El taconeo de acero de Sara Baras ahoga el mito de Medusa
La bailaora gaditana revive en Peralada la tr¨¢gica historia griega, pero la obra pide a gritos un director art¨ªstico y una dramaturgia potente que de consistencia al montaje
La noche del viernes era oscura y la luna casi llena brillaba entre tupidas nubes. El ambiente que envolv¨ªa el escenario del Festival Castell de Peralada presagiaba la tragedia. Todo estaba preparado para que el Ballet Flamenco Sara Baras, capitaneado por la bailaora gaditana, reviviera ante el p¨²blico la tr¨¢gica historia de Medusa, la doncella de la mitolog¨ªa griega que fue violada por Poseid¨®n y decapitada por Perseo. Lo de menos fue la historia, ya que la dramaturgia result¨® endeble. El ¨¦xito de la noche fue el arrollador y brillante baile de Sara Baras, su fuerza ahog¨® la idea.
La fascinaci¨®n que Sara Baras siente por personajes y mitos de la historia, cuyas vidas o leyendas encierran un gran dramatismo, la ha llevado en diversas ocasiones a encarnas a algunas de estas hero¨ªnas con mejor o peor fortuna. Si primero fue Juana la Loca (2000), a quien sigui¨® Mar¨ªa Pineda (2002), Carmen (2007) y la Constituci¨®n de 1812, La Pepa (2012), ahora le ha tocado el turno a Medusa. Montaje que fue estrenada el pasado mes de julio en el Festival de Teatro Cl¨¢sico de M¨¦rida. La artista de C¨¢diz firma la coreograf¨ªa, la direcci¨®n, el guion y la iluminaci¨®n del espect¨¢culo y como apunta el dicho: demasiadas cuerdas para un viol¨ªn. La obra pide a gritos un director art¨ªstico y una dramaturgia potente que de consistencia al montaje. Hasta ahora el mejor espect¨¢culo de este tipo de Sara Baras ha sido Mar¨ªa Pineda, en ¨¦l que cont¨® con la direcci¨®n de Llu¨ªs Pasqual.
Medusa con m¨²sica en directo de Keko Baldomero y de una hora y media de duraci¨®n sin interrupci¨®n, presenta dos partes diferenciadas, la primera transcurre en el Templo de Atenea, Sara encarna a la inocente doncella, Medusa. Vestida de blanco bail¨® con la energ¨ªa y vitalidad de la juventud. Sus vueltas de ri?¨®n fueron torbellinos de ilusiones, mientras su taconeo vers¨¢til eran gritos de impaciencia a la espera del amor, la expresi¨®n de su rostro era dulce. Todo el elenco bail¨® con fuerza y su zapateado entra?¨® la insolencia del adolescente.
Desde el principio de Medusa el actor, Juan Carlos Vellido, que interpreta la conciencia de la protagonista, va recitando textos rimados del cantautor Javier Ruibal, su presencia no tiene un car¨¢cter determinante, se diluy¨® en la inmensidad del escenario.
En la segunda parte, tras la violaci¨®n de Medusa por Poseid¨®n (David Mart¨ªn), todo cambia, el escenario se vuelve obscuro y la protagonista muda su expresi¨®n de ni?a por la de mujer ultrajada y abandonada por todos. Desde este momento Sara Baras estar¨¢ soberbia en todas sus intervenciones. Majestuosa y con rabia avanzar¨¢ por el escenario como una faraona. Su baile lo impulsar¨¢ el odio y se convertir¨¢ en una diosa herida de mirada envenenada. Su electrizante zapateado brill¨® en todo su esplendor acariciando con rabia el suelo con una riqueza de registros asombrosa. El movimiento de brazos dolido y suplicante result¨® hipn¨®tico.
Menci¨®n especial merece el bailaor, Jos¨¦ Serrano, en su papel de Perseo por su zapateado sobrio y arrebatador. Magn¨ªfico el d¨²o que interpret¨® junto a Medusa, segundos antes de que le cortara la cabeza. Al final del espect¨¢culo el p¨²blico puesto en pie aplaudi¨® calurosamente el baile de estos artistas.
Tras su actuaci¨®n, que se repetir¨¢ este s¨¢bado, la bailaora recibi¨® en una ceremonia privada de manos de Carmen Mateu, la presidenta del Festival, la medalla de oro.
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