Rajoy se va ¡°tranquilo¡± de vacaciones
El autor critica que el presidente del Gobierno est¨¦ tranquilo despu¨¦s de unas reformas que han afectado negativamente a los ciudadanos
Antes de marchar Rajoy ha hablado a sus s¨²bditos, a los ciudadanos espa?oles, para ofrecerles una visi¨®n tan autocomplaciente como irreal de lo que acontece en Espa?a. Alguien la hab¨ªa instruido previamente y ¨¦l aprendi¨® bien el gesto que deb¨ªa utilizar: el dedo ¨ªndice de la mano derecha estirado, apuntando unas veces hacia lo m¨¢s alto y otras al frente, pero siempre contundente y casi inflexible, como si dijera ¡°vivimos tiempos que requieren firmeza¡±. Pero lo importante fueron las palabras y sus significados. Lejos de quedarse en el relato de los hechos ofreci¨® dos conclusiones enga?osas respecto de las dos cuestiones que enfatiz¨® durante su comparecencia. Dijo ¡°me voy tranquilo (porque) la unidad de Espa?a no est¨¢ en peligro¡±, en relaci¨®n al conflicto que mantiene Catalu?a con el Estado espa?ol. Pero su tranquilidad, en este aspecto, no est¨¢ fundada en el hecho de que posea alguna posible soluci¨®n para modificar la situaci¨®n de empecinamiento secesionista que est¨¢ manejando Mas junto a una gran parte de la sociedad catalana.
Seg¨²n ¨¦l la unidad de Espa?a no est¨¢ en peligro porque ¡°el se?or Mas ha dicho que no va a hacer nada contrario a la Ley¡±. De modo que si a Mas se le ocurre forzar la situaci¨®n, la marimorena estar¨¢ servida, porque a Rajoy solo le sirve una f¨®rmula: ¡°ley y di¨¢logo¡±. Ni siquiera le sirve ensayar esa propuesta que le han repetido los nuevos l¨ªderes socialistas Miquel Iceta y Pedro S¨¢nchez: la modificaci¨®n de la Constituci¨®n para avanzar hacia una Espa?a federal. Nada de eso: ¡°ley y di¨¢logo¡±. ?Para qu¨¦ el di¨¢logo, solo para interpretar la ley? ?Y cuando Euskadi se soliviante, lo mismo? Mucho me temo que la tranquilidad de Rajoy, en este tema, es impostada. Y ha dicho, respecto al otro gran asunto, la crisis: ¡°La recuperaci¨®n econ¨®mica es firme y ha venido para quedarse¡±. As¨ª que los espa?oles afligidos por las carencias que ¨¦l mismo les ha infligido pueden dormir tranquilos. Las verdades de Perogrullo que ha usado para explicarlo mueven a risa.
¡°En dos a?os hemos pasado de una Econom¨ªa al borde de la quiebra a una de las que m¨¢s crecen¡±, ha dicho. Y bien, si estaba al borde de la quiebra (percepci¨®n exclusiva suya) cualquier crecimiento se agiganta pero ?est¨¢ ya saneada? ?Se ha traducido en una importante fuente de nuevos empleos? Pues no. El mercado laboral est¨¢ lleno de contratos basura, de empleos temporales y subvencionados y, lo que es peor, la EPA cuantifica como trabajadores a personas que llegan a trabajar durante dos horas a la semana. El recurso de Rajoy a la bondad de las reformas estructurales, en alusi¨®n a la reforma laboral, no puede ser m¨¢s provocativa, porque ha sido ella la que ha convertido a muchos trabajadores en pobres esclavos. Las perversas consecuencias que han obrado la reforma laboral y la crisis econ¨®mica casi ha convertido a los ¡°mileuristas¡± en afortunados, ahora que algunos cientos de miles de trabajadores trabajan por salarios inferiores al SMI. Habr¨¢ tiempo, a la conclusi¨®n del verano, para seguir reflexionando.
De momento Rajoy nos ha dado una clase de osad¨ªa, de la que me quedo con su dedo ¨ªndice estirado y esa frase tan propia de los soberbios, sobre todo en tiempos de tanta tribulaci¨®n y sobrecogimiento de los espa?oles: ¡°Tengo la tranquilidad de que s¨¦ lo que tengo que hacer, y eso da mucha fuerza interior¡±. Dijo que quer¨ªa transmitir confianza y certidumbre, pero cuando uno lee la realidad ante los dem¨¢s y ellos se muestran tan perplejos ante el contraste entre lo que ven y lo que les cuentan, no hay dedo ¨ªndice que lo suavice. ?No es m¨¢s fuerte la confianza que provocan los humildes que la de los sobrados y altaneros?
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