El di¨¢logo de los tambores

En Senegal, los tambores hablan entre s¨ª. Antes se llamaban a la batalla y convocaban reuniones en las aldeas; ahora, acompa?an cada celebraci¨®n, desde las bodas a las circuncisiones. Son tambi¨¦n testigo de cada acontecimiento, de los bautizos y de los funerales, y rememoran la historia de sus antepasados. La m¨²sica de los tambores senegaleses, que acompa?a cada momento de la vida en el pa¨ªs africano, llega al barrio de Lavapi¨¦s en un ciclo de jornadas culturales, organizadas en el Teatro del Barrio, que contar¨¢ con la presencia de la artista Mariama Ba.

A sus 27 a?os, Miler Dieng lleva 15 viviendo en Espa?a, pero la distancia y el tiempo no impiden que sus manos sigan latiendo al ritmo del sabar, los tambores que se tocan en su Senegal de origen. "Puedes estar muy lejos de tu pa¨ªs y seguir sinti¨¦ndote tan ligado a ¨¦l como si estuvieras all¨ª", cuenta, apenas minutos antes de salir al escenario. Es viernes, por lo que toca noche de kai fetch, que en wolof significa ¡°ven a bailar¡±. Armados con sus tambores y con la kora, una especie de guitarra africana de 21 cuerdas que se elabora con una calabaza y est¨¢ a medio camino entre el arpa y el la¨²d, Miler y otros cinco miembros de su familia inundan el Teatro del Barrio, en la calle de Zurita, con su ritmo percutido. "Hay que bailarlo, la m¨²sica africana hay que sentirla", dice con una sonrisa.

Los viernes de kai fetch ¡ªque se repetir¨¢n el 22 y el 29 de agosto a las 22.30¡ª son una de la decena de actividades programadas en estas jornadas senegalesas, que arrancaron el 30 de julio, pero que concentrar¨¢n el grueso de su oferta a partir de esta semana y hasta septiembre. El ciclo, organizado por los responsables de la compa?¨ªa de estilismo para espect¨¢culos Vestuario Izquierdo, quiere acercar la cultura senegalesa a este rinc¨®n de Lavapi¨¦s. Ni el barrio ni el escenario escogido para poner en marcha esta iniciativa, que sus impulsores quieren repetir el a?o que viene, son mera coincidencia. "Nos gust¨® este teatro por su filosof¨ªa de cultura de barrio e interracial, por su actitud de querer tomar las ra¨ªces de la cultura all¨¢ donde est¨¦n", explica Antonio Mart¨ªn, uno de los organizadores.

Las actuaciones musicales del ciclo, que contar¨¢ con artistas senegaleses tanto afincados en Espa?a como venidos del pa¨ªs africano, iban a comenzar la semana pasada, pero hubo que retrasarlas por problemas con los visados de algunos de los m¨²sicos. Para muchos de ellos, la mayor¨ªa j¨®venes, ser¨¢ la primera vez que salgan de Senegal. Las jornadas contar¨¢n con talentos como Gorgui Abdoulaye, Nalla Fall o Serigne Cheikh . El plato fuerte ser¨¢ la presencia de la cantante Mariama Ba, que comenz¨® su carrera como vocalista de Youssou N'Dour, una de las grandes figuras de la m¨²sica senegalesa y exministro de Cultura. La artista, nacida en la ciudad de Bakel, llenar¨¢ con su mezcla de blues, jazz y ritmos africanos el escenario del Teatro del Barrio el 23 de agosto y el 4 de septiembre a las 22.30.

'Diobass', de la cantante senegalesa Mariama Ba.

La iniciativa de llevar retazos de la cultura y la tradici¨®n de Senegal a Lavapi¨¦s surgi¨® gracias al m¨²sico Babacar Dieng, el padre de Miler. "La idea naci¨® a ra¨ªz de nuestra amistad con ¨¦l, que siempre ha llevado a cabo proyectos relacionados con la m¨²sica senegalesa, pero organizados aqu¨ª", cuenta Antonio Mart¨ªn. Babacar Dieng, que ha grabado seis ¨¢lbumes, lleg¨® a Espa?a en 1994 y, desde entonces, no ha parado de girar con su familia, todos ellos m¨²sicos. "Somos lo que en mi pa¨ªs se conoce como los griots, los encargados de que la m¨²sica tradicional no se pierda. Aqu¨ª queremos crear un peque?o Senegal tanto para la gente que lleva a?os en Madrid, como para los que acaban de llegar. Tambi¨¦n para mostrar nuestra cultura", apunta su hijo.

Cuando Babacar Dieng sale al escenario, ayud¨¢ndose de su muleta, no es necesario que nadie explique que se trata del alma de la familia, el maestro. Sus manos, que percuten la piel del tambor a una velocidad vertiginosa, hablan por s¨ª solas. Unas 60 personas abarrotan el teatro. La m¨²sica nunca cesa durante la hora y media que dura el espect¨¢culo, aunque en ocasiones se convierte en un murmullo; otras, incrementa tanto la intensidad que es imposible no moverse al ritmo que marcan los sabar. Entre canci¨®n y canci¨®n, Miler va explicando pedazos de su cultura: "Los tambores tienen palabras. Cada cosa que dicen, nosotros la escuchamos".

Adem¨¢s de la noche de baile de los viernes, cada mi¨¦rcoles habr¨¢ clases de batou, para aprender el idioma de los tambores africanos y sus jerarqu¨ªas ¡ªel de mayor tama?o, por ejemplo, es el jefe y lo toca siempre el miembro de m¨¢s edad de la familia¡ª. El ciclo se completar¨¢ con talleres de cocina y trenzado, pues en Senegal el peinado es una expresi¨®n de la personalidad. Adem¨¢s, los jueves se celebrar¨¢ una noche de lamb, la lucha senegalesa, que es el deporte nacional del pa¨ªs.