El legado de Botella condiciona el futuro econ¨®mico y urban¨ªstico de la capital
El plan general de ordenaci¨®n, las rebajas fiscales y los contratos integrales de servicios hipotecar¨¢n durante a?os a su sucesor
¡°Esto es un anuncio, pero todav¨ªa no es una despedida. Quedan muchos meses de trabajo y muchos proyectos por culminar¡±, dijo el martes la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. El anuncio fue su descarte como candidata del Partido Popular en las elecciones municipales de 2015. Los meses de trabajo que le quedan son apenas ocho, pero suficientes para ¡°culminar¡± un pu?ado de proyectos que no s¨®lo hipotecar¨¢n la gesti¨®n de su sucesor sino que modelar¨¢n la ciudad durante a?os. ¡°Tengo en la cabeza el futuro de Madrid, independientemente de qui¨¦n lo encabece¡±, dijo Botella hace meses. Su sucesor tendr¨¢ que convivir mucho tiempo con ese futuro.
La deuda no baja. El Ayuntamiento debe 6.204 millones. Pese a dedicar uno de cada tres euros a amortizarla, y a que en los ¨²ltimos tres a?os ha pagado a los bancos casi 4.000 millones de euros (su presupuesto anual), la deuda actual es la misma que dej¨® Alberto Ruiz- Gallard¨®n cuando se march¨® al Ministerio de Justicia, en diciembre de 2011, tras gastarse 10.500 millones (la mayor¨ªa, a cr¨¦dito) en obras durante sus nueve a?os de mandato. Pese a que Botella ha centrado su gesti¨®n en reducir la deuda, est¨¢ no ha dejado de crecer por flecos pendientes de su predecesor: empresas en quiebra, facturas impagadas, etc¨¦tera.
Parques y bibliotecas. Para evitar su colapso, el Ministerio de Hacienda rescat¨® en tres ocasiones al Ayuntamiento. En contrapartida, lo tiene en la pr¨¢ctica intervenido: no puede gastar ni un euro extra sin su consentimiento. Y as¨ª seguir¨¢ hasta 2022. Pero, a partir del a?o que viene Hacienda prev¨¦ una mejora de ingresos que, con el nivel de gasto actual, dotar¨ªa a Madrid de 2.400 millones adicionales en ocho a?os.
Un polideportivo, un centro de mayores o una biblioteca cuestan unos siete millones. Una escuela infantil, tres. Un parque como Madrid R¨ªo, 370 millones. Pese al d¨¦ficit de dotaciones de barrio (colegios, centros de salud, piscinas...), Botella decidi¨® prescindir de esos ingresos extraordinarios, us¨¢ndolos para amortiguar la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles. Su sucesor a¨²n puede cambiar eso, pero se encontrar¨¢ ya con 150 millones menos al a?o por la eliminaci¨®n de la tasa de basuras.
Jardineros y barrenderos. Botella puso el a?o pasado los servicios municipales (alumbrado, limpieza viaria, parques, asfaltado, etc¨¦tera) en manos de empresas privadas con contratos de m¨¢s de una d¨¦cada que, sin embargo, concentran buena parte de su inversi¨®n en los primeros meses. Gracias a ello, por ejemplo, se est¨¢n reasfaltando las calles desde hace unos meses. Este esfuerzo extraordinario, explicable por el abandono anterior y muy ¨²til pol¨ªticamente a un a?o de las elecciones, dejar¨¢ paso a una d¨¦cada de servicios adjudicados con fuertes recortes: menos barrenderos y jardineros en calles y parques, y manos atadas para solucionarlo.
Por si fuera poco, Botella ha aplazado hasta despu¨¦s de las elecciones el nuevo contrato de basuras, que, para no descuadrar las cuentas, deber¨ªa rebajar su coste, con el riesgo que eso supone: una huelga como la de los barrenderos de hace un a?o.
Urbanismo y burbuja. El Plan de Ordenaci¨®n Urbana define el crecimiento y salud de una ciudad. El anterior, aprobado en 1997, fue desastroso ¡ªlo admite hasta el PP¡ª, que dej¨® Madrid en manos de las constructoras. El resultado: barrios enteros planificados y abandonados, una burbuja que dificult¨® el acceso a la vivienda pese a planearse medio mill¨®n m¨¢s, y el deterioro de industria y comercio en favor del ladrillo como motor econ¨®mico.
