para crear una cooperativa y pide que regule mejor la implicaci¨®n de los socios colaboradores (los que aportan capital) en la organizaci¨®n. ¡°Deben tener derecho a voto, socios que se impliquen. Si no, estamos ante alguien que se limita a conceder cr¨¦dito sin conciencia¡±, subraya Alonso. ¡°Cuando se da m¨¢s importancia al capital que a la persona s¨ª se desvirt¨²a el modelo, queremos capital con conciencia, no especulativo¡±, a?ade.
Tampoco est¨¢ de acuerdo la Federaci¨®n con la figura del administrador ¨²nico que contempla el proyecto, frente a la cultura empresarial cooperativa, que se basa en la implicaci¨®n de los socios y en ¨®rganos de decisi¨®n colectiva. Tambi¨¦n alerta de la ¡°ambig¨¹edad¡± en la elecci¨®n de los miembros del Consejo Rector o c¨®mo ¨¦ste puede sancionar las faltas cometidas por socios. O de que la admisi¨®n de capital pueda no ser votada ¡°inexcusablemente¡± en la asamblea.
Sobre los excedentes que generan las cooperativas, la Federaci¨®n defiende mantener la dotaci¨®n de los fondos de reserva obligatoria, que ahora es del 30% y la ley prev¨¦ que pueda caer al 15%. Tampoco acepta la posible reducci¨®n del 10% al 5% los fondos para educaci¨®n de los cooperativistas y promoci¨®n del modelo.
El director general de Econom¨ªa Social y Cooperativa de la Generalitat, Xavier L¨®pez, defiende un texto que, a su juicio, ¡°manteniendo los principios b¨¢sicos, permite que cada cooperativa pueda adaptarse a sus necesidades, que se basa en la voluntariedad y que es integrador¡±. ¡°Las cooperativas son empresas que distribuyen los beneficios de acuerdo con el esfuerzo de cada uno, y este principio se mantiene escrupulosamente¡±, afirma y subraya ¡°que no est¨¢n aisladas y deben poder competir con el resto, queremos que el modelo tenga m¨¢s peso en el PIB porque en el mundo que vienen tienen mucho que decir¡±. L¨®pez insiste en la opci¨®n que cada cooperativa podr¨¢ decidir: ¡°Hay cuestiones que pueden gustar m¨¢s o menos, pero son voluntarias¡±.
¡°Abre puertas que las cooperativas decidir¨¢n si cruzan o no¡±
Ramon Roig dirige Grup Clade, una cooperativa de segundo grado que agrupa a grandes organizaciones que han apostado por el crecimiento. El grupo public¨® un manifiesto donde muestra su ¡°apoyo total¡± a un proyecto de ley que entienden que ¡°da herramientas¡± a cooperativas que actualmente pueden verse abocadas a adoptar otras f¨®rmulas jur¨ªdicas ante la imposibilidad de hacerlo bajo las actuales reglas si, por ejemplo, quieren acometer grandes inversiones. Roig argumenta a favor del nuevo texto que ¡°no impone un modelo de cooperativa, sino que abre puertas que hasta ahora no permit¨ªa, unas puertas que las organizaciones pueden decidir atravesar o quedarse c¨®mo est¨¢n¡±. Sobre la pol¨¦mica figura del socio inversor, responde que ¡°tendr¨¢ el l¨ªmite del 49% de los votos de la asamblea¡±, y sobre el administrador ¨²nico subraya que ¡°el texto no lo impone, prev¨¦ que la asamblea lo vote si le parece adecuado¡±. Igual con el fondo de reserva: ¡°Rebaja los m¨ªnimos pero si la asamblea lo decide, puede seguir igual o con porcentajes superiores¡±.
¡°Hay aspectos que alteran el concepto¡±
Coop57 es una de las cooperativas de referencia que, tambi¨¦n a trav¨¦s de una declaraci¨®n, se opone al proyecto de Ley de Cooperativas, y forma parte de la plataforma que pide su retirada. El coordinador adjunto, Raimon Gassiot pone el acento en los ¡°aspectos que alteran el concepto de cooperativa y tienden a asemejarse m¨¢s a las empresas mercantiles¡±. ¡°Son cuestiones muy concretas que afectan a aspectos muy sensibles del modelo cooperativo¡±, resume. Se refiere, por ejemplo, a c¨®mo el proyecto define las cooperativas y habla del socio: ¡°Puede parecer sem¨¢ntico, pero en vez de poner el acento en la satisfacci¨®n de necesidades de los socios, lo pone en la oferta de bienes y servicios, confunde el medio de la cooperativa con su finalidad¡±. Tambi¨¦n preocupa mucho en Coop57 ¡°que la ley reduzca a la m¨ªnima expresi¨®n y que sean repartibles los fondos de reserva¡±. Gassiot cree que, aunque las novedades no son obligatorias, ¡°marcar¨¢n la norma¡±. ¡°Quien no lo haga ser¨¢ la excepci¨®n, estoy convencido de que ser¨¢ la norma para las cooperativas de nueva constituci¨®n¡±, dice y zanja: ¡°Hubiera sido mejor fijar la norma y abrirla a excepciones¡±.
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