P¨®rtico sale de la UCI y del absurdo
La hist¨®rica compa?¨ªa viguesa sobrevive a la suspensi¨®n de pagos y a un incidente burocr¨¢tico
Cuando P¨®rtico hab¨ªa alcanzado la cumbre, un incidente burocr¨¢tico la situ¨® de nuevo al pie de la monta?a. El pasado enero, un cambio en el Fondo de Garant¨ªa Social (Fogasa) convirti¨® en papel mojado un delicad¨ªsimo preacuerdo negociado durante muchos meses y estimado en 3,3 millones de euros para salvar a la empresa de fabricaci¨®n de muebles y tiendas de interiorismo a la que la crisis llev¨® a suspender pagos el a?o pasado. El Fogasa endureci¨® de repente las condiciones, y la compa?¨ªa viguesa volvi¨® a trepar por la ladera. El pasado 6 de agosto lleg¨® de nuevo a la c¨²spide, cuando un segundo pacto con el organismo dependiente del Ministerio de Empleo evit¨® en el ¨²ltimo minuto la liquidaci¨®n de una empresa que, antes de que explotara de la burbuja inmobiliaria, hab¨ªa vivido a?os de gran expansi¨®n. De inmediato, la compa?¨ªa ha activado un acuerdo a tres bandas que sit¨²a a P¨®rtico ante una segunda oportunidad, probablemente la definitiva.
?El comit¨¦ de empresa atribuye el endurecimiento de la postura del Fogasa a un simple relevo de un funcionario. M¨¢s diplom¨¢tico, el consejero delegado de la empresa, Emilio Castro Montenegro, lo reduce todo a un criterio sobrevenido. ¡°Adem¨¢s, ser¨ªa injusto pensar que el Fondo era el ¨²nico escollo¡±, contin¨²a. La empresa con sede en Mos, que en 2015 cumplir¨¢ 50 a?os, pudo reunir los nuevos avales que se le exig¨ªan, y finalmente el Fogasa financiar¨¢ los despidos del ERE que se llev¨® por delante a 200 trabajadores. En cuesti¨®n de horas, P¨®rtico cerr¨® otros dos acuerdos que permiten a Castro ver el futuro ¡°con moderado optimismo¡±, una situaci¨®n opuesta a la que reinaba hace solo unos d¨ªas.
El primero de esos acuerdos consiste en una aportaci¨®n de 2,5 millones de euros por distintos accionistas que obliga a reunir las distintas empresas del grupo en una sola, en la que el nuevo capital representar¨¢ el 33% del total. El segundo, de dos millones, se firm¨® con el fondo de inversi¨®n estadounidense Gordon Brothers Europe y permiti¨® desbloquear 38 contenedores con mercanc¨ªa que permanec¨ªan paralizados en el Puerto vigu¨¦s. Consolidada la carta del Fogasa, el castillo de naipes no se desmoron¨®.
¡°Hemos estado a punto de cerrar, pero ahora tenemos ante nosotros una oportunidad que nadie duda de que ser¨¢ la ¨²ltima¡±, resume con alivio David Vales, del comit¨¦ de empresa. Compa?¨ªa y trabajadores se la ganaron a base de sacrificios en forma de cierre de tiendas, despidos y bajadas salariales. En un grupo que lleg¨® a tener 800 empleados, si se incluyen los contratados temporales y por ETT, ya solo quedan 181, y sometidos a reiteradas rebajas de sueldo, la ¨²ltima del 7,5%. Y una tras otra, la mayor¨ªa de las tiendas fueron cerrando. En Madrid solo quedan tres de las 16 que lleg¨® a tener. En Vigo, dos tras el cierre de otras tres. Y en Galicia solo permanecen abiertas 16. Adem¨¢s, y no sin dolor, P¨®rtico tuvo que desprenderse de su filial Dayaday, que lleg¨® a tener 70 puntos de venta.
El futuro de la empresa en esta nueva etapa est¨¢ condicionado a las ventas. ¡°Es la hora de la comercializaci¨®n. Si do?a Mar¨ªa vuelve a comprar, hay futuro¡±, garantiza el consejero delegado. Y la primera medida en ese sentido est¨¢ ya adoptada: la apertura de una tienda online, para empezar a vender los productos a trav¨¦s de Internet. La segunda deber¨¢ concretarse en Madrid, a la vuelta del verano, en la feria del regalo Intergift, al que debe asistir con existencias suficientes para afrontar una campa?a de Navidad, un momento que empresa y trabajadores consideran fundamental.
Solo a trav¨¦s de una recuperaci¨®n de las ventas podr¨¢ hacer frente P¨®rtico al dif¨ªcil panorama que deja tras de s¨ª un proceso concursal en el que la compa?¨ªa fundada en 1965 por Emilio Castro Rodr¨ªguez, padre del actual consejero delegado, se dej¨® muchas plumas. Pero logr¨® una quita del 50% que dej¨® la deuda concursal en 19 millones de euros, a pagar en 10 a?os con dos de carencia. A esa cantidad hay que a?adir 3,3 millones de deuda con el Fogasa, 3,5 millones con la Agencia Tributaria, 1,3 millones con la Seguridad Social y los 2,5 millones que sirvieron para desbloquear la compra de mercanc¨ªa; todo ello, en los pr¨®ximos ocho a?os.
¡°Es un panorama complicad¨ªsimo¡±, admite el directivo. ¡°Pero si uno mira hacia atr¨¢s y ve todo lo que hemos recorrido tiene que pensar que podremos lograrlo¡±. Cuando en 2013 la falta de acuerdo con los acreedores deriv¨® en la suspensi¨®n de pagos, Castro apenas ve¨ªa un 5% de posibilidades de salvar la empresa. ¡°Ahora que ese porcentaje es mucho mayor, no vamos a dejar de luchar por ¨¦l¡±, anuncia.
El almac¨¦n robotizado, problema y soluci¨®n
La gran esperanza de los directivos de P¨®rtico para afrontar con ¨¦xito el exigente plan de pagos que tiene por delante la pr¨®xima d¨¦cada es tambi¨¦n el origen de sus problemas: el gran almac¨¦n robotizado, en el que la compa?¨ªa viguesa invirti¨® 20 millones de euros a mediados de la pasada d¨¦cada. Lleg¨® la crisis, cayeron las ventas y apretaron los bancos: la tormenta perfecta que tantas empresas se llev¨® por delante en los ¨²ltimos a?os. Ahora, ese almac¨¦n es la principal baza para salir airosos.
El almac¨¦n es uno de los m¨¢s avanzados del sector en Europa, con dos silos totalmente autom¨¢ticos para el movimiento y gesti¨®n de 44.000 pal¨¦s de mercanc¨ªa. Estaba pensado para atender el movimiento que se generaba en la ¨¦poca en que P¨®rtico facturaba por encima de los 100 millones de euros anuales. Ahora que esa cantidad se ha reducido a la tercera parte, debe ser tambi¨¦n la palanca que permita el rescate de la compa?¨ªa.
Si el almac¨¦n es una de las apuestas de la empresa para recuperar el pulso, el otro es el di¨¢logo social. ¡°La direcci¨®n nos ha dado motivos para creer que de verdad quiere salvar la empresa¡±, reconoce David Vales. Emilio Castro, el consejero delegado, corrobora: ¡°La quiebra se evit¨® gracias a los administradores concursales, los bancos y los dem¨¢s acreedores, pero tambi¨¦n gracias a los representantes de los trabajadores. El di¨¢logo social es una de las claves de que ahora podamos disfrutar de esta nueva oportunidad¡±.
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