¡°El plan de El Cabanyal es tan personalista que ya no es racional¡±

¡°Antes utilizaba un hacha para abrirse paso en El Cabanyal y ahora es un c¨²ter, pero es un plan que se clava en el coraz¨®n del barrio¡± dijo, dirigi¨¦ndose a la alcaldesa de Valencia, el vicepresidente de la Asociaci¨®n de Vecinos del Cabanyal-Canyamelar, Vicente Gallart. ¡°Est¨¢ repitiendo los mismos errores¡±, le reproch¨® desde el palco de invitados del hemiciclo municipal.

Era un d¨ªa para que los vecinos tomaran la palabra en el pleno y opinaran sobre la modificaci¨®n del plan urban¨ªstico original, suspendido desde 2009 por una orden del Ministerio de Cultura por expolio al patrimonio hist¨®rico del barrio. Tanto el plan de 2001 como la modificaci¨®n que se propone ahora prev¨¦n el derribo de cientos de casas para poder prolongar la avenida de Blasco Ib¨¢?ez hasta el paseo.

Gallart ech¨® en cara a la alcaldesa que desproteja edificios porque son incompatibles con la extensi¨®n de la avenida. ¡°Su empe?o es mantener los 48 metros entre fachadas para que los coches pasen por El Cabanyal, desembocando de mala manera ante la Lonja del Pescado. Es una chapuza que ni usted misma sabe c¨®mo quedar¨¢ y un expolio¡±, reiter¨®. A grandes rasgos, con la modificaci¨®n del plan original se destruyen 638 edificios frente a los 2.527 que integran el Pepri, de los que 182 est¨¢n protegidos en el PGOU en vigor.

En pie y con la cara pintada de rojo, los vecinos expresaron su rechazo al plan

Carmen Cuevas, portavoz de otro colectivo vecinal, Pavimar, lament¨® que al PP se le llene la boca de lo mucho que Sorolla amaba Valencia y, sin embargo, quiera destruir el barrio que precisamente plasm¨® en sus lienzos. ¡°Si Blasco Ib¨¢?ez levantara la cabeza y viera lo que quieren hacer...¡±, denunci¨® la vecina.

La ¨²ltima en intervenir fue Mar Villora, de 17 a?os. Lo hizo en nombre de Salvem El Cabanyal, una plataforma con solo un a?o menos de vida que ella. Villora dijo que los j¨®venes han cogido el testigo de las reivindicaciones de sus abuelos y lament¨® que el Pepri del Cabanyal se haya convertido en un proyecto ¡°tan personalista que ha dejado de ser racional¡±, a?adi¨® la joven en referencia al empe?o personal de la regidora por abrir esta avenida.

El debate posterior entre los diferentes grupos pol¨ªticos es de sobra conocido. Amadeu Sanchis, advirti¨® que el nuevo proyecto es ilegal y atenta contra la ley de Patrimonio espa?ol igual que el anterior. El concejal solicit¨® a la Generalitat que intervenga para impedir otra ilegalidad.

La oposici¨®n tild¨® el proyecto del PP de ilegal, oneroso y oscurantista

El concejal socialista Vicent Sarri¨¤ alert¨® de que el Pepri es una apuesta ¡°onerosa econ¨®micamente¡±, que retrasa una soluci¨®n dialogada y definitiva para el barrio, y record¨® PP que ¡°rectificar es de sabios¡± por lo que les pidi¨® que retiren la modificaci¨®n.

Joan Rib¨®, de Comprom¨ªs, se refiri¨® a los cambios efectuados como una operaci¨®n de maquillaje e insisti¨® en que es un proyecto inviable desde el punto de vista econ¨®mico adem¨¢s de ¡°impresentable, opaco y chapucero¡±. Este portavoz pidi¨® la retirada del punto porque la informaci¨®n facilitada a los grupos era incompleta. El secretario municipal ley¨® un dictamen con el que rechaz¨® la solicitud.

El vicealcalde y portavoz del Grupo Popular Alfonso Grau recrimin¨® a la oposici¨®n que hagan descalificaciones gratuitas sobre el proyecto y ech¨® en cara a los socialistas que difirieran la planificaci¨®n del barrio en el PGOU. Grau defendi¨® que lo ¨²nico que ha hecho el Gobierno local es adaptar el Pepri a la orden ministerial y les anim¨® a ir a los tribunales ¡°si no les gusta¡±, El n¨²mero dos del Consistorio rest¨® importancia a las protestas de la oposici¨®n por que el plan sale a informaci¨®n p¨²blica en agosto. Seg¨²n Grau, tendr¨¢n hasta mediados o finales de septiembre para presentar las alegaciones, tiempo, seg¨²n ¨¦l, suficiente.

El PP sac¨® con su mayor¨ªa el tr¨¢mite adelante. La oposici¨®n vot¨® en contra. Los miembros de las tres asociaciones vecinales del Cabanyal, sometidos a una fuerte vigilancia policial, se pusieron en pie y con la cara pintada de rojo mostraron su rechazo en silencio.

M¨¢s tarde un reducido grupo de vecinos se concentraron a las puertas del Consistorio de Valencia con pancartas y un plano del Cabanyal bordado a mano por las vecinas m¨¢s veteranas del antiguo barrio de pescadores.