D¨ªaz apurar¨¢ el l¨ªmite legal para parar la ¡°barbaridad¡± de El Algarrobico

La promotora del hotel El Algarrobico, en Carboneras (Almer¨ªa), quiere dar un vuelco a la singular historia de este hotel, paralizado desde 2006. Aspira a que pase de ser un s¨ªmbolo de la destrucci¨®n del litoral a enclave proteccionista, convertirlo en un ¡°referente medioambiental¡±. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) que avala la licencia de obras es una ¡°oportunidad¡± para Azata del Sol, dispuesta a reanudar las obras cuando exista seguridad jur¨ªdica suficiente. La contestaci¨®n por parte de la Administraci¨®n y grupos ecologistas es rotunda. ¡°La Junta ir¨¢ al l¨ªmite legal para que una barbaridad de este tipo no siga adelante¡±, ha dicho la presidenta Susana D¨ªaz. El Gobierno central le tiende la mano y estudiar¨¢ si cabe presentar un recurso fundado.

Los ecologistas piden a la Junta que ejerza el derecho de retracto

El hotel est¨¢ envuelto en una mara?a judicial que dice, por ejemplo, que el suelo sobre el que se asienta es urbanizable y no urbanizable. O que invade zona de servidumbre y tambi¨¦n que no, aunque fuera cuando fue construido. Las alegr¨ªas as¨ª van por barrios. El subdirector de Azata, Jos¨¦ Rodr¨ªguez, reconoce ahora un ¡°optimismo moderado¡± y consciente del embrollo judicial avanza que una hipot¨¦tica reanudaci¨®n de las obras tras el ¨²ltimo fallo es una opci¨®n que se plantean a medio plazo. Tambi¨¦n porque hay otros recursos pendientes a los que hay que sumar los que se anuncian por este aspecto concreto.

Lo que s¨ª ha querido dejar claro, pese al rechazo frontal que el fallo ha tenido por parte de los Gobiernos y partidos pol¨ªticos, adem¨¢s de grupos ecologistas, es su disposici¨®n a ¡°dialogar¡± con la Administraci¨®n auton¨®mica para ¡°compatibilizar todos los intereses de la sociedad andaluza: la preservaci¨®n del medio ambiente y la necesidad de crear puestos de trabajo en la comarca¡±. A¨²n no se ha producido encuentro alguno, parece dif¨ªcil, pero Rodr¨ªguez dice que est¨¢ dispuesto.

¡°Nuestra propuesta es seguir en la l¨ªnea de conservaci¨®n del parque¡±, asegura la promotora, que defiende la construcci¨®n del hotel que ¡°no incumpli¨®¡±, insiste, normativa alguna cuando se construy¨®. La licencia, recuerda, se concedi¨® en 2003 y no fue ¡°hasta noviembre de 2005 cuando el deslinde de la costa se ampli¨® a 100 metros, en vez de a los 20 que hab¨ªa antes¡±. Meses m¨¢s tarde, se paraliz¨® la obra casi finalizada.

A partir de ah¨ª, sentencias y recursos saltan de unos tribunales a otros. Hay tres resoluciones del Supremo contrarias al hotel y cuatro de la Audiencia Nacional. Las dos ¨²ltimas del TSJA son favorables. La Junta de Andaluc¨ªa, por su parte, ya ha dicho que pondr¨¢ todos los recursos posibles e insiste en que el complejo ¡°nunca debi¨® ser construido¡±. Ecologistas en Acci¨®n y Greenpeace le piden que como actual propietaria de los terrenos derribe la edificaci¨®n.

El Gobierno central y el auton¨®mico ped¨ªan la nulidad de la licencia, pero el TSJA dice que se concedi¨® conforme a los planes urban¨ªsticos vigentes en ese momento y que no se recurri¨®, por lo que es legal. IU confirma que la intenci¨®n del Gobierno andaluz es ¡°seguir luchando para que ese punto negro del litoral andaluz desaparezca¡±. La nueva secretaria socialista de Cambio Clim¨¢tico y Sostenibilidad, Pilar Lucio, dice que el ministerio (entonces a cargo de Jaume Matas) debi¨® en su d¨ªa ¡°haber intervenido¡± en la licencia para parar el procedimiento. En cualquier caso, la pretensi¨®n sigue siendo desde Andaluc¨ªa dar cumplimiento al protocolo firmado en su d¨ªa para el derribo del hotel de una veintena de plantas y 411 habitaciones.

La plataforma Desmontando El Algarrobico anuncia que varios colectivos llevar¨¢n el caso al Tribunal Constitucional y no descarta una ¡°larga batalla¡± para defender el parque natural. La sentencia conocida el mi¨¦rcoles argumenta que la licencia es firme y no puede pedirse su nulidad por el cuestionamiento del plan que lo rige. El mismo tribunal ha fallado en dos sentidos contrarios sobre el suelo, por lo que ser¨¢ el Supremo el que unifique.

Adem¨¢s de ese recurso quedan otros pendientes por lo que el futuro de El Algarrobico a¨²n es incierto. Para Azata, obviamente, la legalidad est¨¢ clara. ¡°Nunca se viol¨® normativa y el hotel cumpl¨ªa con la que desarroll¨® la propia Junta en 2004¡±, recuerda. ¡°No debi¨® admitirse el recurso por el que se anul¨® la licencia¡±, estima el promotor que ofrece di¨¢logo para buscar la mejor soluci¨®n.

Las resoluciones judiciales en distinto sentido complican el caso

En esa l¨ªnea se manifiesta tambi¨¦n el alcalde de la localidad costera, Salvador Hern¨¢ndez (del grupo independiente Gicar), quien ¡°luchar¨¢¡± para que no pongan m¨¢s ¡°trabas¡± a la apertura del hotel, que desde el municipio han defendido principalmente como motor econ¨®mico de la comarca. El regidor independiente aboga por el di¨¢logo entre todas las partes implicadas para ¡°encontrar una salida satisfactoria en el menor tiempo posible¡±.

Los grupos ecologistas est¨¢n dispuestos a recurrir al Parlamento europeo. No comparten los argumentos del Tribunal Superior de Andaluc¨ªa sobre la legalidad de la licencia. Greenpeace pide a la Junta que adem¨¢s de recurrir el fallo ejerza su derecho de retracto sobre el terreno del hotel para ¡°cumplir la sentencia que as¨ª lo permite y salvaguardar la totalidad del sector urban¨ªstico donde se asienta El Algarrobico derribando la edificaci¨®n¡±.

La propuesta de protecci¨®n de la promotora choca con la firme decisi¨®n de la Junta de acabar con el hotel cuando sea posible, si lo es. Lo cierto es que las sentencias a favor y en contra complican la peculiar historia de este s¨ªmbolo, que pone de manifiesto, en palabras del consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodr¨ªguez, que ¡°en su momento se hicieron las cosas muy mal y no se tuvo la necesaria diligencia para que los procedimientos administrativos fueran pulcros¡±.