Navantia alcanza el fin del veto con una factor¨ªa obsoleta y sin inversiones
La construcci¨®n del dique flotante se embrolla: el PP lo descarta por un supuesto rechazo de la UE que los socialistas desmienten La plantilla est¨¢ desesperada
Los astilleros p¨²blicos de la r¨ªa de Ferrol han vuelto a tropezar estos d¨ªas con la misma piedra: los pol¨ªticos, que tienen la competencia para marcar la pauta en el confuso baile que rodea cualquier anuncio para el sector naval. Esta semana ha tenido su r¨¦plica en dos frentes: la confirmaci¨®n del fin del veto civil que castigaba a la antigua Astano desde 1987 y la viabilidad (o no) del dique flotante para Navantia Ferrol que ni Bruselas ni el Gobierno terminan de clarificar para desesperaci¨®n de una plantilla que f¨ªa su futuro a esta infraestructura porque les abrir¨ªa el mercado de las grandes reparaciones navales como alternativa a la sequ¨ªa de contratos. En ambos casos, las informaciones tuvieron un mismo origen, la Comisi¨®n Europea de la Competencia, y distintas lecturas en funci¨®n del color del partido que les dio difusi¨®n.
El PP celebr¨® como un ¨¦xito pol¨ªtico el final previsto de la restricci¨®n mientras oposici¨®n y sindicatos le reprochan al partido en el poder que no exista un plan para poner cascos de acero en las gradas de Fene despu¨¦s de tres d¨¦cadas en blanco con unas instalaciones bien equipadas, de enorme potencial pero obsoletas en innovaci¨®n .
Aplauso pol¨ªtico a un cambio previsto
En primavera, los trabajadores del astillero de Fene colocaron un letrero sobre el puente de As P¨ªas, que cruza la r¨ªa hacia Ferrol, contando los d¨ªas para terminar un castigo de casi tres d¨¦cadas que los apart¨® del mercado civil. Quedan menos de cuatro meses.
Sin excepci¨®n, todos los partidos gallegos han meneado el final del veto europeo que lastraba a la antigua Astano en un sinf¨ªn de campa?as electorales a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada como un eslogan machac¨®n que ninguno llev¨® a buen puerto. La prohibici¨®n terminar¨¢ por s¨ª misma en la fecha prevista (31 de diciembre del 2014) sin que ninguna formaci¨®n lograran revocarlo antes. Todas se han pronunciado esta semana celebrando el final de la prohibici¨®n como un logro con algunos matices.
Para el conselleiro de Industria, Francisco Conde, es una ¡°buena noticia¡± y una ¡°oportunidad clara¡± para que Navantia se diversifique, pero no explica qu¨¦ planes o medidas pondr¨¢ el marcha la Xunta para reactivar un astillero que amagaron con privatizar para nuevos usos industriales. El diputado ferrolano Miguel Tellado (PP) aplaudi¨® que ¡°el mejor astillero¡± est¨¦ en v¨ªas de recuperar el futuro ¡°que los socialistas le robaron¡± y descarg¨® cualquier responsabilidad en los Ejecutivos de Felipe Gonz¨¢lez y Rodr¨ªguez Zapatero, obviando las de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Mariano Rajoy. Desde el PSdeG piden a Navantia que se ponga ¡°manos a la obra para buscar carga de trabajo para la r¨ªa de Ferrol¡±. Para Xavier Vence, portavoz nacional del BNG, el fin del veto es ¡°insuficiente¡± y echa en falta un plan de acci¨®n que ponga cascos de acero en las gradas.
En la misma l¨ªnea, Yolanda D¨ªaz, viceportavoz de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) exigi¨® a la Xunta y al Gobierno ¡°inversiones sin excusas¡± y reclam¨® ¡°una bater¨ªa de actuaciones para poner al d¨ªa el astillero de Fene¡±, algo que, record¨®, Izquierda Plural ya plante¨® varias veces en el Congreso sin lograr su concreci¨®n en partidas o planes de empresa, imprescindibles para que Astano pueda volver a botar un barco a medio plazo.
