Reformar la Generalitat Valenciana: educaci¨®n
Ante la evidencia de que las pol¨ªticas han sido socialmente desastrosas conviene comenzar a repasar los cambios que ser¨¢n necesarios a partir de mayo de 2015.
Ante la evidencia de que las pol¨ªticas seguidas en los ¨²ltimos a?os (d¨¦cadas) han sido socialmente desastrosas conviene comenzar a repasar los cambios que ser¨¢n necesarios a partir de mayo de 2015. Una transformaci¨®n que no puede limitarse a cambios de personas, sustituyendo a quienes han acreditado una incompetencia sin igual por otras que esperemos sean m¨¢s capaces.
El primer y m¨¢s importante ejemplo es la educaci¨®n, con una Comunidad Valenciana l¨ªder en fracaso escolar no s¨®lo en Espa?a sino tambi¨¦n en Europa. La generaci¨®n de la transici¨®n puso en marcha unos sistemas de pensiones o sanitario m¨¢s o menos equivalentes a los occidentales pero ¡°olvid¨®¡± hacer lo propio con la educaci¨®n, donde desde un primer momento se ha invertido sustancialmente menos de lo que es la norma en la OCDE o en la UE. Adem¨¢s, la temprana aparici¨®n del equivalente educativo del ¡°modelo Alzira¡±, que luego se ha generalizado hasta la n¨¢usea, empeor¨® las cosas. Estas lamentables pol¨ªticas p¨²blicas han acabado por generar un consenso social que predica que preocuparse de la educaci¨®n de los dem¨¢s no tiene sentido, que mejor que cada uno se apa?e como mejor pueda y que lo que toca es procurarse para la familia los mejores servicios posibles por toda una serie de v¨ªas. As¨ª nos va.
En el caso valenciano, la magnitud del drama se agrava por la infrafinanciaci¨®n de la Generalitat Valenciana, pero no hay excusa. Sea ¨¦sta mejor o peor, es la que hay, y con esos mimbres hay que plantear como reto para 2015 un cambio radical y urgente. Es imprescindible, para ello, que la actual oposici¨®n proponga una alternativa en verdad ambiciosa.
?Ambiciosa en primer lugar en sus objetivos: lograr a corto plazo el mejor sistema educativo de Espa?a y, a medio plazo, de Europa. Y basta de sonrisas displicentes al enunciar esta pretensi¨®n. ?Acaso no hemos estado durante a?os sinceramente convencidos de que pod¨ªamos competir por ser los mejores en construcci¨®n de viviendas, turismo, F¨®rmula 1, eventos y dem¨¢s historias? ?Por qu¨¦ se nos considera, en cambio, incapaces de dar la batalla en algo b¨¢sico como la educaci¨®n?
?Esta alternativa tiene que ser ambiciosa, tambi¨¦n, a la hora de convertir el sistema en p¨²blico, porque as¨ª son los modelos educativos de ¨¦xito en Europa, con un programa sensato y cre¨ªble de eliminaci¨®n de los conciertos de forma escalonada, cuesti¨®n esencial para lograr un modelo de calidad y que ayude a crear una sociedad m¨¢s justa y competitiva de cara al futuro. Por supuesto, hay que lograr los recursos (subiendo impuestos y detrayendo de otras ¨¢reas) para lograr a corto plazo el mismo nivel de financiaci¨®n en relaci¨®n al PIB medio de OCDE y UE, y para aspirar en el futuro a ir m¨¢s all¨¢. Y se ha de dar m¨¢s poder a ayuntamientos y a los propios colectivos (padres y alumnos) en la organizaci¨®n de muchas cuestiones que no tienen por qu¨¦ ser decididas, unilateralmente, desde la avenida de Campanar en la ciudad de Valencia, como esperpentos como el vivido en el centro Pare Catal¨¤ el curso pasado ponen de manifiesto. A partir de aqu¨ª, sentadas estas bases, y con mucha exigencia colectiva (tambi¨¦n de y hacia los profesores), hemos de convertir en un objetivo social e ilusi¨®n compartida, bandera de enganche del cambio, el montar en el Pa¨ªs Valenciano un sistema educativo de todos y para todos que sea la envidia del resto del pa¨ªs.
@Andres_Boix blog en http://blogs.elpais.com/no-se-trata-de-hacer-leer/
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