¡°Resetear¡± Andaluc¨ªa
Cada vez m¨¢s gente est¨¢ m¨¢s harta de lo que est¨¢ pasando y de quienes gestionan desde arriba
S¨¦ que no est¨¢ aceptada por la Academia pero no se me ocurre una palabra mejor para expresar lo que creo que necesita Andaluc¨ªa. Cualquier persona que haya trabajado con un ordenador sabe que hay que ¡°resetearlo¡± para que vuelva a funcionar cuando su sistema operativo ha acumulado tantos virus, errores o programas in¨²tiles que lo dejan inservible y quiz¨¢ eso est¨¢ ocurriendo en nuestra tierra.
La Administraci¨®n auton¨®mica est¨¢ paralizada, la econom¨ªa pierde su capacidad de generar valor a?adido y es un simple remolque pasivo de vectores que nacen y apuntan hacia fuera de nuestro territorio y de nuestras gentes. Somos esclavos del subsidio y de la redistribuci¨®n, cuando tenemos recursos y material humano sobrado para generar ahorro y capital e innovar. Sigue d¨¢ndonos igual casi todo: nos quitan en nuestra cara bancos y cajas de ahorros, empresas, recursos y hasta las vistas del horizonte y la naturaleza que el mundo ha admirado durante siglos sin que nunca nos levantemos. Es ya raro el d¨ªa en que no despertamos con un esc¨¢ndalo o con la noticia de otro robo y, sin embargo, seguimos aceptando que nos representen, en el Gobierno o la oposici¨®n, los mismos que han dado lugar o consentido todo eso. Las encuestas son cada vez m¨¢s contundentes pero todo sigue como si no hubiera ocurrido nada y en los despachos, como Mar¨ªa Antonieta o los zares, no escuchan a las turbas en la calle y si las oyen creen que nunca osar¨¢n entrar en palacio.
Cada vez m¨¢s gente est¨¢ m¨¢s harta de lo que est¨¢ pasando y de quienes gestionan desde arriba nuestro d¨ªa a d¨ªa porque ya es insoportable el hedor a corruptela y a favoritismo, la sensaci¨®n de impotencia e ineficacia y tant¨ªsima promesa incumplida. Es raro encontrarse, entre la gente com¨²n y corriente, a quien todav¨ªa piense que todo esto tiene el arreglo a base de los remiendos y zurcidos que se empe?an en darle los viejos partidos, pero los nuevos, como Podemos, tampoco se liberan de un mero verbalismo a veces igual de rancio.
Es raro encontrarse, entre la gente com¨²n y corriente, a quien todav¨ªa piense que todo esto tiene el arreglo
No es f¨¢cil salir del atolladero. El reseteo tambi¨¦n comporta que sea otra gente la que apriete el bot¨®n: la que d¨ªa a d¨ªa hace que Andaluc¨ªa funcione, en tantas cosas de modo ejemplar, y no la que no ha trabajado nunca en su vida. La que est¨¦ dispuesta a echarse encima la cosa p¨²blica de otro modo, con la misma responsabilidad y rendici¨®n de cuentas con la que act¨²a en su quehacer profesional o en su vida personal. La que asuma la pol¨ªtica como un servicio y no como la fuente de privilegios en que la han convertido para que se beneficien de ella unos pocos, los mismos de siempre.
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