En ba?ador se protesta mejor

Ba?ador, chanclas, rastrillo de arena, gafas de bucear, toallas y hasta sombrillas llevaban ayer los ni?os y ni?as del CEIP Santa Teresa de Valencia para protestar por las condiciones en que se han impartido las clases en el inicio del periodo lectivo m¨¢s temprano de Espa?a, que ha sido el valenciano.

No ha sido el ¨²nico caso estos d¨ªas. Sin embargo, las clases en 2012 empezaron en la Comunidad Valenciana el 7 de septiembre, en Infantil y Primaria, y el calor no fue fuente de protestas. En 2013, comenzaron el 9 de septiembre, y tampoco. En 2014, en cambio, las quejas por las dificultades para dar las clases continuaban ayer, 8 de septiembre, por los centros de la Comunidad Valenciana. En la Consejer¨ªa de Educaci¨®n restaban importancia a las protestas en ba?ador, contempladas como gotas de agua en un mar de casi 2.200 centros de ense?anza.

?De hecho, la educaci¨®n p¨²blica tiene otros problemas y el presidente del AMPA del Santa Teresa reconoc¨ªa un ¡°descontento¡± que iba m¨¢s all¨¢ de una protesta por el calor. ¡°Estamos muy quemados¡±, exclamaba gr¨¢ficamente, ¡°estamos con la ratio a tope y a pesar de que el colegio es nuevo tiene problemas estructurales¡±. En el caso de Infantil, ¡°tenemos unas cristaleras en las aulas que las convierten en un horno¡±. Otra madre a?ad¨ªa: ¡°No tienen ventilaci¨®n¡±.

El tema ¡°m¨¢s grave es que las aulas est¨¢n masificadas¡± por la aplicaci¨®n del Decreto Ley 1/2012 del Consell. Lo subraya, en un documento que ha puesto a disposici¨®n de las AMPAs, la confederaci¨®n mayoritaria en la ense?anza p¨²blica, la Gonzalo Anaya. Como confederaci¨®n ha mantenido una discreta posici¨®n en la pol¨¦mica de las altas temperaturas, pero en ese documento, en forma de carta reivindicativa a la consejera de Educaci¨®n, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¤, aprovecha para reclamar la vuelta a la ratio de entre 20-25 alumnos por aula, ¡°en lugar de grupos masificados¡± de 30 en Infantil y Primaria, 32 en la ESO y 42 en Bachillerato, que son los m¨¢ximos ahora permitidos y que a menudo se alcanzan.

En el CEIP n.? 103, conocido por ser el ¨²nico de Valencia capital todo ¨¦l en barracones desde 2008, no solo se han unificado las dos aulas de 3? de Primaria de la l¨ªnea en valenciano, hasta sumar 31 alumnos en ¡°un aula que no tiene espacio para m¨¢s de 27¡±, seg¨²n el presidente del AMPA, Ulisses Calabuig, sino que han unificado 4? y 5? de castellano, algo ins¨®lito. Para algunas familias, que han luchado por una escolarizaci¨®n en condiciones dignas, ha sido la gota que colma el vaso. ¡°Te expulsan de la escuela p¨²blica¡±, se duele una exdirigente de la asociaci¨®n, que ha acabado por sacar in extremis a sus dos hijos del colegio, tras varios a?os de estar al frente de la lucha.

Los sindicatos docentes, que en el contencioso t¨¦rmico defienden las condiciones ambientales legales en el centro de trabajo, no han dejado de insistir en los recortes de los ¨²ltimos a?os como marca acusada este curso incipiente. ¡°Vengo de un instituto de Foios donde en tres cursos han pasado de 60 a 50 profesores, con todo lo que supone eso para un centro¡±, pone el sindicalista Pau D¨ªaz como ejemplo de una reducci¨®n que en la Comunidad Valenciana oscila, seg¨²n las fuentes, entre 3.000 y 6.000 docentes. Profesores en buena medida eliminados por un combinado de aumentos: el de ratio m¨¢xima y el de horas lectivas docentes. Los datos que completan este cuadro de ajustes los destaca la Generalitat: un ¡°r¨¦cord en el sistema educativo valenciano¡± de 9.000 alumnos m¨¢s que el curso anterior.