La fundaci¨®n de Abanca nace con un acuerdo para sofocar pugnas localistas

Los localismos siguen dando jugosos r¨¦ditos electorales. De ah¨ª que, ante las municipales del pr¨®ximo a?o, contin¨²e bajo este estigma la flamante Afundaci¨®n, la heredera de la obra social de las dos antiguas cajas de ahorro gallegas. Cambi¨® radicalmente de estructura y desapareci¨®, al dejar de ser accionista del banco, su negocio financiero. Pero la guerra A Coru?a-Vigo, en la estela de la que alimentaron durante a?os los Ayuntamientos de ambas ciudades por el control del banco y la obra social de las anteriores cajas del norte y del sur, ha vuelto a marcar los primeros pasos de la Fundaci¨®n Galicia Obra Social, ahora tutelada por la Xunta y con Abanca como ¨²nico e imprescindible mecenas. El patronato de la nueva fundaci¨®n no tuvo m¨¢s remedio que estrenarse esta semana con un acuerdo para sofocar un nuevo fuego localista. Tras las protestas y amenaza de plante del alcalde de Vigo, Abel Caballero, la entidad ha aprobado un acuerdo que deja claro que esta ciudad es la sede de la gerencia.

Existe, no obstante, una sustancial diferencia con ¨¦pocas no tan lejanas en las que las dos principales ciudades de Galicia se peleaban por la supremac¨ªa de sus respectivas cajas: esta vez A Coru?a, que desde 2011 y por primera vez en democracia tiene un alcalde del PP, Carlos Negreira, guarda silencio mientras el regidor socialista de Vigo lanz¨®, al grito de ¡°agravio¡±, una nueva campa?a contra la Xunta de Alberto N¨²?ez Feij¨®o. Le acusa de pretender castigar a la ciudad m¨¢s poblada de Galicia quit¨¢ndole primero su caja, la desaparecida Caixanova, y ahora intentando usurparle la ¡°direcci¨®n efectiva¡± de su obra social. El origen de su enfado est¨¢ en que los estatutos redactados por el Gobierno gallego olvidaron aclarar que la sede institucional de la fundaci¨®n que acoge Vigo incluye la gerencia de la entidad.

El Gobierno gallego, que redact¨® en solitario los estatutos que rigen Afundaci¨®n, lleva semanas clamando, en vano, que no hay cambios geogr¨¢ficos de la obra social: A Coru?a seguir¨¢ siendo el domicilio social y fiscal de una fundaci¨®n que ya no tributa y vivir¨¢ de los cinco millones anuales que aportar¨¢ Abanca, y en vez de albergar la antigua asamblea, ahora acoge el patronato, ¨²nico ¨®rgano de gobierno con 28 miembros.

Y Vigo, como ¡°sede institucional¡±, conserva la ¡°direcci¨®n efectiva¡±. ¡°Conlleva la sede de la gerencia¡±, seg¨²n el acuerdo que, a propuesta de un representante de la Xunta, se vio obligado a ratificar el patronato en su primera reuni¨®n, nada m¨¢s constituirse, el pasado martes. Un c¨®nclave que tambi¨¦n de forma excepcional se decidi¨® celebrar tambi¨¦n en Vigo. ¡°Este acuerdo pretende aclarar los equ¨ªvocos que se produjeron ¨²ltimamente¡±, admite una portavoz oficial de Afundaci¨®n.

¡°La Xunta rectific¨® el error y el agravio al dar marcha atr¨¢s¡± y aceptar que la gerencia de la entidad est¨¦ en Vigo, aplaudi¨® ayer Caballero. Y atribuy¨® a sus ¡°presiones imparables¡± un acuerdo que, sin embargo, tanto la Xunta como la fundaci¨®n aseguran que s¨®lo ratifica ¡°que no cambia nada¡± en el reparto geogr¨¢fico de los ¨®rganos de gobierno de la obra social. ¡°Estoy encantando, felicito a la ciudad, hemos conseguido una vez m¨¢s tocerle el pulso a Feij¨®o¡±, se congratul¨® el alcalde vigu¨¦s. A ocho meses de las elecciones municipales, no est¨¢ dispuesto a dejar la oportunidad de aprovechar a su favor la ambig¨¹edad de la Xunta en la redacci¨®n de los estatutos de Afundaci¨®n.

El gobierno coru?¨¦s elude pronunciarse sobre el reparto de las sedes al entender que ¡°no hay variaci¨®n¡±. Y justific¨® en cuestiones formales la ausencia de su representante en la primera reuni¨®n del patronato celebrada en Vigo. El nombramiento de Jos¨¦ Fern¨¢ndez Pernas est¨¢ pendiente de ser aprobado por la junta de gobierno municipal. El equipo de Caballero, por su parte, anunci¨® ayer que, satisfecho con la confirmaci¨®n de la gerencia, tambi¨¦n se apresurar¨¢ a nombrar su representante. Tambi¨¦n est¨¢n pendientes los de la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de Pontevedra.