Botella ultima ahora el nuevo plan, que debe solucionar, entre otras cosas, los desarrollos (PAU) paralizados, la falta de dotaciones de barrio y el fracaso de la rehabilitaci¨®n del centro. Fijar¨¢ adem¨¢s, qu¨¦ edificios seguir¨¢n protegidos y cu¨¢les podr¨¢n derribarse. El Ayuntamiento ya ha avanzado que ser¨¢ un plan ¡°liberalizador¡±, que permitir¨¢ convertir grandes edificios p¨²blicos (como Torrespa?a o los juzgados de la plaza de Castilla) en oficinas y tiendas.
Obras pendientes. Botella podr¨¢ inaugurar el mercado de Barcel¨® y el Museo Municipal, pero dejar¨¢ a medias el mercado de la Cebada y legar¨¢ la reforma de la plaza de Espa?a, la reconversi¨®n de los recintos de la Casa de Campo en sede policial (15,4 millones hasta 2017), el traslado de un parque de bomberos (2,7 millones hasta 2015) para hacer un hotel de lujo en la plaza Mayor, y la nueva sede de Asuntos Sociales (6,1 millones). Sigue empantanada la catedral de Nuevas Tecnolog¨ªas y la obra del paseo de la Direcci¨®n.
Elefantes blancos. Madrid tiene elefantes blancos (edificios in¨²tiles) pese a no haber tenido Juegos Ol¨ªmpicos. Har¨ªan falta 1.500 millones para acabar lo que qued¨® a medias, y lo que se termin¨® (la Caja M¨¢gica cost¨® 294 millones) apenas sirve de nada. El Centro Acu¨¢tico acumula siete a?os de retraso y un 40% de sobrecoste. Es un esqueleto a medias que nunca se terminar¨¢ tal y como se dise?¨®. Y queda por solucionar (o sea, vender) el agujero del Centro de Convenciones de la Castellana, que ya ha costado 100 millones.
Turismo, vivienda y mendigos
El nuevo alcalde se encontrar¨¢ en 2015 una Empresa Municipal de la Vivienda esquilmada: Botella paraliz¨® la construcci¨®n de pisos sociales, y los que ya hay se est¨¢n vendiendo a fondos de inversi¨®n a precio de saldo para sortear la quiebra de la sociedad. No mucho mejor marcha la empresa municipal de cultura y turismo. En lo que le queda de mandato, la alcaldesa podr¨ªa privatizar el teatro Fern¨¢n-G¨®mez.
Y ya ha decidido poner en manos de un ente de mayor¨ªa privada la estrategia tur¨ªstica de Madrid. No tendr¨¢ tiempo, eso s¨ª, de decidir el futuro de la empresa funeraria, que tiene como fecha de extinci¨®n el mes de septiembre de 2016.
En materia de seguridad, Botella ha abierto el proceso para elegir al nuevo inspector jefe de la Polic¨ªa Municipal (el anterior, que dimiti¨® hace d¨ªas tras ser imputado en el caso Madrid Arena, estuvo siete a?os en el cargo), y dejar¨¢ al pr¨®ximo alcalde el pago de la previsible indemnizaci¨®n por responsabilidad civil por la tragedia. Adem¨¢s de la multa millonaria que la UE planea imponer por rebasar los l¨ªmites de contaminaci¨®n desde 2010.
Queda en el aire para estos meses el futuro del museo que el arquitecto Emilio Ambasz quiere levantar en un edificio municipal del paseo de Recoletos. Y la reforma integral de la plaza de Espa?a, que Botella pretende iniciar este mismo a?o aunque ser¨¢ costeada y llevada a cabo a partir de 2015.
Est¨¢ por ver adem¨¢s si autoriza antes de dejar el cargo la reconversi¨®n del Palacio de M¨²sica en tienda de ropa.
El nuevo alcalde heredar¨¢, adem¨¢s, dos investigaciones judiciales por el abandono por parte del Ayuntamiento de sendos edificios hist¨®ricos protegidos de su propiedad. Y tendr¨¢ que pensar adem¨¢s qu¨¦ hacer con uno de ellos (el otro ya ha sido derribado), el palacio de la Duquesa de Sueca, arruinado por la desidia municipal, y sin destino conocido.
El sucesor de Botella se encontrar¨¢ adem¨¢s con que buena parte de los aparcamientos p¨²blicos para residentes se han vendido a los vecinos que tienen ahora sus plazas en concesi¨®n. La alcaldesa aprobar¨¢ tambi¨¦n, en sus ¨²ltimos meses de mandato, una ordenanza de convivencia que prohibir¨¢ la mendicidad junto a colegios y mercados y multar¨¢ a los clientes de prostitutas.
Lo que no podr¨¢ cumplir de ninguna forma es la promesa que hizo Gallard¨®n en mayo de 2011 de crear 150.000 empleos. Botella la refrend¨® al llegar a la alcald¨ªa, pero hasta el momento ha crecido el paro.
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