¡®Subid¨®n¡¯ de adrenalina

Se les deja un escenario, se coloca ante ellos un p¨²blico de cualquier tipo (no importa edad ni procedencia) y en menos de tres minutos (lo que dura una canci¨®n) todo el mundo, absolutamente todo, est¨¢ completamente arrebatado, bailando desaforadamente y exteriorizando un entusiasmo como pocas veces se ve en conciertos que no sean para quincea?eras (aunque tambi¨¦n podr¨ªan serlo, ?por qu¨¦ no?). Entusiasmo exultante y contagioso que dura la hora y media que el grupo se mantiene sobre el escenario y no decae en ning¨²n momento. Ellos son Los Mambo Jambo y esto es as¨ª una vez tras otra.

El pasado s¨¢bado en Jamboree (una de las deslocalizaciones del Grec de este a?o) no cab¨ªa un alma, tanto en la sala central como en las arcadas laterales. Un p¨²blico abigarrado, en el que se mezclaban generaciones, se apretujaba de pie (con buen criterio se hab¨ªan suprimido las sillas) y no dej¨® de moverse y aplaudir, incluso bailar donde se pod¨ªa, arrastrados por la furia hipn¨®tica del cuarteto barcelon¨¦s. Desde el primer rasgueo de guitarra hasta el ¨²ltimo soplo de saxo tenor aquello fue una locura, un aut¨¦ntico subid¨®n de adrenalina provocado por una m¨²sica contagiosa como pocas. Y ha sido as¨ª durante toda la semana en que el grupo ha estado actuando en el s¨®tano de la plaza Reial.

No sorprende porque Los Mambo Jambo son cuatro sospechosos habituales que ya han demostrado en otros contextos que lo suyo es el escenario, que encima de la tarima son capaces de comerse el mundo. El saxofonista Dani Nel.lo, el guitarrista Mario Cobo, el contrabajista Ivan Kovacevic y el bater¨ªa Anton Jarl llevan juntos desde el 2009 y han tenido tiempo de encontrar la f¨®rmula m¨¢gica de mezclar el rhythm and blues con el rock and roll a?adirle buenas dosis de swing y toques latinos y africanos. Una mezcla servida sin palabras, ellos le llaman sonido jambof¨®nico, que va directa a la sensibilidad de cualquier oyente.

En Jamboree no bajaron la guardia ni un segundo. Mezclaron sus ritmos fren¨¦ticos con un total domino (muy teatral y efectivo) del escenario. En tres temas se les uni¨® el percusionista de Los Fulanos aportando una nota de color. Triunfo por todo lo alto, arrollador, merecido y reconfortante. A la salida todos flotaban todav¨ªa por la excitaci¨®n. ?Viva la jambof¨®nia!