La confirmaci¨®n del fin del veto a Astano lleg¨® a Galicia el martes desde el departamento que dirige Joaqu¨ªn Almunia en respuesta a la pregunta que le formul¨® la eurodiputada de AGE, Lidia Senra. Bruselas ratifica que el veto expira el 31 de diciembre del 2014, algo que los pol¨ªticos se apresuraron a aplaudir con entusiasmo pero que los sindicatos ya daban por hecho despu¨¦s de 30 a?os de castigo. Sobre el papel, reabre la puerta a la construcci¨®n de buques convencionales a partir del 1 de enero. En la pr¨¢ctica la cosa es m¨¢s compleja, matiza un veterano sindicalista de Fene. Los talleres, explica, requieren una inversi¨®n en tecnolog¨ªa y material que no se ha hecho ni se ha previsto, adem¨¢s del reciclaje profesional para poner al d¨ªa a una plantilla exigua ¡ª200 operarios en Navantia Fene¡ª despu¨¦s de 30 a?os.
El veto a Astano era doble. El primero lleg¨® tras la brutal reconversi¨®n naval de 1984 y fue el peaje que Espa?a pag¨® para ingresar en la CEE, que vet¨® a un astillero en plena forma. En vigor desde 1987, tuvo una segunda parte en 2004. Las autoridades comunitarias volvieron a castigar al naval espa?ol, esta vez, por inyectar 1.200 millones de euros que la UE consider¨® ayudas de Estado ilegales. Supuso la quiebra del grupo Izar, que se deshizo de varios astilleros y se refund¨® como Navantia, centrada en el mercado militar donde se integraron las factor¨ªas de Fene y Ferrol.
La compa?¨ªa naci¨® lastrada por una limitaci¨®n del 20% en la parte civil, el tope m¨¢ximo que pod¨ªa facturar en ese nicho de mercado. La crisis global y la sequ¨ªa aguda de contratos militares han terminado de engordar el d¨¦ficit de un grupo que se mueve entre n¨²mero rojos. Para los sindicatos, el fin de la restricci¨®n civil no despeja el futuro. ¡°Ni mucho menos¡±, lamentan desde CC OO, central mayoritaria, mucho m¨¢s preocupada por el ¡°inexplicable traspaso¡± de las competencias industriales de Navantia desde Hacienda a Defensa por decisi¨®n del Consejo de Ministros del 25 de julio. La CIG carga contra la ¡°ceremonia de la confusi¨®n¡± que rodea cualquier anuncio para el naval gallego, con contratos que se publicitan en v¨ªsperas electorales sin haberse firmado, como el flotel de Pemex en 2012 o la contrataci¨®n del Buque de Acci¨®n Mar¨ªtima (BAM), junto antes de las europeas de mayo y pendiente de la orden de ejecuci¨®n.
El segundo escollo, la pol¨¦mica en torno al dique flotante. Gobierno y Xunta, ambos del PP, se remiten a una comunicaci¨®n de la UE del 31 de julio para dar por perdida una obra comprometida en campa?a para la que reservaron cinco millones en los presupuestos auton¨®micos de 2013. El PP se excusa en Bruselas para argumentar que financiarlo con dinero p¨²blico contravendr¨ªa la normativa comunitaria y descargan la responsabilidad de la decisi¨®n en el socialista Joaqu¨ªn Almunia. La ¨²ltima vuelta de tuerca al asunto se la dio el jueves el eurodiputado del PSOE, Jos¨¦ Blanco, que aire¨® una respuesta del comisario en la que ¨¦ste explica que la consulta sobre el dique que plante¨® en Bruselas el Gobierno central fue ¡°informal¡±. ¡°La Comisi¨®n no est¨¢ en condiciones de aceptar o rechazar el proyecto¡±, expone Almunia, que viene a decir que no dispone de la informaci¨®n necesaria para pronunciarse sobre el proyecto.
El matiz reaviva las expectativas de los trabajadores. Los comit¨¦s de Ferrol y Fene est¨¢n convencidos de que la construcci¨®n del dique es viable y apelan al propio Tratado de la UE que prev¨¦, apuntan, ayudas directas a comarcas ¡°en situaciones excepcionales de paro excesivo¡± como Ferrolterra, que cerr¨® agosto con 17.663 desempleados. ¡°El dique depende de la decisi¨®n pol¨ªtica de hacerlo y todo lo dem¨¢s son excusas¡±, resume la CIG. Los comit¨¦s buscan fechas para m¨¢s movilizaciones con los mismos objetivos: carga de trabajo dual, civil y militar para toda la plantilla y auxiliares, dique flotante y un plan industrial urgente.
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