Guardia Civil y Polic¨ªa Local, molestas por su papel en la caza del pederasta
La Polic¨ªa Nacional busca en solitario al secuestrador de ni?as en Ciudad Lineal
El director general de la Polic¨ªa, Ignacio Cosid¨®, lo dej¨® muy claro la semana pasada. La detenci¨®n del pederasta de Ciudad Lineal se ha convertido en ¡°la m¨¢xima prioridad¡± para su departamento. Estas declaraciones no han sentado especialmente bien en otros cuerpos policiales, en especial la Guardia Civil y la Polic¨ªa Municipal de Madrid, que se quejan de que sus agentes desconozcan los datos fundamentales del secuestrador. Esto les impide participar en su b¨²squeda o en aportar algunos datos que podr¨ªan ser fundamentales para su detenci¨®n.
La Operaci¨®n Candy (golosina en ingl¨¦s) la est¨¢ desarrollando un grupo de investigadores del Servicio de Atenci¨®n a la Familia (SAF) de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid. Tambi¨¦n cuentan con enlaces en las comisar¨ªas locales de la capital y en las de la periferia, en especial en los grupos de Polic¨ªa Judicial (los que investigan los delitos).
El malestar de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Municipal proviene del alto n¨²mero de agentes que podr¨ªan participar en la b¨²squeda. El instituto armado tiene unos 8.000 funcionarios en la regi¨®n, mientras que el cuerpo local suma cerca de 6.800. ¡°No lo entendemos, porque, con que nos dijeran las caracter¨ªsticas generales del caso, podr¨ªamos ayudarles de muchas maneras¡±, destacan fuentes consultadas por este peri¨®dico. Es decir, lo que reclaman algunos mandos es poder transmitir a sus subordinados la descripci¨®n m¨¢s o menos fiable del pederasta y, sin abandonar sus labores de patrullaje o vigilancia, poder aportar identificaciones de personas que coincidan.
Lo que tampoco ven con un sentido claro es que los agentes de la Operaci¨®n Candy est¨¦n haciendo un cribado entre 78.000 veh¨ªculos de peque?as dimensiones y no se den estas caracter¨ªsticas a los agentes, en especial a los que trabajan en Madrid. Los coches patrulla de la Polic¨ªa Municipal de la capital cuenta, por ejemplo, con c¨¢maras lectoras de matr¨ªculas que hacen barridos durante su trabajo, sin necesidad de parar. Cuando detectan lo que se denomina un veh¨ªculo de inter¨¦s policial, les salta una alarma en el ordenador y deben comunicarlo al cuerpo que lo haya requerido.
¡°Son formas de trabajar, que se caracterizan por el sigilo y el querer controlar todos los datos, pero no se dan cuenta del potencial de observaci¨®n y de recopilaci¨®n de datos que est¨¢n perdiendo. De verdad, no resulta muy comprensible, sobre todo, si pensamos que se trata de un secuestrador de ni?as¡±, a?aden las citadas fuentes.
¡°No queremos participar en el equipo de investigaci¨®n. Eso solo puede generar problemas y que no acometa unas l¨ªneas claras de abordar el tema. Bastar¨ªa con conocer las claves generales del caso para poder ayudar. Aqu¨ª no se deber¨ªan buscar medallas, con un caso tan grave¡±, a?aden otras. Ponen como ejemplo los guardias civiles o los polic¨ªas municipales de Tr¨¢fico, que hacen decenas y decenas de kil¨®metros al d¨ªa.
Hasta el momento, las investigaciones las lleva en exclusiva el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, en concreto la Jefatura de Madrid. En el hipot¨¦tico caso de que el pederasta cambiara de lugar de actuaci¨®n y delinquiera en el territorio de la Guardia Civil (poblaciones de menos de 50.000 habitantes), se tendr¨ªa que hacer un equipo conjunto de investigaci¨®n. As¨ª ocurri¨® con el ¨²ltimo criminal en serie de Madrid, Alfredo Gal¨¢n, el asesino de la baraja. Los agentes de Homicidios de ambos cuerpos trabajaron mano a mano para intentar arrestarlo. Al final se entreg¨® de manera voluntaria en Puertollano (Ciudad Real).
En un radio de cinco kil¨®metros
Los abusadores sexuales suelen actuar en un radio de unos cinco kil¨®metros desde su lugar de residencia. As¨ª lo ha puesto de manifiesto un estudio realizado por el Instituto de Criminolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, que ha analizado casos ocurridos entre 2009 y 2012. La habitualidad de la zona y conocer exactamente d¨®nde y cu¨¢ndo atacar a sus v¨ªctimas son los dos principales motivos para circunscribirse a estas ¨¢reas tan limitadas.
El estudio coincide plenamente con las conclusiones a que se ha llegado en otros an¨¢lisis internacionales, seg¨²n explica Nerea Mart¨ªn, investigadora del Instituto de Criminolog¨ªa. ¡°Se trata de zonas en las que se encuentran c¨®modos para captar a sus v¨ªctimas, lo que les transmite seguridad¡±, reconoce esta especialista.
El an¨¢lisis tambi¨¦n ha concluido que los ataques se producen en el periodo de tarde y noche y en los fines de semana, entendidos desde el viernes por la tarde. ¡°Al igual que los asesinos en serie, estos abusadores tienen en su cabeza el mapa geogr¨¢fico para cometer sus delitos¡±, a?ade la investigadora.
Estos cinco kil¨®metros hacen que el agresor se mueva en su propia poblaci¨®n, sobre todo si se trata de ciudad, o en la lim¨ªtrofe m¨¢s cercana. El estudio se podr¨ªa extrapolar sin ning¨²n problema al pederasta de Ciudad Lineal. Eso supondr¨ªa que vivir¨ªa en el mismo distrito (la tesis en la que se han centrado los investigadores) o, como mucho, en los aleda?os como Hortaleza, Moratalaz, San Blas o Vic¨¢lvaro, este ya algo m¨¢s alejado. ¡°Tienen una conciencia criminal de c¨®mo act¨²an y saben que si lo hacen en determinados lugares les es m¨¢s sencillo escoger a las mujeres [en este caso, ni?as] y por d¨®nde tienen que huir para llev¨¢rselas al lugar m¨¢s propicio. Por eso siempre prefieren trayectos cortos¡±, destaca Nerea Mart¨ªn.
En el caso del pederasta, se ha confirmado que se las lleva a su casa. Tras narcotizarla, las ducha o las ba?a para que no quede ning¨²n rastro de ADN.
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